martes, 2 de mayo de 2017

Cuenta Contigo, parte 1

CUENTA CONTIGO
No busques fuera
las soluciones que están en ti
(resumen del libro)
Patricia Ramírez Loeffler, Ed. Penguin Random House, Barcelona, 2016

Introducción:

Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, 
pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.

  Arthur Schnitzler 

En esta frase se encuentra resumida la trama principal de Cuenta contigo. Y sobre todo, en saber que aprovechar el momento adecuado depende de nosotros. Este libro es un canto a la responsabilidad y al control interno. ¿En qué medida el éxito depende de nosotros? ¿Son los demás los que nos boicotean, nos estresan e impiden nuestro progreso? ¿No seremos nosotros los que no ponemos todo de nuestra parte, e invertimos el tiempo y la energía en buscar excusas que nos limitan?

La cultura de “lo merezco todo invirtiendo lo mínimo” impide que muchas personas alcancen sus sueños y, con ello, la felicidad. Pasan el tiempo soñando, pero apenas se esfuerzan, ni luchan por lo que desean.
En Cuenta contigo vamos a trabajar desde el interior para que puedas alcanzar tus propósitos. Pero ¿qué hay en tu interior? Más de lo que imaginas: capacidad de aprendizaje, posibilidad de cambio, fuerza de voluntad, talento, pasiones y emociones; en definitiva, un potencial que puedes poner en práctica para sentirte mejor, experiencias positivas que ayudarán a que te sientas seguro y veas en ti alguien con posibilidades de avanzar, en vez de una persona limitada. También es cierto que dentro de nosotros hay miedos, historias de fracaso, etiquetas y juicios de valor que nos impiden avanzar. A lo largo del libro veremos que tendremos que aprender a lidiar con ello, analizarlo y vencerlo para que, en lugar de restar, nos ayude a seguir sumando.

En Cuenta contigo vas a encontrar el empujón que precisas para no depender de los ánimos de los demás. Deja de esperar el rescate y ponte a nadar.
Pedir ayuda es vital para nuestra sobrevivencia. Es una conducta inteligente que permite colaborar, cooperar, y que entre todos consigamos objetivos que no somos capaces de lograr por nosotros mismos. Pero si pedimos ayuda sin explorar si podemos resolver el problema con nuestros propios recursos, nunca llegaremos a saber dónde están nuestros límites, ni a salir de la zona confortable, ni a trabajar la creatividad para buscar soluciones nuevas. No se trata solo de estudiar y memorizar. Se trata de aprender a aprender.
No pretendo con este libro que seas autosuficiente y autónomo para todo, pero si que aprendas a responsabilizarte de tus objetivos, emociones y pensamientos; en definitiva, de las cosas que te ocurren en la vida. Solo así podrás solucionarlas. Los demás no son los responsables de que tú seas infeliz. Aprende a estar pendiente de ti y de lo que tú controlas para poder trabajar en ti mismo. (13)

Cuenta contigo tampoco es una llamada al egoísmo. Significa solo dejar de pedir ayuda para buscarla en ti. Y si después de una búsqueda a conciencia no la encuentras, cuenta con otros, pero date tiempo para aprender, actuar, reproducir y coger el hábito.

¿En qué momento perdimos el espíritu aventurero? ¿Te acuerdas de que, cuando eras pequeño, una de tus frases favoritas era “yo solo”. Las personas tenemos esa necesidad de explorar y de aprender… hasta que llegan los machacones del error y las prisas, y los obsesivos de la perfección, que nos hacen sentir desgraciados cuando nos equivocamos. Y poco a poco nos van mutilando la iniciativa y los deseos de descubrir y ocuparnos de nuestras cosas. Terminamos interiorizando que es mejor que otros se ocupen. Y cuando te das cuenta, en tu vida prevalece el perfeccionismo, las prisas y el hacer lo correcto y lo que se espera de ti. Aunque tuviste que pagar un precio muy alto: entregaste tu creatividad y tu iniciativa, y perdiste la oportunidad de divertirte descubriendo.

