miércoles, 30 de abril de 2014

Las bases biológicas de la fe y la realidad, parte 4



La psicología de la fe.

Al hombre se le ha definido como un animal que construye historia. Esto significa que es consciente de su pasado y le preocupa su futuro. Sabe que es mortal (ningún otro animal tiene esta carga), y también sabe que sus raíces personales vienen de lo profundo de la herencia de su pueblo. Asimismo, está atado al futuro, que es su inmortalidad, sabiendo que a través de él se transferirá esa herencia a los que vengan detrás. Nadie puede vivir por y para sí mismo; tiene que sentir que haga lo que haga, por pequeño que sea, contribuye de alguna manera al futuro de su pueblo. Somos eslabones de la gran cadena de la vida tribal. Cada miembro es un puente viviente que conecta el pasado con el futuro.
Cuando la conexión vital de un pueblo con el pasado y el futuro se desvanece, pierden la fe, fe en ellos mismos y en su destino. Hemos visto que los pueblos primitivos se deprimen cuando se destruye su cultura. Éstos hombres, como cualquier persona deprimida, se dan a la bebida o pierden todo interés o deseo de seguir adelante.

Muchos aspectos de nuestra cultura actual sugieren un fenómeno paralelo. El pasado parece irrelevante. Nadie puede vivir hoy como vivían nuestros abuelos; los coches y los aviones lo hacen físicamente imposible. Pero el cambio ha afectado también a las relaciones humanas. Ha habido un relajamiento de los vínculos familiares y existe una moral sexual radicalmente nueva. Incluso, son distintas las maneras de ganarse la vida. Así, los problemas que surgen en las nuevas generaciones son diferentes de los de las anteriores.
¿Y el futuro? Huelga decir que estamos en un mundo donde los cambios están a la orden del día; el futuro es más incierto que nunca. El peligro de la situación actual es que estamos perdiendo la fe.

Hasta el siglo XX el hombre se había sentido siempre sometido a un poder superior. Hoy en día, ya no es así para mucha gente. El que Dios esté muerto o no, poco importa; está muerto en el pensamiento moderno. El hombre moderno no reconoce ya una autoridad suprema.
Mucha gente cree realmente en la ciencia y en sus posibilidades. Pero creer no es tener fe. Una creencia es un producto de la mente consciente, la auténtica fe es un asunto del corazón.  
A medida que el hombre se ha hecho más consciente de sí mismo como ser único, ha ido cortando los lazos que lo unían a la comunidad. No se siente ya parte de un orden superior del que depende su supervivencia. Sabe que la comunidad está ahí, pero la ve sólo como medio para sus fines. Es una sociedad que cultiva la filosofía de “cada cual para sí mismo”, el sentido de comunidad no existe como fuerza poderosa.

Si cada hombre es un mundo en sí mismo, entonces tiene razón al creer que en su mundo personal él es dios. Nadie puede decirle qué pensar o qué creer. Como los pollos de una incubadora, cada persona vive dentro de su propia cáscara. La gente en una sociedad masificada son como alubias en un saco; sólo cuentan como cantidad. Y aunque en una sociedad masificada cada persona es diferente de cualquier otra, no es un verdadero individuo, ya que no tiene voz en su futuro y no puede responsabilizarse de su destino.
La individualidad en función de la autoexpresión; es decir, depende de la capacidad de responder libre y plenamente a los retos de la vida. Entre los seres humanos la autoexpresión no actúa aisladamente; cada acto de autoexpresión tiende a crear una impresión y evocar una respuesta. Pero la verdadera capacidad de respuesta y la responsabilidad personal no tienen cabida en una sociedad masificada.
A los sistemas les falta la capacidad de responder a las necesidades humanas, y es esta falta de respuesta la que fuerza a la gente a unirse en protestas masivas. Todas las reuniones de masas o manifestaciones, son realmente una protesta contra las condiciones de vida masificada.

La verdadera individualidad sólo puede existir en una comunidad donde cada miembro es responsable del bienestar del grupo y donde el grupo responde a las necesidades de cada miembro.
En una sociedad masificada sólo importa el sistema, puesto que cualquier persona se puede reemplazar por otra. El individuo masificado, esté arriba o abajo del montón, sólo es importante él mismo. Este sistema obliga a la gente a volverse egoísta y a dedicar sus mayores esfuerzos a ganar reconocimiento.

He dicho que la fe conecta el pasado con el futuro. A través de la fe el individuo queda conectado con la comunidad. Las comunidades se formaron con individuos que tenían una fe común, y cuando esa fe se perdió, aquéllas se desintegraron.
Una persona religiosa se siente parte de una comunidad humana, pertenece a la comunidad de la naturaleza y participa de la comunidad con Dios o con el Universo. Toda persona que siente de esta manera es religiosa, sea o no sea miembro de una iglesia. Puede decirse que todo individuo que tiene sentido de su respuesta y responsabilidad es religioso.
Las instituciones religiosas pierden su efectividad cuando dejan de satisfacer la necesidad del hombre de pertenecer a algo y de expresarse. En esta situación surgirán nuevos sistemas de pensamiento que satisfagan esas necesidades. Puede que no se llamen religiones, pero tendrán un componente religioso si se encuentra en ellos un sentimiento de comunidad y de responsabilidad. Para mucha gente la experiencia grupal de la terapia, especialmente el análisis bioenergético, que promueve los valores espirituales del cuerpo, satisface esas necesidades. Alguien cree que la terapia es la religión del futuro. Proporcionan a la persona un sentimiento de pertenencia, identidad, capacidad de autoexpresión y fe en la vida.

Egoísmo y fe son diametralmente opuestos. A un hombre egoísta sólo le importa su imagen; a un hombre con fe le importa la vida. Un egoísta se orienta hacia la consecución del poder. Un hombre con fe se orienta hacia el disfrute de la vida, y el placer que le da el vivir lo comparte con los que tiene alrededor. Para un egoísta, la imagen lo es todo, su única realidad. La verdadera fe es una entrega a la vida del espíritu -el espíritu que vive en el cuerpo de la persona- que se manifiesta a través del sentimiento y que se expresa en los movimientos del cuerpo.

Nuestra cultura, nuestra educación y nuestras instituciones sociales favorecen la posición del ego. Lo que se esconde detrás de la mayor parte de la publicidad es una llamada al ego. La educación promueve la postura del ego por su gran y (yo creo) exagerado énfasis en el pensamiento abstracto.
Los peligros que corremos con esta engañosa reducción de nuestra fe son dobles: al individuo le impone la amenaza de la depresión; dentro de la sociedad provoca la desintegración de aquellas fuerzas espirituales  y comunitarias que dan sentido y realzan la vida humana. Y lo probable es que la situación empeore.

La fe no se puede legislar, ni fabricar ni ensañar. Se puede forzar la sumisión a dogmas, pero cada acto de sumisión alimenta la llama interna de la rebelión, que inevitablemente acabará en cataclismo.
La afirmación de que no puede ensañarse quizás resulta chocante, porque realmente creemos en el poder de la educación. Pero la educación no intenta alcanzar el corazón de las personas; su finalidad es formar la mente, de modo que puede alterar las creencias sin afectar para nada la fe.

Aunque las creencias son un producto del pensamiento y la fe es un sentimiento del mismo genero que el amor, cabeza y corazón no tienen porque estar desconectados y lo que uno piensa puede reflejarse inmediatamente en lo que uno siente. Otras veces no es así.


Un hombre que proclama su creencia en Dios puede tener poca fe, como atestiguaría, por ejemplo, el hecho de que se deprime. Por otro lado, un ateo puede ser un hombre con una gran fe. Puede que no crea en un Dios sobrehumano que rige los destinos, pero su fe podrá estar relacionada con su identidad, con el amor a sus compañeros y con el amor por la vida.
Cuando las creencias surgen de una experiencia personal, sin estar influidas por ningún dogma, entonces tienen un impacto en la propia fe. El efecto de la experiencia sobre la fe puede ser positivo o negativo. Será positivo si abre el corazón y negativo si lo cierra.

lunes, 28 de abril de 2014

Las bases biológicas de la fe y la realidad, parte 3

El poder frente a la fe

¿Cómo puede ser que la fe tenga un valor mayor que la vida? Esta aparente contradicción sólo puede resolverse si aceptamos la idea de que lo que está en juego no es la vida individual. Una persona puede decidirse a sacrificar su vida en aras de otras vidas o de la humanidad. Si tenemos fe, es la vida en general la que nos parece valiosa. Si perdemos el sentido de que cualquier vida es valiosa, renegamos de nuestra humanidad, con el inevitable resultado de que nuestra propia vida se vuelva vacía y falta de sentido.

Ahora bien, en nombre de la fe (religiosa, nacional o política) los hombres han hecho la guerra, han destruido vidas y violado la naturaleza. Este extraño comportamiento requiere una explicación, que debemos buscar en la propia naturaleza de la fe. El hecho es que la fe tiene un aspecto dual, uno consciente y otro inconsciente. El aspecto consciente está conceptualizado en una serie de creencias o dogmas. El inconsciente es un sentimiento de confianza o fe en la vida, que subyace al dogma y que infunde vitalidad y sentido a la imagen. Ajena a esta relación, la gente ve al dogma como la fuente de su fe y se sienten impulsados a apoyarlo contra todo aquello que cuestione su validez. A los que defienden otra creencia se les considera como infieles y menos humanos. Tal actitud parece que para algunos es motivo suficiente para destruir a otros.

Pero aunque las diferencias de fe se pueden utilizar como justificación y racionalización para guerras y conquistas, la motivación real hay que buscarla en la lucha por el poder.
El hombre necesita seguridad, y cree encontrarla en el poder; a mayor poder, mayor sensación de seguridad.
La gente que pone su confianza en el poder nunca parece tener el suficiente para estar absolutamente seguro. El motivo es que la seguridad tal no existe, y nuestro poder sobre la naturaleza y sobre nuestros propios cuerpos está estrictamente limitado. La confianza en que el poder garantiza la seguridad es una ilusión que mina la verdadera fe en la vida y conduce inevitablemente a la destrucción.

Además de que nunca es suficiente el poder que se puede conseguir, existe también la posibilidad de perderlo. A diferencia de la fe, el poder es una fuerza impersonal y no una parte del ser de la persona, por lo cual es susceptible de que se lo apropie otra persona u otra nación. Como la gente codicia el poder, el hombre que lo posee es envidiado y por tanto no puede descansar seguro, ya que sabe que los demás están intentando o intrigando como arrebatárselo. El poder crea así una extraña contradicción: mientras por un lado parece proveer un grado de seguridad externa, por otro crea un estado de inseguridad tanto a nivel individual como en su relación con los demás.

Las ciudades-estado de los antiguos griegos surgieron de la fe que tenían los griegos en sí mismos y en su destino y que se refleja claramente en su mitología y en las leyendas de Homero. A medida que crecieron, aumento su poder, lo cual les permitió crecer aún más. Pero allí donde la fe une, el poder divide. La lucha de poder entre las grandes ciudades dio como resultado la guerra, destruyendo una fe que anteriormente había unido. Su destino fue ser destruida por un pueblo joven, poseedor de una fe no contaminada por el largo ejercicio del poder.

Un ego inflado, sea personal o nacional, precede y puede ser responsable de la ruptura de la estructura social o de la personalidad individual.
El anhelo de poder limita la experiencia del placer, que “proporciona la energía y motivación necesaria para el proceso creativo“.
En individuos débiles, las sensación de poder es fácil que infle artificialmente el ego, produciendo una disociación entre el ego y los valores espirituales inherentes al cuerpo; entre éstos están los sentimientos de unidad con el prójimo y con la naturaleza, el placer de la capacidad de respuesta espontánea, que es la base de la actividad creativa, y la fe en uno mismo y en la vida.

Los valores del ego son individualidad, control y conocimiento. A través del conocimiento logramos mayor control y nos volvemos más individuales. Pero cuando estos valores se alían  con el poder y dominan la personalidad, se disocian de los valores espirituales del cuerpo, lo cual transforma una postura sana del ego en otra patológica.

La antítesis entre los valores del ego y los valores del cuerpo no tiene por qué acabar en un antagonismo que escinda la personalidad. En virtud de su relación polar, los dos conjuntos de valores pueden estimular y enriquecer la personalidad. Así, el hombre que es realmente un individuo puede ser agudamente consciente de su hermandad con otros hombres y de su dependencia de la naturaleza y el universo. Su control rebela que es dueño de sí mismo; posee autocontrol y su conocimiento le sirve para reforzar su fe en la vida, no para minarla ni negarla.

A un verdadero individuo, en contacto con su cuerpo y seguro de su fe, se le puede confiar poder. No se le subirá a la cabeza, porque no juega un papel importante en su vida personal. Y la persona que cree en el poder y la gusta, se volverá un demagogo (o semidios) que sólo puede actuar destructivamente, no creativamente.

El mundo se halla actualmente en un punto peligroso y desesperado porque tenemos demasiado poder y muy poca fe.
La violencia y la depresión son dos reacciones al sentimiento de impotencia. Otra es volcarse en las drogas y el alcohol; el consumidor de drogas contrarresta el sentimiento de impotencia a través de sus efectos narcóticos y alucinatorios. Pero ninguno de estos caminos de resultado. La única salvación está en la fe.

viernes, 25 de abril de 2014

Las bases biológicas de la fe y la realidad, parte 2



La importancia de la fe

 ¿Qué importancia tiene la fe? ¿Puede el hombre vivir sin ella? Esta cuestión merece una atención seria, ya que la supervivencia del hombre no está garantizada y su vida no está libre de la desesperación. ¿Qué es la fe? Como todas las palabras, puede usarse con ligereza. Es muy fácil decir: “Debes tener fe”, como se podría decir “tienes que amar”. Pero un momento de reflexión basta para darse cuenta de que ni las palabras ni las afirmaciones pueden añadir estas cualidades esenciales a la vida de una persona.

Existe una conexión íntima entre la enfermedad y la pérdida de fe. Estamos asistiendo a un aumento en la incidencia de la depresión por un lado y la correspondiente desilusión y pérdida de fe por el otro. La persecución frenética de la diversión y la demanda continua de estimulantes apoyan esta observación.
Vemos un deterioro constante de los valores morales, un debilitamiento progresivo de los lazos religiosos y comunitarios que ligan el bienestar de un hombre con el del otro, una disminución de la espiritualidad junto con un aumento del énfasis en el dinero y en el poder. “¿A dónde va este mundo?”. La opinión general diría que estamos viviendo tiempos depresivos, y realmente es así.

Son depresivos, no porque sean difíciles, sino porque nuestra fe se ha visto minada progresivamente. La gente ha vivido tiempos más difíciles sin deprimirse.
Cuando se pierde la fe, parece perderse también el deseo y el impulso de alcanzar cosas, de comunicarse y luchar. El individuo siente que no hay nada que alcanzar y adopta una actitud última de “¿Para qué?”
Seguir las reglas es un camino seguro; pero no es el camino del placer ni de
la fe en la vida.

Si intentamos comprender la condición humana en términos de conceptos objetivos y científicos, dejaríamos fuera todo un dominio de la experiencia humana. Las relaciones entre dos personas, o de una persona con el universo, pertenecen a ese dominio. La religión surgió de la necesidad de comprender estas relaciones, y no nos podemos permitir el ignorarlas. Al tratar de comprender la relación del hombre consigo mismo y con su mundo no podemos olvidar el concepto de fe.
La fe pertenece a un orden de experiencia diferente de del conocimiento. Es más profunda que éste, puesto que ha menudo le precede cómo base de acción y continúa afectando el comportamiento incluso cuando su contenido es negado por el conocimiento objetivo. Rezar es un buen ejemplo. Muchos de los que rezan saben que su oración no es capaz de modificar el curso de las cosas; pero el saberlo no los detiene, porque para ellos rezar es una expresión de fe. Sienten que esa expresión tiene un efecto positivo y que gracias a ello son capaces de soportar la carga. Para rezar no es necesario creer en una deidad omnipotente. El poder de la oración se basa en la fe que la persona manifiesta. Se dice que la fe obra milagros, y veremos que existen buenas razones para creerlo.

Un acto de amor también es una expresión de fe. En el acto de amor uno abre el corazón a otro y al mundo. Esta acción, que llena al mundo de una alegría inexplicable, le expone también a un daño profundo. Por consiguiente sólo puede hacerla quien tiene fe en la humanidad del hombre y en toda la naturaleza. La persona que no tiene fe no puede amar.

Si no tuviéramos fe en que nuestro esfuerzo va a ser recompensado, faltaría la motivación para esforzarse. La necesidad no es un incentivo suficiente. Los pacientes depresivos tienen la misma necesidad de funcionar que todo el mundo, pero eso no les mueve. Se han rendido; han perdido la fe y se han resignado a morir.

La íntima conexión entre pérdida de fe y muerte aparece clara en situaciones de crisis. En asuntos de vida o muerte la fuerza de la fe puede ser el factor decisivo que empuje a un hombre a sobrevivir allí donde otros mueren.
Una prueba de fe realmente extraordinaria fueron los campos de concentración en la Alemania nazi. Para los que parecía un milagro sobrevivir a aquel horror. Pero el caso es que muchos sobrevivieron, entre ellos Victor Frankl, un psiquiatra austriaco. La observación de sus compañeros le condujo a la conclusión de que los únicos que sobrevivían eran las personas para las que la vida tenía algún significado. Aquellos a los que les faltaba esa convicción se abandonaban y morían. Les faltaba la voluntad de seguir luchando ante la tortura, la crueldad, traiciones, privaciones y degradaciones.

La fe de una persona es la expresión de su vitalidad interior como ser viviente, igual que su vitalidad es una medida de su fe en la vida; ambas incumben a procesos biológicos dentro del organismo.
La fe es la fuerza que sostiene la vida, tanto en el individuo como en la sociedad, y la que la mantiene en movimiento. Es, por tanto, la fuerza que une al hombre con su futuro. Cuando se tiene fe, se puede albergar confianza en el futuro, aún en periodos en los que los sueños o esperanzas no parece que vayan a cumplirse.

Y sin embargo, no es el vínculo a un futuro personal lo que es esencial en la fe. Muchas personas han sacrificado su futuro individual en aras de su fe, que han preferido morir antes que renunciar a ella. Lo cual sólo puede indicar que para ellos la supervivencia sin fe no valía la pena.

miércoles, 23 de abril de 2014

Las bases biológicas de la fe y la realidad, parte 1

Resumen de algunos capítulos del LIbro "La Depresión y el Cuerpo" de Alexander Lowen, 1982, Ed. Alianza, Madrid.

“Las Bases Biológicas de la Fe y la Realidad”



Amor versus disciplina

El amor no se puede separar de la libertad y el placer. Nadie ama de verdad si limita en la persona amada la libertad de ser, para expresarse y para actuar por sí mismo. Si queremos a alguien, lo queremos ver feliz y alegre, no desgraciado y sufriendo. Otro punto importante es que las acciones amorosas vengan dictadas por el corazón, no por la cabeza.

Es difícil ver la manera de combinar amor y disciplina. La disciplina está tan metida en nuestra vida y en nuestro pensamiento que no podemos ver sus peligros. La civilización occidental iguala obediencia y deber con amor. “Quien bien te quiere te hará llorar”, se dice comúnmente. Por otra parte, ve al placer como pecado, mientras que el trabajo y la productividad son virtudes cardinales. De igual manera, considera el cuerpo como un aspecto inferior de la naturaleza humana.

Mi argumento principal en contra de la disciplina en el hogar se funda en la relación que se impone entre padres e hijos.  Cuando un padre se arroga el derecho de castigar, se coloca en el lugar del juez. El hecho de juzgar destruye una relación basada en el amor. El amor exige comprensión, el juzgar requiere omnisciencia.

¿El niño es igual a sus padres? En sabiduría, madurez y responsabilidad, por supuesto que no. Pero sí en el sentido de que sus sentimientos son tan importantes como los de los adultos. Lo característico de una relación amorosa es que la persona amada sea tan importante para nosotros como nosotros lo somos para ella. Si el sentimiento de igualdad no está presente, la relación se convierte en la de amo y sirviente.

Otra relación que ha degenerado hacia un status de inferior y superior es la que se da entre profesor y alumno. Educar por definición, significa conducir o guiar a alguien. Un profesor debería conducir a sus alumnos por el camino del aprendizaje y del conocimiento, no empujarlos con amenazas y castigos.
Como no tenemos verdadera fe en nuestro sistema, nos valemos de una fórmula de premios y castigos para motivar la conducta. No hay que pensar mucho para comprender por qué nuestros estudiantes odian casi universalmente la escuela.

No hace falta llevar las escuelas como instituciones penales. Cualquier niño que sea libre está ansioso de aprender lo que le interesa. El sistema de premios y castigos es innecesario. Además, este nuevo procedimiento restablece la relación natural entre profesor y estudiante, como iguales y amigos, en la aventura conjunta del aprendizaje.

La gran decepción en el juego que practican los padres con los hijos es el pretender que pueden amar y ser objetivos, implicarse y desligarse al mismo tiempo. Tal pretensión les permite negar sus sentimientos cuando resulte inconveniente admitirlos. Así, por ejemplo,  se puede acusar al niño de rebelde aun cuando sus acciones sean una respuesta a la hostilidad de sus padres, o pueden ser sordos e inflexibles ante un niño llorando a favor de la disciplina y la coherencia. Negarán placer al niño por envidia (a ellos se lo negaron de niños) y se enorgullecerán de no mimarlo.

Los padres se enganchan con este juego, porque muchos creen realmente que hacen lo mejor por el niño. Pero pensar que el administrar un castigo doloroso al niño tendrá un efecto positivo sobre su personalidad, es una forma de engañarse. Producirá temor, lo cual puede hacer que el niño sea mas sumiso, pero no mas amoroso. Los padres fueron también niños y seguramente víctimas de esa manipulación. ¿Por qué lo han olvidado?
 Para contestar, tenemos que averiguar lo que pasa con el niño sometido a este tratamiento.

Los niños no pueden escoger entre aceptar y rechazar los engaños que utilizan sus padres; no son agentes independientes, el amor y la aprobación de los padres es una cuestión de vida o muerte para ellos. La mayoría de los niños pasarán por  una época de rebeldía. Desgraciadamente, sus esfuerzos sólo sirven para alienar mas a sus padres, que acaban viendo al niño como un loco, un monstruo o un salvaje. Se le fuerza a ceder, lo que significa que finalmente aceptará la idea de que uno debe merecer el amor y debe ganarse el placer. Acabarán creyendo que no son queridos porque no lo han merecido.

 El niño que toma la decisión de seguir el juego, ha hecho un mal negocio; pues tendrá que reprimir sus sentimientos negativos y hostiles. Forzado a dejar de un lado sus derechos innatos, haga lo que haga no puede ganar.
Los padres que juegan a este juego piden lo imposible. Su motivación inconsciente es transferir al niño la culpa por no ser unos padres amorosos. Y el niño acepta la culpabilidad con el fin de alimentar la ilusión de que el amor de los padres sigue siendo asequible.

Toda persona depresiva está atrapada en los cuernos de un dilema. Una parte de él mismo le dice: “Lucha, sigue, es tu única oportunidad”. La otra: “Abandona, no tienes nada que hacer”.

Lo contrario de la disciplina no es la permisividad. Un padre permisivo es un padre confuso que tiene dudas sobre el uso de la disciplina, pero no sabe con que reemplazarla. Se verá sometido a prueba y desafiado por el niño, que tiene que saber exactamente dónde se encuentra.

La permisividad no es el equivalente del amor. Un niño educado en un hogar permisivo puede estar tan falto de amor como el del hogar autoritario, y aun podrá tener mayores dificultades para jugarlo, ya que las reglas son vagas y confusas. Al no encontrar por ningún lado la fe que necesita para vivir se deprimirá.
El problema con la permisividad es que no es una actividad positiva sino negativa. El padre o el profesor permisivo, han rechazado la tesis de la disciplina estricta, pero no la han reemplazado por una moral interior que les proporcione la seguridad y el orden necesarios para una verdadera libertad.
El padre permisivo está tan confuso con él mismo como lo está en sus relaciones con sus hijos. Y así no es de extrañar que se le venga el mundo encima.

Ni la permisividad ni la disciplina rígida son la respuesta a los tiempos difíciles que corren. La autodisciplina debe reemplazar a una disciplina autoritaria ya obsoleta. Esto está en la línea de la autoconciencia y de la autoexpresión, que necesariamente incluyen conceptos de autodominio y autocontrol.
El padre que se ejercita en la autodisciplina moverá a su hijo a adquirir la misma función, permitiéndole que tome mayor responsabilidad por la satisfacción de sus necesidades. El concepto que subyace aquí es el de autorregulación, que empieza en la primerísima infancia con lo que se llama alimentación por demanda.
El niño que aprende a regularse a sí mismo tendrá fe en su propio cuerpo y en sus funciones y se convertirá en una persona autodirigida y capaz de autodisciplina.

La autorregulación difiere de la permisividad en aspectos importantes. No representa un abandono de la responsabilidad de los padres. Los padres que creen en la autorregulación tienen la responsabilidad de estar “allí” siempre que el niño los necesite. La autorregulación acepta al niño como es, un organismo animal nuevo, y le permite ser único.
La autorregulación no significa que los padres se abstengan de dar algunas reglas o poner algunos límites a las acciones del niño. Si no fuera así, sería el caos. Un niño espera de sus padres guía y dirección. Pero las reglas no deben ser rígidas ni los límites inflexibles, ya que su finalidad es aumentar la seguridad del niño y no negar su voluntad. Y por encima de todo, no pueden ser arbitrarias; deben guardar relación directa con la forma de vivir de los padres; es decir, los padres deberían vivir según las mismas reglas básicas que imponen a sus hijos. No puede ser que haya unas reglas para los padres, que tienen el poder, y otras para los hijos, que no lo tienen.

Si los padres confían en su forma de vida, y esa forma de vida está basada en la fe, sus reglas y límites reflejarán esa confianza. Esto no lleva a preguntarnos ¿Qué es la fe?
Todo acto basado en la fe es una manifestación de amor. Una madre o un padre amoroso no es ni permisivo ni disciplinario; el calificativo que mas le cuadra es el de “comprensivo”. Comprende la necesidad que tienen el niño de un amor y una aceptación incondicional. Comprende también que no es una cuestión de palabras sino de sentimientos expresados en acciones.
Una madre amorosa es quién se da, quién da su tiempo, su atención, su interés. Para saber cuánto quiere una madre a su hijo, sólo es necesario saber el tiempo que le dedica y cuanto placer le da a su hijo. El placer que siente una madre con su hijo es exactamente igual al que siente el hijo por su madre. El amor está basado en un placer compartido. El placer de una persona aumenta el placer de la otra, hasta que el sentimiento entre ambos es de alegría.

Los padres amorosos quieren ver a su hijo feliz. Quieren que disfrute de la vida. Esta actitud y los sentimientos que la acompañan, dan al niño fe en la vida: primero fe en sus padres, después fe en él mismo y por último, fe en el mundo. Los padres pueden hacer esto por un hijo si ellos mismos tienen fe. Pero poca gente la tiene, nuestra civilización la margina. Hablamos del amor pero veneramos el poder. 

lunes, 21 de abril de 2014

Citas de los Evangelios, Juan


JUAN:


“En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el verbo ere Dios”. Jn.1-1.

“Vino a lo que era suyo, y los suyos no le recibieron”. Jn.1-11

“Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Hijos de Dios”. Jn.1-12

“Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero le gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”. Jn.1-17

“Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías”. Jn.1-23

“Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, él me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo”. Jn. 1-33

“Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.”. Jn.1-46

“Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre”. Jn.1-51

“Y habiendo comenzado a faltar el vino, la madre de Jesús le dijo:  No tienen vino”. Jn. 2-3

“Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;”. Jn.2-15

“Pero el se refería al templo de su cuerpo”. Jn. 2-21

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no nace de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”. Jn. 3-3

“El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido; pero no sabes de dónde viene, ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”. Jn.3-8

“…para que todo aquel que cree en él, no perezca, sino que tenga vida eterna”.
Jn. 3-15

“Pero el que practica la verdad viene a la luz, para que sean manifiestas sus obras, que han sido hechas según Dios”. Jn. 3-21

“Es necesario que él crezca, y que yo mengüe”. Jn.3-30

“…pero el que beba de agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en una fuente de agua que salte para vida eterna”. Jn-4-14

“Dios es Espíritu; y los que le adoran, es necesario que le adoren en espíritu y en verdad”. Jn. 4-24

“Jesús les dijo:  Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió, y llevar a cabo su obra”.Jn. 4-34

“Entonces Jesús le dijo: Si no veis señales y prodigios, de ningún modo creéis”.  Jn.4-48

“Y Jesús les respondió: Hasta ahora mi padre trabaja, y yo también trabajo”. Jn. 5-17

“Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el hijo da vida a los que quiere”. Jn.5-21

“…y también le dio autoridad de ejecutar juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre”. Jn. 5-27

“Pero yo no recibo testimonio de parte de hombre alguno; mas digo esto para que vosotros seáis salvos”. Jn.5-34.

“¿Cómo podéis vosotros creed, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?”. Jn.5-44

“Y cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada”. Jn.6-12

“Mas él les dijo: Yo soy; no temáis”. Jn.6-20.

“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna, la cual os dará el Hijo del Hombre;”. Jn.6-27

“Le dijeron pues: Señor, danos siempre este pan”. Jn.6-34

“Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió”. Jn.6-38

“Yo soy el pan de la vida”. Jn.6-48

“Porque ni aún sus hermanos creían en él”. Jn.7-5

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” Jn. 7-38.

“Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en arrojar la piedra contra ella”. Jn.8-7

“Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo si queda para siempre“.  Jn.8-35

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él ha sido homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, pues no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla; porque es mentiroso, y padre de la mentira”. Jn. 8-44

“Y a mí, porque yo digo la verdad, no me creéis”. Jn.8-45

“Respondió el hombre, y les dijo: Pues en eso está lo asombroso, en que vosotros no sepáis de donde es, y a mí me abrió los ojos”. Jn.9-30.

“Mas el que entra por la puerta, es pastor de las ovejas”. Jn. 10-2.

“De cierto, de cierto es digo: Yo soy la puerta de las ovejas”. Jn.10-7.

“Yo soy el buen pastor; el buen pastor de su vida por sus ovejas”. Jn. 10-11

“Por eso me ama el padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar”. Jn.10-17

“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá”. Jn. 11-25.

“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto”. Jn. 12-24.

“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora”. Jn. 12-27.

“Entretanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz”. Jn. 12-36.

“Porque amaban (los fariseos) más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. Jn.12-43.

“Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros”. Jn.13-14.

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros”. Jn.13-34.

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos con los otros”. Jn. 13-35.

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por medio de mí”. Jn.14-6.

“Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; si no, creedme por las mismas obras”. Jn.14-11.

“Así como el Padre me ha amado, también yo os he amado; permaneced en mi amor”. Jn. 15-9.

“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado”.  Jn.15-12

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Jn.15-13

“Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; sino que os he llamado amigos, porque todas las cosas que le oí a mi Padre, os las he dado a conocer”. Jn.15-15.

“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros”. Jn.15-18.

“La mujer, cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo”. Jn.16-21.

“Hasta ahora, nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo esté completo”. Jn.16-24

“Estas cosas os he hablado para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis aflicción; pero tened ánimo, yo he vencido al mundo”. Jn.16-33

“Yo te he glorificado en la tierra; he llevado a término la obra que me diste a realizar”. Jn.17-4.

“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”. Jn.17-18.

“Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?”. Jn.18-11.

“Jesús le respondió: Yo he hablado públicamente al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los judíos , y nada he hablado en oculto”. Jn. 18-20.

“Jesús le respondió:  Si he hablado mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas?”.
 Jn.18-23.

“Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”. Jn. 18-37.

“Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes” Jn. 19-24.

“Mujer, he ahí  tu hijo”. Jn. 19-26.

“Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Rabuní!”. Jn.20-16.

“Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo”.
Jn. 20-21 y  22.

“Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, has creído; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. Jn.20-29.

“Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado”. Jn. 21-13.

“De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías tú mismo, e ibas donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras”. Jn. 21-18.

viernes, 18 de abril de 2014

Citas de los Evangelios, Lucas


LUCAS:

“Y María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y se marchó el ángel de su presencia”. Lc. 1-38

“Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor”. Lc.3-4

“Está escrito: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.”. Lc.4-4

“En verdad os digo que ningún profeta es persona grata en su pueblo”. Lc. 4-24

“Deja de temer; desde ahora serás pescador de hombres”. Lc. 5-10

“No he venido a llamar al arrepentimiento a justos, sino a pecadores”.Lc. 5-32

“ Sino que el vino nuevo debe echarse en odres nuevos; y lo uno y lo otro se conservan”. Lc. 5-38

 “El hijo del Hombre es dueño hasta del sábado”. Lc. 6-5

“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os odian”. Lc. 6-27

“A todo el que te pida , dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames”. Lc. 6-30

“ Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros por ellos”. Lc. 6-31

“No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados”. Lc. 6-37

 “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?¿No caerán ambos en un hoyo? “Lc 6-39

“Porque no hay árbol de buena calidad que produzca fruto desabrido; ni árbol de mala calidad que produzca fruto excelente“. Lc. 6-43.

“Ha venido el Hijo del Hombre que come y bebe y decís: He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de cobradores de impuestos y pecadores”. Lc. 7-34

“Pero lo que cayó en tierra buena, éstos son los que, después de haber oído la palabra con corazón bueno y recto, la retienen, y dan fruto por su constancia”. Lc. 8-15

“Nadie que enciende una lámpara la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entran vean la luz”.
Lc. 8-16

“Mi madre y mis hermanos son éstos que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Lc. 8-21

“Y les dijo: no toméis nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero; ni llevéis dos túnicas”.
 Lc. 9-3.

“Pues ¿qué aprovecha al hombre, si gana todo el mundo, y se destruye o se pierde a sí mismo?”. Lc. 9-25

“Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no está contra vosotros, está de nuestra parte”. Lc. 9-50

“Porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas”.
 Lc. 9-56.

“Las zorras tienen guaridas;  y las aves de los cielos, nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar la cabeza”. Lc. 9-58

“Deja que los muertos entierren a sus muertos, y tu ve, y anuncia por doquier el reino de Dios.” Lc. 9-60

“Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”.Lc.9-62.

“Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. Lc. 10-1

“En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz a esta casa. Y si hubiese allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros. Lc.10-6

“En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el Reino de Dios. Lc. 10-9

“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos someten en tu nombre”.
Lc. 10-17

“Pero no os regocijéis de que los espíritus se os someten, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. Lc. 10-20

“En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu Santo, y dijo: Yo te alabo, OH Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y entendidos, y las has revelado a niños. Lc. 10-21

“Pero un Samaritano que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a compasión.” Lc. 10-33

“Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, estás  preocupada y acongojada con muchas cosas. Pero solo un cosa es necesaria; y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada”. Lc.10-42

“Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.Lc. 11-9

“Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae. Lc.11-17

“Y el dijo: Bienaventurados mas bien los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Lc.11-28

“Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor”.  Lc.11-36

“¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley!, porque habéis quitado la llave del conocimiento; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis:” Lc. 11-52

 Primeramente, guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Lc.12-1

“No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.”Lc. 12-4

“…mas el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.” Lc.12-9

“A todo aquel que diga alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no le será perdonado”. Lc.12-10

“…porque el Espíritu Santo os enseñará en esa misma hora lo que se debe decir”  Lc. 12-12

“Mirad y guardaos de la avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia que tenga a causa de sus posesiones.” Lc. 12-15

“Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedir tu alma; y lo que has provisto, ¿para quién será?. Así es el que atesora para sí mismo, y no es rico para con Dios”  Lc. 12-21

“La vida es más que la comida; y el cuerpo, más que el vestido”. Lc.12-23

“Vosotros, pues, no andéis buscando lo que habéis de comer, ni lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.” Lc.12-29

“Buscad más bien el Reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas” Lc. 12-31

“Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” Lc. 12-34

“Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá”. Lc. 12-40

“…porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se la exigirá; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”. Lc.12-48

“Fuego vine a echar en la tierra; y ¡como deseo que se haya encendido ya!” Lc.12-49

“¡Hipócritas! Sabéis averiguar el aspecto del cielo y de la tierra; ¿y no averiguáis este tiempo?” Lc.12-56

“¿Y por que no juzgáis por vosotros mismos lo que es justo?” Lc.12-57

“Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cave alrededor de ella, y la abone. Y si da fruto, bien; y si no, la cotarás después”. Lc. 13-9

“ Y a ésta que es hija de Abraham, a quién Satanás tuvo atada durante dieciocho años, ¿ no se le debía desatar de esta ligadura en Sábado?”. Lc. 13-16

“El Reino de Dios es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas”. Lc.13-19

“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán”.
Lc. 13-24

“Y de aquí que hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos”.  Lc. 13-30

“Y les dijo: Id, y decidle a ese zorro: Yo echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra”. Lc.13-32

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!” Lc. 13-34

“Antes bien, cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;”. Lc. 14-13

“Sal inmediatamente por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos”. Lc. 14-21

“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”.
Lc.14-33.

 “Buena es la sal; mas si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se sazonará?”. Lc.14-34

“…. y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Éste recibe a los pecadores, y come con ellos.” Lc.15-2

“Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.”Lc.15-6

“Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” Lc.15-10

“ Y levantándose, marchó hacia su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a compasión, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó efusivamente.” Lc. 15-20

“Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano estaba muerto, y ha revivido; se había perdido, y ha sido hallado.” Lc. 15-32.

“Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando tengáis que dejarlas, os reciban en las moradas eternas.” Lc. 16-9

“Pues si no fuisteis fieles en las riquezas injustas, ¿quién os confiará lo verdadero?” Lc.16-11

“Ningún siervo puede servir a dos Señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” Lc. 16-13

“…pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por muy estimable, delante de Dios es abominación.”Lc. 16-15

“La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces se predica la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.” Lc.16-16

“Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces al día, diciendo: Me arrepiento; perdónale.”Lc. 17-4

“Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería. Lc. 17-6

“Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues hemos hecho lo que debíamos hacer.” Lc. 17-10

“Tomando la palabra Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los otros nueve, ¿dónde están?.” Lc.17-17

“El Reino de Dios no viene con advertencia, ni dirán: Aquí está, o: Allí está; porque el Reino de Dios está en medio de vosotros.”Lc.17- 20 y 21.

“Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado.”
Lc.17-34

“Donde esté el cuerpo, allí se juntarán también las águilas”. Lc. 17-37

“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? “Lc 18-7

“Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”. Lc.18-16

“¡Cuán  difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Lc 18-24

“Jesús le dijo:  Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto también el es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Lc. 19-10  

“Pues yo os digo que a todo el que tiene, se le dará; mas al que no tiene, aún lo que tiene se le quitará.” Lc.19-26

“Y si alguien os pregunta:¿Por qué lo desatáis?, le responderéis así: Porque el Señor lo necesita.”Lc. 19-31

“…y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”.Lc.19- 44

  “Escrito esta: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”. Lc.19-46

“¿Qué es, pues, esto que está escrito: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser piedra angular?”. Lc 20-17

“Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. Lc.20-25

“Porque tampoco pueden ya morir, pues son como ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección”. Lc.20-36

“Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven”.
Lc.20-38

“…..que devoran las casas de las viudas, y por cubrir las apariencias  hacen largas oraciones; ésos tendrán una sentencia mas rigurosa.” Lc.20-47

“De esto que estáis contemplando, días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada”. Lc. 21-6

“Proponed en vuestros corazones no proponer de antemano vuestra defensa; porque yo os daré palabras y sabiduría , a la cual no podrán contradecir ni resistir todos los que se os opongan”.Lc. 21-14 y 15.

“Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas”.Lc. 21-19

“Entonces verán al hijo del hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria”. Lc.21-27

“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre“. Lc.21-36.

“Y enseñaba de día en el templo; y salía a pasar las noches en el monte que se llama de los Olivos. Y todo el pueblo venía a él de madrugada, para oírle en el templo.” Lc.21-37y38.

 “Y él consintió plenamente, y buscaba una oportunidad para entregárselo a espaldas del pueblo”.Lc.22-6

“Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve”. Lc.22-27

“Y les dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado ¿acaso os faltó algo? Ellos dijeron: Nada.” Lc.22-35

“…y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.”    Lc. 22-46

“Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre” Lc.22-48

“… y Pedro se acordó de las palabras del Señor, como le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Y saliendo afuera, lloró amargamente”. Lc.22-62

“y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: ¡Adivina!, ¿quién es el que te ha golpeado?”. Lc. 22-64

“Pero desde ahora en adelante el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios.” Lc.22-69

“Pero ellos porfiaban, diciendo: Solivianta al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.” Lc.23-5

“Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.” Lc. 23-12

 “Pero toda la multitud dio voces a una diciendo: ¡Fuera con ese, y suéltanos a Barrabás!”. Lc. 23-18

“Porque si en el leño verde hacen estas cosas, ¿qué sucederá con el seco?”. Lc.23-31

“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso”.  Lc. 23-43

“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?”. Lc.24-5

“Entonces él les dijo: ¡ Oh  insensatos, y tardos de corazón para creer en todo lo que los profetas han dicho!”. Lc.24-25

“¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?” Lc.24-26

“…y como le habían reconocido al partir el pan”. Lc. 24-35

“Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y él lo tomo, y comió a la vista de ellos”.
Lc. 24-42 y 43.

“…y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”. Lc 24-47

“…y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén”. Lc.24-53.

miércoles, 16 de abril de 2014

Citas de los Evangelios, Marcos




MARCOS:


“Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Haced derechas sus sendas”.
Mr. 1-3.

“El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.
 Mr.1-15.“Y les decía: El sábado fue instituido para el hombre, y no el hombre para el sábado. Por tanto, el Hijo del Hombre es también señor del sábado”. Mr. 2-27 y 28.

“Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de un pecado eterno”. Mr. 3-29.

“Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana, y mi madre”. Mr. 3-35.

“Otros, en fin, son los que fueron sembrados en tierra buena; los cuales oyen la palabra y la reciben, y dan fruto al treinta, al sesenta, y al ciento por uno”. Mr. 4-20

“Les decía también: Atended a lo que oís; con la medida con que  midáis, os será medido, y aun se os añadirá”. Mr. 4-24.

“¿A que compararemos el reino de Dios?. Es como un grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es mas pequeño que todas las semillas que hay en la tierra; pero después de sembrado, crece, y se hace mayor que todas las hortalizas, y echa unas ramas tan grandes, que las aves del cielo pueden cobijarse bajo su sombra”.  Mr.4- 30, 31 y 32.

“No hay profeta sin honra, excepto en su propio pueblo, entre sus parientes, y en su casa”. Mr. 6-4.

“Llamando a los doce, comenzó a enviarlos de dos en dos, y les daba autoridad sobre los espíritus inmundos”. Mr. 6-7.

“No hay nada fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino que lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre”. Mr. 7-15.

“Porque ¿Qué provecho hay en que una persona gane el mundo entero y que pierda su alma? Mr. 8-36.

“Jesús  le dijo: Si puedes creer, todo es posible para el que cree” Mr. 9-23

“Cualquiera que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mi me recibe”. Mr.9-37

“Pues el que no está en contra de nosotros, está a favor de nosotros”. Mr. 9-40

“Buena es la sal; pero si la sal se vuelve insípida, ¿con qué la sazonaréis ?. Tened sal en vosotros mismos, y estad en paz los unos con los otros”. Mr.9-50

“Dejad que los niños vengan a mí; no se los impidáis , porque de los que son como éstos es el reino de Dios”. Mr.10-14

“En verdad os digo, quienquiera que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él”.Mr.10-15

“Jesús le miró y sintió afecto por él, y le dijo: Una cosa te falta; anda, vende cuanto tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz”. Mr.10-21

“Hijos,¡qué difícil es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas!”.
Mr. 10-24

“ y cualquiera que desee entre vosotros ser primero, será esclavo de todos”.Mr.10-44

“Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre, el que está en los cielos, perdonará vuestras transgresiones”. Mr.11-26

“La piedra que desecharon los constructores, ha venido a ser piedra angular”.
Mr. 12-10

“No es un Dios de muertos, sino de vivos”. Mr.12-27

“Y cuando os conduzcan para entregaros, no os preocupéis de antemano por lo que  vais a hablar, sino hablad lo que se os comunique en aquel momento; porque no sois vosotros los que estáis hablando, sino el Espíritu Santo”. Mr.13-11

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. Mr. 13-31

“Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: Velad”. Mr.13-37

“Y en verdad os digo: Dondequiera que se proclame el evangelio, en el mundo entero, se dirá también en memoria de ella lo que ha hecho”. Mr.14-9

“Y les dijo: Id por el mundo y proclamad el evangelio a toda criatura”. Mr. 16-15

lunes, 14 de abril de 2014

Citas de los Evangelios, Mateo

A modo de ejercicios cuaresmales, he repasado los cuatro evangelios autorizados, y he anotado las citas, con los capítulos y versículos que me han parecido mas relevantes, a fin de que despierte el recuerdo y si se quiere repasar el suceso completo, se localice fácilmente. Comenzando con:


MATEO:

“Voz de uno que grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas”. Mt. 3-3

“Todo árbol que no produce buen fruto es cortado y arrojado al fuego” Mt. 3-10

“Este es mi hijo, el amado, en quien he puesto mi complacencia” Mt. 3-17

“No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Mt. 4,4

“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” Mt. 4-17

“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. Mt.4,19

“Bienaventurados los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios” Mt. 5-8

“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Mt.5,9

“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” Mt. 5-10

“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se vuelve insípida. No sirve ya de nada” Mt. 5-13

“Vosotros sois la luz del mundo” Mt. 5-14

“Si vuestra justicia no supera a la de los escribas y fariseos, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos” Mt.5-20

“Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no lo desatiendas”. Mt.5-42

“Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y persiguen; para que así lleguéis a ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”. Mt. 4, 44y45

“Pero si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” Mt. 6-15

“No alleguéis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corroen, y donde los ladrones horadan y hurtan” Mt.6-19

“Porque donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón” Mt.6-21

“La lámpara del cuerpo es el ojo; así que , si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará
lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que , si la luz que hay en ti es tinieblas,¿cuán grandes no serán las tinieblas mismas?”.
Mt.6-22y23.

“Nadie puede servir a dos Señores”. “No podéis servir a Dios y a las riquezas”
Mt.6-24

“No os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia inquietud. Le basta a cada día su propio mal”. Mt.6-34

“No juzguéis, para que no seáis juzgados” Mt.7-1

“¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” Mt.7-5

“Entrad por la puerta estrecha; porque es ancha la puerta, y espacioso el camino que lleva  a la perdición, y son muchos los que entran por ella”. Mt.7-13

“Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de los espinos, o higos de los abrojos?”Mt.7-16

“Las raposas tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza”. Mt.8-20

“Id pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”.Mt. 9-13

“Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y el desgarrón se hace mayor.”Mt.9-16

“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de regalo recibisteis, dad de regalo”. Mt.10-5

“Y si alguno no os recibe, ni oye vuestras palabras, al salir de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies”.Mt.10-14

“He aquí que yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas” Mt-10-16

“Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”.Mt.10-22

“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas no pueden matar el alma; temed  más bien a aquel que puede destruir el alma y cuerpo en el infierno”.Mt.10-28

“Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”. Mt.10-38

“Y cualquiera que dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fresca a uno de estos pequeñuelos por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa” Mt.10-42

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: Tiene un demonio. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: Mirad un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. Pero la sabiduría queda justificada por sus hijos” Mt.11-18 y19

“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es cómodo, y mi carga ligera”. Mt. 11- 29 y 30

 “Porque el Hijo del Hombre es Señor del Sábado”. Mt. 12-8

“Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no quedará en pie”. Mt.12-25

“Por tanto os digo: Todo pecado o blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada”.Mt.12-31

“Y yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Mt.12-36 y 37

“Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana, y mi madre”. Mt.12-50

“Porque a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”.Mt. 13-12

“Al momento Jesús, tendiéndole la mano, lo agarró, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”. Mt.14-31

“No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre”. Mt.15-11

“¡Hipócritas! ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, y no podéis discernir las señales de los tiempos?” Mt.16-3

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”.
Mt. 16-16

“Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” Mt.16-24

Porque, ¿Qué provecho sacará el hombre de ganar el mundo entero, si pierde su alma? Mt. 16-26
 
“Si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero esta clase de demonios no sale sino con oración y ayuno. Mt. 17-20 y 21.

“Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es  el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como éste, a mi me recibe”. Mt. 18- 4 y 5.

“Y si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele a solas tú con él; si te escucha, has ganado a tu hermano”. Mt.18-15

“Porque donde están dos o tres congregados  en mi nombre, allí estoy en medio de ellos”. Mt. 18-20

“Si quieres ser perfecto, anda, vende tus posesiones, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme”.Mt. 19-21

“De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia y no le creísteis; pero  los publícanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle”. Mt. 21-31 y 32.

“Nunca leísteis en las Escrituras : La piedra que los constructores rechazaron, se ha convertido en piedra angular”. Mt. 21-42

“¡Hay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y el comino, y habéis dejado lo mas importante de la  ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”.  Mt. 23-23

“¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y os tragáis el camello! Mt. 23-24

“…y debido al aumento de la iniquidad, se enfriará el amor de la mayoría. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Mt. 24-12 y 13.

“Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”
Mt.24-40

“De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos mas pequeños, a mí me lo hicisteis”.Mt.25-40

“Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos que empuñen espada, a espada perecerán” Mt. 26-52.    

 “Por tanto, id y haced discípulos en todas las naciones, enseñándoles a guardar todas las cosas que os he mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Mt. 28-19 y 20

viernes, 11 de abril de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 61 (final)


EPÍLOGO
Jeremiah Abrams

Si el loco persistiera en su locura se tornaría sabio.
WILLIAM BLAKE

Soy autodidacta por naturaleza y, por consiguiente, me agrada aprender de la experiencia. Cuando presto atención a un determinado tema suelen ocurrir todo tipo de sincronicidades relacionadas significativamente - aunque no de un modo causal- con mis experiencias externas o con las experiencias de mis conocidos, lo cual me proporciona un feedback que no sólo me hace sentir renovado y confortado sino que también me confirma lo que es real y verdadero.
Durante la época de mi formación como terapeuta tuve, en numerosas ocasiones, la experiencia de que, cuando algo llamaba mi atención, ese mismo tema reaparecía en mi consulta el mismo día. Esto me desconcertaba tanto que lo descartaba como un simple producto de la percepción selectiva (el fenómeno por medio del cual el carterista que pasea por la calle no ve más que bolsillos). No obstante, la persistencia reiterada de estos incidentes a lo largo del tiempo terminó convirtiéndose para mí en una innegable evidencia.

Hoy mismo, por ejemplo, mientras estoy escribiendo este epílogo, he recibido la llamada de una joven preocupada por un sueño que tuvo la noche anterior. En mi trabajo analizo sueños de modo que he permanecido durante un rato al teléfono tratando de analizar su sueño cuyo fragmento más significativo paso a relatar a continuación: Mi paciente soñó que estaba trabajando agachada cuando sintió un fuerte dolor en la mitad de su espalda. Entonces se puso en pie y descubrió a una mujer de pelo negro arrojándole dardos.
Esa mujer era su sombra, representada por una persona del mismo sexo con el pelo de otro color (la soñante es pelirroja) ubicada a sus espaldas -como el inconsciente (lo que se halla detrás de nosotros, detrás de nuestra visión consciente)- aguijoneándola con los dolorosos dardos de la conciencia.

¡Entonces comprendí! La atención puede traer a la sombra a nuestra esfera inmediata. Cuando prestamos atención a nuestros aspectos alienados éstos cobran vida y terminan respondiendo.
Durante el proceso de elaboración de "Encuentros con la Sombra" este diálogo con los aspectos inconscientes se ha convertido para mí en una dimensión plenamente manifiesta. Este proceso ha terminado corroborando gran parte de mis experiencias y observaciones personales sobre la sombra y, lo que es más importante todavía, me ha obligado a trabajar con mi propia sombra. Durante más de un año he escrutado el rostro oculto de las cosas y he dado vueltas a estas ideas hasta que se han terminado convirtiendo en algo indiscutible. Mis sueños se han visto salpicados por la sombra, he tenido extraños encuentros con hombres misteriosos, he luchado en las tinieblas y he realizado asombrosos descubrimientos con compañeros inverosímiles.

Ahora conozco personalmente los efectos de la sombra, reconozco más fácilmente las imperfecciones de mi propia alma y dedico cada vez menos energía a mis aspiraciones y actitudes anteriores.
Junto a nuestras más creativas aptitudes se ocultan también nuestras potencialidades más destructivas. Nada cambiará en nosotros mientras no reconozcamos que nuestro enemigo más siniestro se agazapa en el interior
de nuestro psiquismo. Este reconocimiento constituye así un acto de contrición que jalona el inicio del cambio psicológico. El trabajo con la sombra constituye la condición indispensable del camino de la integración psicológica.

