sábado, 3 de enero de 2015

Ética y Psicoanálisis, parte 6


La actividad productiva se caracteriza por el intercambio rítmico de la actividad y el reposo. El trabajo, el amor y el pensamiento productivo son posibles únicamente si la persona puede estar, cuando es necesario, sosegada y sola consigo misma. Ser capaz de prestar atención a sí mismo es un requisito previo para tener la capacidad de prestar atención a los demás; sentirse a gusto con uno mismo es la condición necesaria para relacionarse con otros.

Las orientaciones en el proceso de socialización

Podemos hacer distinción entre las siguientes clases de relaciones interpersonales: La relación simbiótica, la de distanciamiento-destructividad, y la de amor.

En la relación simbiotica la persona se encuentra relacionada con otras, pero pierde o nunca encuentra su independencia; rehúye el peligro de la soledad llegando a ser parte de otra persona. (absorbida o absorbiéndolo). El masoquismo, es el intento de despojarse del yo individual, de huir de la libertad y buscar seguridad adhiriéndose a otra persona. El impulso por absorber a otros es el sadismo.

Una segunda clase de relación es la que se caracteriza por el distanciamiento, el alejamiento y la destrucción. El sentimiento de impotencia individual puede ser vencido apartándose de los otros a quienes se percibe como una amenaza. Su equivalente emocional es el sentimiento de indiferencia hacia el otro, acompañado frecuentemente de un sentimiento compensador de auto inflación.

La destructividad es la forma activa del alejamiento. El impulso de destruir a otros proviene del temor de ser destruido por ellos. El impulso destructor proviene de un bloqueo intenso de la productividad. Es la perversión del impulso de vivir; es la energía de la vida no vivida transformada en energía destructora de la vida.

El amor es la forma productiva de relacionarse con otros y con uno mismo. Implica responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento, así como el deseo de que la otra persona crezca y se desarrolle.

Los problemas de la ética humanista
“Desvíate completamente del mal, no medites sobre él y obra bien. ¿Has obrado mal? Entonces equilíbralo obrando bien."

La conciencia, el llamado del hombre a sí mismo.

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