Hoy en día no puedes salir de casa a jugar a la calle porque te manchas, te caes, te rompes algo, te raptan… Nuestro hijos están asimilando el “manual del perfecto inútil” con tanta sobreprotección. No se trata de que sean temerarios, pero dejemos que den rienda suelta a su espíritu aventurero y que tomen la iniciativa para que crezcan con la experiencia de que pueden contar con ellos mismos.

La palabra clave de Cuenta contigo es: responsabilidad. Que para mi no tiene nada que ver con seriedad, ni con el autoritarismo, ni con ser un aburrido y un rancio en el trabajo. Eres responsable cuando cumples con tu palabra, cuando te ocupas de tus obligaciones sin tener a nadie encima, cuando decides tomar las riendas de tu vida. Si eres capaz de conseguir todo esto con diversión, humor y pasión, ¡qué más le podemos pedir a la vida!

En este libro encontrarás veinte capítulos con la siguiente estructura: una introducción al tema, una invitación a tu reflexión personal y mis consejos prácticos, para que puedas poner en marcha tus cambios.
¿Recuerdas cuántas veces has conseguido solucionar tu solito un problema? Coge una libreta bonita y especial. Será la libreta Cuenta contigo. Y empieza con el primer ejercicio.

Momento libreta…
Escribe en forma breve cinco éxitos logrados por ti. Cuando describas el primero, anota después lo que te ayudó a conseguirlo. ¿Fue tu constancia, tus conocimientos, tu experiencia, tu habilidad, tu deseo de solucionarlo….?

Ya estás contando contigo. Estás buscando dentro de ti herramientas que te han servido en ocasiones anteriores. Las olvidamos porque no les damos importancia. A mis pacientes y a los deportistas les pido siempre que lleven una hoja con los recursos que van aprendiendo. Aquí tienes un ejemplo:


Mis recursos personales

Relajación  muscular                Para manejar la ansiedad.

Escribir mis éxitos logrados Me da seguridad y conocimiento de mis recursos.

Visualización                        Anticiparme a una jugada, a una reunión y dejar en mi memoria lo que quiero                                                que ocurra y cómo quiero que ocurra. Me da seguridad y me motiva.

Mientras vas leyendo y trabajando con el libro, ve haciendo también tu lista de recursos personales. Así sabrás ante situaciones de duda, que herramienta utilizar. También serás consciente de lo que has aprendido.
Mi experiencia me dice que desde el día que decidí contar conmigo, me sentí libre. No te pierdas esa experiencia, no tiene precio. (17)


1
¿Eres lo que deseas ser?  



Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, 
siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.

                                                                                   Viktor Frankl


Hay personas que se sienten como la parte perdedora de una relación rota, como alguien marginado o que inexplicablemente ha sido despedido de su trabajo, como el jugador desolado que ha bajado de categoría. Se hallan invadidas por la inseguridad, y se mueven sin rumbo ni objetivos.
Hay otro grupo de personas que están desmotivadas. No terminan de encontrar lo que les apasiona. Alumnos que no saben que estudiar, deportistas que no saben si seguir insistiendo, directivos angustiados, amas de casa que ni aman la casa ni saben dónde empezar a trabajar.
Hay personas aburridas. De su vida, de su pareja, de no recibir lo mismo que entregan. Personas que llevan tiempo malviviendo la vida que no desean tener.

Hay un grupo todavía más triste, los que si saben lo que quieren pero son incapaces de actuar. Quiero adelgazar, quiero dejar de fumar, quiero aprender a controlarme, quiero, quiero, quiero… pero no hago nada.
Y para rematar, está el grupo que quiere que las circunstancias y y su entorno cambien o que los demás hagan cosas por ellos para ser felices: quiero menos tráfico, quiero que mi pareja sea más romántica. Y cuando todo el mundo haga lo que yo quiero, tampoco seré feliz, porque entonces querré más.
Si te has visto reflejado en alguno de los grupos, te animo a reírte de ti mismo. Es la mejor medicina. Y que identificarte sirva para poner remedio. Es el momento de poder elegir aquello en lo que te quieres convertir.
Estar a gusto con uno mismo te permite cambiar con tranquilidad, sin prisas.

