lunes, 3 de noviembre de 2014

La Traición al Cuerpo, parte 2

 
La imagen contrapuesta a la realidad


 
El trastorno esquizoide crea una disociación de la imagen con respecto a la realidad. El término “imagen” hace referencia a símbolos y creaciones mentales , en contraposición a la realidad, que es la experiencia física. Esto no quiere decir que las imágenes sean irreales, sino que poseen un orden distinto de realidad que los fenómenos corporales. La imagen obtiene su realidad por estar asociada con el sentimiento o la sensación. Si se interrumpe esta asociación, la imagen se vuelve abstracta. La discrepancia entre imagen y realidad se ve muy claramente en los esquizofrénicos delirantes que imaginan ser Jesucristo o Napoleón. Por otra parte, la “salud mental” es el estado donde coinciden imagen y realidad. El persona sana tiene una imagen de sí misma que concuerda con el aspecto de su cuerpo y con el modo en que su cuerpo siente.

En el campo social, la imagen tiene sus aspectos positivos tanto como negativos. Todo esfuerzo humanitario, por ejemplo, ha tenido éxito a través del uso de una imagen atrayente. Pero a la imagen se le puede usar negativamente con el fin de incitar al odio y provocar la destrucción de otros.

Y si la imagen es peligrosa en un nivel social, donde se reconoce abiertamente su función, sus efectos pueden ser desastrosos en las relaciones personales, donde su acción es insidiosa.

Por ejemplo, en la familia donde el hombre trata de cristalizar la imagen que tiene de la paternidad oponiéndose a las necesidades de sus hijos. Así, ve al hijo como a una imagen y no como persona con sentimientos y deseos propios. En esta situación, la crianza se reduce a tratar de que el niño se adapte a una imagen, que ha menudo es la proyección de la imagen que el padre tiene de sí mismo en el inconsciente. El hijo que es obligado a adaptarse a un modelo inconsciente de un progenitor pierde su sentido de self, su sentido de identidad y el contacto con la realidad.

La pérdida del sentido de identidad tiene su origen en la situación familiar. Como lo criaron rodeándolo de imágenes de éxito, popularidad, atractivo sexual, posición social, obediencia, etcétera, el individuo ve otras imágenes en vez de ver personas. Rodeado por imágenes, se siente aislado. Al reaccionar ante imágenes, se siente desvinculado. Al tratar de satisfacer su propia imagen, se siente frustrado, cree que le han arrebatado la satisfacción emocional.

La imagen es una abstracción, un ideal, un ídolo que exige el sacrificio del sentimiento personal. El cuerpo se convierte en un instrumento de la voluntad al servicio de la imagen. El individuo se aliena de la realidad de su cuerpo. Y los individuos alienados crean una sociedad también alienada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario