lunes, 1 de septiembre de 2014

La entrega al cuerpo y el regreso a los sentimientos, parte 8



La expresión de sentimientos.

Si una persona está bloqueada en su capacidad de expresar sentimientos, traerá muerte a su cuerpo y reducirá su vitalidad.
Al igual que a una persona se le anima a expresar sus sentimientos en un ejercicio apropiado, también se le ayuda a obtener un control consciente sobre su expresión. El propósito de dicho control no es el inhibir o limitar el sentimiento, sino el de hacer su expresión efectiva, económica y apropiada.
El control de uno mismo denota la capacidad de responder apropiadamente a una situación. El cronometraje es de la misma importancia: cuando actuar y cuando hablar, resulta tan crítico como lo hagamos o digamos.

Lo que vuelve loco al niño es el doble mensaje: seducción y rechazo; amor y odio
Contener es lo contrario de “soportar”. Aprendemos a soportar situaciones dolorosas o perturbadoras cercenando los sentimientos. En el caso de la contención, aceptemos el  sentimiento, y lo integramos a la personalidad; y esto le cuesta mucho trabajo a aquellas personas cuya personalidad está condicionada por la sobrevivencia., puesto que la sobrevivencia depende de la supresión de sentimientos.

Los sentimientos son la vida del cuerpo, igual que los pensamientos son la vida de la mente.
Una persona debería ser lo bastante libre para poder expresar físicamente su ira cuando sea apropiado.
Una persona agresiva es alguien que se mueve hacia el cumplimiento de sus necesidades.
Toda acción expresiva es un acto agresivo en el sentido de que es “moverse hacia afuera”. Abrirse para amar, o buscar amor es una acción agresiva.
Por otro lado, tener un sentimiento que no somos capaces de expresar es un signo de pasividad.

Para ser plenamente auto expresivos, el cuerpo ha de verse libre de sus tensiones. Dado que nuestra agresividad ha sido bloqueada desde la infancia, se requiere un considerable esfuerzo para liberarla.

El control consciente

La imposición de un control consciente permite que la persona adapte su comportamiento para lograr objetivos mayores.
Cuando actuamos de acuerdo a nuestros pensamientos, no somos espontáneos, lo que elimina la alegría y limita el placer.
Como el control consciente se hace con el fin de obtener un mayor placer en el futuro, constituye un modo de reacción sano y natural. Se convierte en una pauta neurótica, cuando el control se vuelve inconsciente y arbitrario, y no se lo puede entregar.
El control inconsciente afecta a muchos individuos a los que les resulta muy difícil expresar sus sentimientos o hacer valer sus deseos. Tienden a ser pasivos.
El núcleo de las neurosis es la supresión de sentimientos.
El desarrollo del control consciente de las sensaciones es un factor importante del dominio de sí mismo.
La contención le permite al individuo expresar los sentimientos en forma positiva y constructiva, pero solo se logra si los acepta plenamente.
La actuación sexual o airada, por ejemplo, deriva del temor de no poder contener la excitación de ese momento intenso, a no soportarla. El comportamiento compulsivo no es signo de pasión, sino de temor: temor a la demencia, que es lo mismo que temor a la intimidad.

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