¿Por qué deberías convertirte en quien deseas ser? Es fácil, por honestidad contigo mismo. Vivir una vida que no te gusta, no es vivir.
Convertirte en lo que deseas ser forma parte de un largo camino. Así que necesitamos llenar una maleta. Puedes empezar por meter a la responsabilidad. Eres tú el único que puede responsabilizarse de tu cambio.
Acuérdate también de convocar a la paciencia. Las prisas no llevan a ninguna parte. Todo cambio necesita tiempo. ¡Y cuidado con las expectativas! Si te excedes, te sentirás frustrado, y si te quedas corto, quizás no te motives lo suficiente. Además, necesitamos contar con las variables más potentes de la psicología positiva: optimismo, esperanza, perseverancia, ilusión y coraje
Empecemos por definir qué quiero ser.

                                        Momento libreta…                   
Finaliza diez veces la frase que empieza con “Quiero ser…”. Los ejemplos que ofrezco a continuación pertenecen a personas distintas:


  1. Quiero ser más creativo.
  2. Quiero ser una persona más paciente
  3. Quiero ser un deportista con más confianza.
  4. Quiero ser un poco más lector.
  5. Quiero ser alguien con más carácter para que no me engulla mi jefe ni                mis compañeros.        
  6. Quiero ser puntual.
  7. Quiero ser alguien sin ansiedad, y disfrutar la vida con sosiego
  8. Quiero ser alguien que piense más en mí. Siento que mis hijos y mi     pareja no valoran todo aquello a lo que renuncio por ellos.
  9. Quiero ser más atrevido para poder cumplir mis sueños. Los miedos me bloquean.
  10. Quiero ser más ordenado.  

Si sigues viviendo una vida que no deseas, estarás participando en tu propio deterioro. Una persona insatisfecha puede sufrir ansiedad y tristeza, y afectar así su sistema inmunológico.
Querer ser feliz y esforzarte en el cambio, además de aportarte felicidad, te aportará salud. Antes de planificar tu cambio, tienes que conocer el valor de tus expectativas. Si piensas que tienes limitaciones, tu progreso también será limitado. El avance no es posible cuando no te crees capaz de conseguirlo.
Las expectativas que ponemos ante una determinada situación son capaces de sugestionarnos de tal manera que inhiben o potencian funciones biológicas. Imagina lo que seremos capaces de sentir y hacer cuando las expectativas estén puestas en el potencial psicológico: la actitud y las emociones. (23

                                                            Momento libreta… 
Antes de seguir trabajando en lo que deseas ser, contesta con tranquilidad estas preguntas. Ya que las expectativas van a influir en tu cambio…

  • ¿Qué espero de mí?
  • ¿Qué creo que soy capaz de conseguir?
  • ¿Alguna vez he tenido éxito en un cambio? 

A la hora de cambiar, también influyen tus ideas limitantes. Los límites pueden venir de ti, de una pareja posesiva, de la mala organización del tiempo; en definitiva, de todo lo que veas como un freno.

    Momento libreta… 
1. Elige un cambio de tu lista, la del primer ejercicio de este capítulo.
2. Elige lo que ganas con tu cambio, ¿adónde te lleva?
3. Define, por favor, qué límites encuentras a la hora de realizar cada uno de 
    tus cambios.
4. Escribe, a continuación, soluciones para derribar tus límites.
5. Y divide tu primer cambio en objetivos más pequeños, en pasos que           
     puedas planificar y que puedas empezar a dar.

