lunes, 8 de diciembre de 2014

Lo que verdaderamente dijo Jung, parte 1

 Bennet. E.A " Lo que verdaderamente dijo Jung"

Introducción a la Psicología de C.G. Jung .

La religión “viva” y la religión convencional

Decir que un individuo tiene “fe” equivale a decir psicológicamente, que es capaz de “vivir” sus símbolos, conmoverse con su experiencia, y que éstos se mantengan “vivos” dentro de él
El hecho de que algunos hombres subordinen sus símbolos a los criterios del  yo y de la conciencia, indica que tales símbolos, surgidos del inconsciente, han dejado de estar en ellos, “grávidos de significado” y se han convertido en signos. Esto es grave, ya que el símbolo religioso (expresión del arquetipo "Dios") constituye la expresión y encierra la mayor energía vital de la psique. Es a través de este símbolo -Dios- como el sujeto experimentaría su relación con el proceso del sentido total y definitivo de la vida. Esto se explica por la psicología del símbolo.
El arquetipo ancestral Dios, originado en el inconsciente colectivo, desarrolla un “sistema parcial autónomo”. La carga tan grande de energía psíquica que conlleva produce una especial dependencia del yo, quien no logra dominarla.
El arquetipo Dios mantiene unida a la sociedad, dando cohesión a sus valores e integrando la vida psicológica de los sujetos, encauzando, de este modo y dentro de un sistema social, sus más altas fuerzas energéticas.

Las religiones han perdido, a partir de la ilustración y el posterior racionalismo, su capacidad educativa y terapéutica. Las religiones han permanecido estáticas y rigidizadas, mientras el alma moderna ha evolucionado con el cambio sociocultural.
Ha habido en el hombre una intensificación de la conciencia personal. El hombre de nuestros días no desea ya seguir un dogma rígido; quiere comprender, saber, hacer por sí mismo una experiencia original, sumergirse en el alma.

Cuando muere un Dios, la estructura de valores pierde su base de sustentación; desaparece su carácter vital; se disipa su sentido. Las energías que de ordinario deben orientarse hacia la vida a través de esos símbolos, ya no egresan, sino que refluyen hacia el interior de la psique, donde activan los elementos latentes del inconsciente histórico. Entonces se altera todo el equilibrio de la personalidad y la inestabilidad perdura hasta que un nuevo Dios…

En síntesis, las religiones no serían otra cosa que una psicología simbólica. Por tanto, todas las afirmaciones acerca del otro mundo, del más allá, la gracia y los milagros, no son más que proyecciones de contenidos psíquicos inconscientes. En física, podemos prescindir del concepto de Dios; pero en psicología, el concepto de Dios es una magnitud definitiva, con la que hay que contar, exactamente  como hay que contar con el afecto, el impulso, la madre, etc.

La naturaleza del alma habla en las religiones y, por tanto, cuando la imagen de Dios en un paciente o su idea de inmortalidad padecen consunción, es qué “su metabolismo espiritual está desquiciado”
La vida más plena es posible únicamente cuando se trata de vivir en armonía con los arquetipos, y es prueba de sabiduría el retornar siempre a ellos.

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