viernes, 28 de marzo de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 55

42. EL PROCESO DE
DIGESTIÓN DE LA SOMBRA
Robert Bly

Conocido ensayista, traductor y poeta que ha recibido el Premio Nacional de Poesía por su libro The Light Around the Body. Entre sus numerosas obras cabe destacar: Loving a Woman in Two Worlds; News of the Universe: Poems of Twofold Conciousness; A Little Book on the Human Shadow y Iron John: A Book About of Men. Afin cado en Minnesota, Bly suele escribir sobre mitología masculina y dirige seminarios para hombres a lo largo y ancho de todo EE.UU.

Pero ¿qué pasos hay que seguir en la práctica para recuperar una proyección, es decir, para llegar a asimilar nuestra sombra?
Para ello resulta muy interesante tratar de romper nuestros hábitos, agudizar nuestra sensibilidad olfativa, gustativa, táctil y auditiva en la vida cotidiana, visitar tribus primitivas, hacer música, modelar con barro, tocar el tambor, permanecer aislados durante un mes o considerarnos a nosotros mismos como criminales.
Una mujer, por ejemplo, podría intentar desempeñar temporalmente el papel de patriarca y ver si le agrada.
Un hombre, por su parte, podría tratar de actuar como una bruja en ciertos momentos del día -contando cuentos de hadas o riendo como una bruja, por ejemplo- para ver lo que siente.
Cuando un hombre siente que una mujer le ha seducido podría dirigirse hacia ella, saludarla cordialmente y decirle: «Quiero que me devuelvas lo que es mío. Dámelo». Ella, entonces, quizás sonría y puede que se lo devuelva o puede que no. Si lo hace el hombre podría pedirle perdón, girarse hacia la izquierda, mirar a la pared y hacer como que se lo come. Una mujer, por su parte, podría pedirle a su madre que le devolviera a su bruja -porque las madres suelen seducir a sus hijas para conservar su poder sobre ellas. También podría dirigirse hacia su padre y decirle, por ejemplo: «Tú tienes a mi gigante. Quiero que me lo devuelvas» o dirigirse a su ex-marido (o a su marido) o a un viejo profesor diciéndoles: «Tienes a mi patriarca negativo. Quiero que me lo devuelvas». Este tipo de juegos resulta muy beneficioso aunque la persona que supuestamente posee el gigante o el enano haya muerto.

Hay muchas formas de asimilar la sombra, recuperar nuestras proyecciones y disminuir el tamaño del saco que todos llevamos con nosotros. Todos conocemos cientos de ellas. Aquí sólo mencionaré que el uso de un lenguaje escrupuloso -de un lenguaje apropiado que tenga un fundamento físico- parece ser uno de los métodos más fructíferos para recuperar la substancia de nuestra sombra, una substancia que hemos exteriorizado mucho más allá de nuestro psiquismo y que hemos terminado diseminando por todo el mundo.
El lenguaje constituye una especie de red y, si lo utilizamos adecuadamente, podremos atrapar con él las proyecciones que hemos ido esparciendo por todas partes. Debemos utilizar activamente esas redes. Si queremos recuperar a nuestra bruja deberemos escribir sobre ella; si queremos recuperar a nuestro guía espiritual no bastará con que nos sometamos pasivamente a la guía de otra persona sino que deberemos escribir activamente sobre él. Como ilustran perfectamente Isaac Bashevis Singer y Shakespeare el lenguaje contiene la substancia de la sombra de todos nuestros ancestros. Si en un determinado momento el lenguaje no resulta adecuado quizás puedan serlo, por ejemplo, la pintura o la escultura. Cuando pintamos a la bruja conscientemente pronto descubriremos la morada en la que habita. Así, el quinto estadio implica actividad, imaginación, cazar, pedir... «Reclama siempre lo que quieras».

Quienes permanecen pasivos con respecto a sus proyecciones están contribuyendo, lo quieran o no, a aumentar el riesgo de una guerra nuclear, porque cualquier fragmento de energía con el que no nos relacionamos activamente mediante el lenguaje o mediante el arte permanece flotando sobre la atmósfera de los Estados Unidos y Reagan -que posee un gran aspirador para absorber toda esa energía- podría utilizarla.
Con esto no quiero hacerte sentir culpable por no llevar un diario personal o por no ejercer alguna actividad creativa sino tan sólo subrayo que este tipo de actividades contribuyen al desarrollo del mundo. ¿Recordáis lo que decía Blake?: «Nadie que no sea artista puede ser cristiano». Con ello quería decir que quienes se niegan a participar activamente en su propia vida y a utilizar el lenguaje, la pintura, la escultura, la música o el dibujo no son seres humanos sino gusanos disfrazados de cristianos. El mismo Blake utilizó tres disciplinas diferentes para comunicarse con la substancia de su sombra: la pintura, la música y la literatura, ilustrando y poniendo música a sus propios poemas. De este modo, no dejaba a su alrededor ningún tipo de energía
dispersa que los políticos pudieran proyectar sobre otros países. Es por ello que una de las actividades fundamentales de todo norteamericano consiste en trabajar y asimilar individualmente su propia sombra para asegurarse de que los políticos no la utilicen en contra de Rusia, China o Sudamérica.

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