viernes, 4 de octubre de 2013

Bioenergética y Gestalt una visión integradora, parte 1

Bioenergética y Gestalt una visión integradora


Bioenergética es entender a nuestro cuerpo como manifestación de nuestro espíritu. En nuestro cuerpo, un milagro de la naturaleza, producto de miles de millones de años de evolución, reside la energía eterna que es creadora del cosmos.
La terapia bioenergética ayuda a regresar al cuerpo. Recuperar la sexualidad, la respiración, el movimiento, el tacto, el gusto y la expresión de la personalidad.

El principio básico de la Bioenergética es que tu eres tu cuerpo. Tu cuerpo es tu modo de ser en el mundo. La energía procedente del cuerpo, la energía que tiene una persona y como la usa determina su personalidad y se refleja en ella.

Otro principio básico de la bioenergética es la unidad cuerpo-mente. La mente y el cuerpo tienen funciones diferentes y con independencia, pero trabajan interconectadas y unidas.
El individuo puede a través de su mente, dirigir la atención hacia dentro o hacia afuera, hacia el cuerpo o hacia los objetos externos.
Cuando la mente dirige la atención hacia el exterior y lo que ocurre le afecta, la experiencia que en realidad le llega es su efecto en el cuerpo. En este sentido, la experiencia es un fenómeno corporal. Sólo se experimenta (y posteriormente se analiza) lo que tiene lugar en el cuerpo. Es por eso que hablamos de unidad cuerpo-mente.

Lo que piensa y siente un hombre también puede leerse en la expresión de su cuerpo.
Las emociones son hechos corporales, son literalmente movimientos y alteraciones dentro del cuerpo que generalmente se traducen en alguna acción exterior.
Por tanto, ser consciente del propio cuerpo es una manera de saber quien es uno, de conocer también la mente.

Además de estos, hay otros dos principios que sustenta la bioenergética son: el del placer y el de la realidad. A nivel corporal el placer fomenta la vida y el bienestar del organismo; el dolor se experimenta como una amenaza para la integridad del organismo. Cuando una situación contiene una experiencia de placer unida a una amenaza de dolor, se experimenta ansiedad.

El principio de realidad, en tanto que opuesto al principio del placer, exige la aceptación de un estado de tensión y aplazamiento del placer de acuerdo a los requerimientos del exterior. A cambio promete que dicha acción llevará a obtener un mayor placer o a evitar un mayor dolor en el futuro.

Tanto el principio del placer como el de realidad dependen del estado de bioenergía del cuerpo. Uno no puede encontrarse con la realidad si no se tiene energía que mover.
Una persona sana produce constantemente energía y se mueve hacia el mundo donde encuentra el placer. Si la energía no se descarga de manera adecuada al estar en contacto con la realidad se produce angustia y un “impulso interior”. Sin una salida adecuada, la defensa del cuerpo consiste en derramar el exceso de energía en los músculos ya rígidos, o reducir su nivel. La persona saldrá del mundo y reducirá su capacidad para el placer.

La sensación del placer se define como la percepción de un movimiento expansivo del cuerpo- exploración, extensión, toma de conciencia. Cerrarse, apartarse, contenerse y retraerse no son experiencias de placer y en realidad pueden ser experiencias de dolor o ansiedad.
El dolor sería consecuencia de un impulso que se encuentra con un bloqueo. Para evitar el dolor, se levanta una barrera contra el impuso. Así se evita el dolor, pero entonces tampoco se podrá sentir el placer.
Sin una salida adecuada, la defensa del cuerpo consiste en derramar el exceso de energía en los músculos ya rígidos o reducir su nivel.

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