miércoles, 16 de octubre de 2013

Bioenergética y Gestalt una visión integradora, parte 6


¿Qué es la terapia Gestalt?


De los muchos apellidos con que se ha denominado a la terapia gestalt el más simple y descriptivo es: “la terapia del darse cuenta”

La Terapia Gestalt se sitúa en la confluencia del psicoanálisis, las terapias psico-corporales de inspiración reichiana, el psicodrama, los enfoques fenomenológicos y existenciales y las filosofías orientales.

La Gestalt desarrolla una perspectiva unificadora del ser humano, integrando al mismo tiempo sus dimensiones sensoriales, afectivas, intelectuales, sociales y espirituales, permitiendo así la experiencia global, donde el cuerpo puede hablar y la palabra encarnarse.

Pone énfasis en la toma de conciencia de la experiencia actual ( el aquí y el ahora) y rehabilita la experiencia emocional y corporal. Favorece un contacto verdadero con los demás, un ajuste creativo del organismo con el entorno, así como una toma de conciencia de los mecanismos interiores que nos empujan con demasiada frecuencia a conductas repetitivas y caducas.

Pone de relieve nuestros procesos de bloqueo o de interrupción dentro del ciclo normal de la satisfacción de nuestras necesidades y desenmascara nuestras evitaciones, miedos e inhibiciones, así como nuestras ilusiones.

En gestalt se intenta evitar todo lo que no está o no se desarrolla en el presente, incluso si el conflicto que aparece hace referencia a un experiencia del pasado o a un temor del futuro se trae ese material al aquí y ahora porque sólo en el presente se puede llevar a cabo la integración.

El darse cuenta es siempre aquí y ahora y siempre cambiando, evolucionando y trascendiéndose a si mismo. No puede ser estático sino un proceso de orientación que se renueva en cada momento.

El continuo de atención tiene muchas similitudes con la meditación, por ejemplo, la atención desnuda del budismo. C. Naranjo afirma que la conciencia meditativa constituye el autoapoyo más profundo.

La responsabilización 

Persl, (pionero de esta corriente), daba mucha importancia a la responsabilidad de cada individuo. La responsabilidad no es un deber, es un hecho. Somos responsables de nosotros mismos querámoslo o no.

La Gestalt dedica mucha atención a evitar al máximo cualquier alienación del cliente. Le invita a que se responsabilice plenamente de sus acciones, sentimientos y pensamientos. Responsabilidad significa simplemente estar dispuesto a decir “yo soy” o “yo estoy” o “qué soy” (Perls)

La autorregulación orgánica.

En Perls, descubrimos la creencia optimista  en una autorregulación satisfactoria del organismo. Esto entraña una fe en lo orgánico frente a lo social o extrínseco. Supone creer que todo individuo posee en si mismo el potencial que puede llegar a necesitar. Cuando se interviene o impide la autorregulación orgánica aparece la neurosis en tanto interrupción del ciclo contacto-retirada, o la acumulación de situaciones inconclusas.

Las polaridades complementarias

En la terapia gestalt, se  fomenta la exploración de los extremos opuestos, pero complementarios: masculino-femenino, adaptación-creación, sumisión- revolución, frustración-gratificación, etc.

Todos tenemos dentro un sistema de opuestos. La existencia de polaridades en el hombre no es algo nuevo, lo nuevo desde la perspectiva gestáltica es la concepción del individuo como una secuencia interminable de polaridades: unas aparecen en un momento y otras en otro pero todas están ahí y forman parte de nosotros.
Cuando en gestalt se polariza, no se intenta dividir a la persona sino limpiar el campo para favorecer la integración. Al integrar rasgos opuestos se completa nuevamente la persona.

No hay comentarios:

Publicar un comentario