A partir de hoy, no hagas responsable a nadie, ni de lo que consigas ni de lo que dejes por el camino.
La verdadera responsabilidad e implicación pasan por desear lograr algo e involucrarte tú. No significa que tengas que rechazar la ayuda y la cordialidad de quienes te ofrezcan su cooperación, pero no cuentes con ello y mucho menos lo exijas. Lo que te llega es un regalo y acéptalo como tal, con todo el
agradecimiento que se merece aquello que no esperas.

       Momento libreta….
Observa dos ejemplos de cómo completaría este último “Momento libreta” un deportista y una dependienta, y luego redacta el tuyo.

Ejemplo 1: Deportista de alto rendimiento

1. El cambio que elijo: tener más seguridad.
2. Cuando lo consiga seré capaz de competir con todo mi talento.
    Podré alcanzar mejores marcas, sentirme orgulloso de mi trabajo y cumplir 
     con mis sueños.
3. Lo que me limita es no saber cómo llevar a cabo mi propósito, no se pensar
    en forma positiva, ante el error me vengo abajo y caigo en un círculo 
    vicioso.
4. Mis soluciones:

a) Cambiar mis creencias ante el error. Tengo que aceptar que me equivoco y
    que eso forma parte de mi evolución.
b) Aprender a hablar en positivo. Utilizar frases como: “He entrenado bien”
c) Fijarme más en mis sensaciones positivas cuando entreno. Estoy muy 
    pendiente de las molestias y de los signos del cansancio, y con ello me 
    vengo abajo.
d) Escribir cada día mis progresos y aquello de lo que me siento orgulloso, así
    estaré más pendiente de lo que hago bien y no tanto de lo que no consigo.

5. A partir de mañana, escribiré cada día una frase que focalice mi atención 
    En una fortaleza, o en sensaciones positivas. Y al volver de la práctica
    anotaré en un diario todo lo que he conseguido.

Ejemplo 2: Dependienta

1. El cambio que elijo: ser más amable con los clientes. A veces estoy de mal
    humor.
2. Conseguiré retener clientes para que vuelvan a mi panadería.
3. Me limita mi mal humor. Toda mi vida he sido así, pero no me gusto.
4. Mis soluciones:
a) Sonreír. Voy a poner un cartel que pueda ver constantemente y que diga:
    “Sonría, por favor”
b) Esforzarme en utilizar expresiones amables: “Gracias por la visita”; “Espero 
    que disfrute el pan”; “Me alegro de volver a verle”, etc.
5. Hoy mismo empiezo con la sonrisa y con la expresión: “Que tenga un buen 
    día”. Creo que conseguir esto ya es un logro para mí.

Tu lista puede ser de diez “cosas que quieres ser”, de tres o de quince. Que no te bloquee todo aquello en lo que te quieres convertir.
Si tienes claros tus pasos, no los postergues más. Te equivocas pensando que no es el momento, que no eres capaz, que se te olvidará y otras excusas más. Da pequeños pasos para conseguir grandes metas. Elige la fecha para empezar a andar. Poner límites nos prepara y conciencia para el momento. Necesitas convertirte en tu propio motor.(27)

¿Cuánto tiempo necesitas para que tu cambio se convierta en algo inherente a ti, en un hábito? Hay distintas investigaciones que hablan de 21 días, 66 días y hasta más de doscientos días. No importa, no tenemos prisa. Lo único que necesitas es tener intención de hacerlo.
Para que se produzca el cambio, recuerda: tener el deseo, programarlo, actuar y repetirlo. La repetición favorece el aprendizaje.

Para convertir algo en automático, se necesita un periodo de entrenamiento. Tienes que educar a tus pensamientos y emociones. Repítelo, actúa, repítelo, actúa… y acuérdate de reforzarte. Recuerda lo que dijo Aristóteles: “Somos lo que repetidamente hacemos. De esta forma, la excelencia no es un hecho aislado, sino un hábito”.













No hay comentarios:

Publicar un comentario