Pero, por mucho que hablemos de totalidad, nadie puede abrazar a la totalidad, al menos de un modo consciente. Nuestro conocimiento es esencialmente fragmentario y no resulta posible ser conscientes de todo
en todo momento.
Cualquier intento de conocer completamente a la sombra es tan infructuoso como pretender comprender plenamente los misterios de la creación ya que nuestro conocimiento siempre será limitado. Sólo podemos servir al principio de la realidad, aspirar a una vida auténtica y seguir buscando conscientemente los niveles más profundos de la verdad, recuperando a nuestro tramposo -a nuestro loco- recuperando lo que ha sido reprimido o negado y, de ese modo, descubrir su sentido personal. Así pues, sólo estaremos en condiciones de encontrar la sabiduría cuando estemos dispuestos a aceptar nuestra locura.

El humor facilita enormemente el trabajo de aceptación de la sombra. Cualquier cómico sabe intuitivamente que el humor constituye una manera inofensiva de liberar los confusos y peligrosos contenidos de la sombra.
El humor puede conmover nuestros temores y emociones reprimidas y liberarnos del embarazo y vergüenza que sentimos por nuestras debilidades. El humor puede mostramos la faceta más vulnerable de las cosas y
evidenciamos lo que no estamos dispuestos a admitir. Es muy probable que quien carezca de sentido del humor se halle muy desconectado de su sombra y sienta la imperiosa necesidad de seguir manteniendo la fachada de las apariencias. La risa nos permite liberar la energía atrapada en la oscuridad de la sombra. Como dice la canción country, «si no pudiéramos reír terminaríamos enfermando».

Cuando puedo reírme con lo demás -incluso de las cosas más serias e importantes- mi trabajo resulta más placentero y eficaz. En las fronteras de lo inapropiado se halla un territorio en el que merece la pena arriesgarse porque es ahí, en las fronteras de la conciencia, donde podemos descubrir la «Gran Vía» del Zen, el camino en el que el significado profundo de las cosas se mantiene a salvo de la tendencia de nuestra mente consciente a establecer todo tipo de demarcaciones. «Separar lo que te gusta de lo que te desagrada -dijo el tercer Patriarca Sengstan- es la enfermedad de la mente.»

En mi opinión, por tanto, la selección de ensayos e ideas que acabamos de presentar en este libro constituye una estimulante invitación al conocimiento creciente de nuestra ubicua sombra. Para ello bastará con que el lector lea unas pocas páginas y observe luego, a la luz de lo leído, su propia vida. A fin de cuentas, todo el mundo puede sacar provecho del trabajo con la sombra.
El trabajo con la sombra es una buena medicina que nos encamina hacia la búsqueda de una vida auténtica, lo que algunos llamarían llevar una existencia íntegra. Para ello deberemos enfrentamos a nuestro personalidad hipócrita (nuestra sombra) para poder decir -cuando nos hallemos postrados en nuestro lecho de muerte próximos al encuentro con el Hacedor- que hicimos cuanto pudimos de la mejor manera posible. Como dijo Gandhi: «El único diablo que existe en el mundo mora en nuestro propio corazón. Es ahí, a fin de cuentas, donde debemos librar nuestra más decisiva batalla».
Mientras no tomemos conciencia de la enorme influencia de la sombra en nuestras decisiones conscientes permaneceremos sujetos a su influjo. Sólo entonces podremos tomar decisiones claras y conscientes y liberarnos definitivamente del remordimiento, sólo entonces podremos elegir ser personas respetables y decidir comportarnos como alguien con quien se puede contar.

El trabajo con la sombra nos ofrece la extraordinaria oportunidad de disipar la tensión existente entre nuestra sombra y nuestro ego y, en ese sentido, de ser plenamente conscientes de nuestras decisiones. Si podemos elegir lo que hacemos en el mundo también podremos asumir la responsabilidad del mundo que creamos.

Entrar en la oscuridad con una luz
sólo nos permite conocer la luz.
Para conocer la oscuridad
hay que ir a oscuras.
Ve sin ver y descubre que la oscuridad
también florece y canta,
y puede ser hollada
por pies oscuros y por oscuras alas.
WENDELL BERRY

miércoles, 9 de abril de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 60



47. ESCRIBIENDO SOBRE
EL OTRO
Deena Metzger

Psicoterapeuta, profesora, poeta y novelista. Vive en Los Ángeles y es autora de Tree; The Woman Who Slept with Men to Take the War Out of Them; What Deena Thought y Looking for Faces of God.

La sombra -ese elusivo fantasma del que no podemos escapar y con el que resulta difícil establecer contacto- es nuestra propia imagen oscura. Por consiguiente, para conectar con la sombra debemos estar dispuestos a entrar en su morada -la oscuridad- a convivir con lo desconocido y a sentir que somos la misma oscuridad.
Dirigirnos hacia la sombra nos enfrenta al miedo a ser devorados por ella, pero de no hacerlo así, corremos el riesgo de que termine abatiéndose violenta y furtivamente sobre nosotros.
¿Pero cómo conectar con la sombra? Para ello debemos reconocer que hay ciertas facetas que normalmente consideramos extrañas y ajenas -aspectos que solemos aborrecer, desdeñar o rechazar en nosotros mismos- y aceptar que por más abominables que puedan parecernos forman parte de nosotros mismos. El hecho de que existan partes de nuestro Yo que son extraños y al mismo tiempo próximos a nosotros mismos, es uno de los principales misterios del psiquismo. Su reconocimiento y aceptación, sin embargo, constituye una especie de declaración de paz que anima a la sombra a emerger.

Todos somos conscientes de que la sombra se extiende a medida que cae el día y de que la noche es su morada. En el acto de escribir existe también una situación parecida a ésta, el momento en el que la luz meridiana de la razón se atenúa. En esas circunstancias -al desaparecer la luz que podría aniquilarla y de la cual, por consiguiente escapa, es muy probable que la sombra responda a nuestra invocación y termine por hacer acto de presencia.
Con estas ideas en la mente he elaborado una serie de preguntas y ejercicios imaginarios que pretenden evidenciar la sombra a través de la escritura y el desarrollo de personajes e historias. Se trata de un conjunto de cuestiones tan arriesgadas para el Yo como para la sombra y que, por ello mismo, favorece la manifestación de la sombra.
Las primeras preguntas aspiran a definir el territorio en el que reside la sombra, un territorio en el que reconocemos que la sombra es un continuo de nosotros mismos en el que nos convertimos cuando vamos al otro lado. La sombra, por así decirlo, es nuestro rostro oscuro.

¿Cuáles son las cualidades o los atributos de aquellas personas a quienes encuentra más distintas a sí mismo?
Recuerde una época en la que haya sentido odio. ¿Esa persona a quien aborrecía también le odiaba? ¿Cuáles son sus prejuicios más incorregibles? ¿Con qué grupo de personas se siente menos afín? ¿Quiénes son las personas que no quisiera imaginarse ser porque le repugnan, le ofenden, le aterran, le encolerizan o que considera indignas de usted o grotescas? ¿En qué circunstancias se sentiría tan humillado como para no seguir viviendo? ¿Cuál es el miedo que le resulta más intolerable?
Cuando analice sus respuestas observará que algunas de sus aversiones están basadas en principios morales o éticos mientras que otras, en cambio, estarán cargadas de desprecio, repugnancia y náusea. Estas últimas están asentadas en el reino de la sombra. Con esas cualidades podrá crear un personaje, alguien con un nombre, una personalidad y una historia. Establezca un diálogo íntimo y sincero con esa persona hasta que lo sepa todo sobre ella -dónde vive, cómo es su casa, qué desayuna, qué piensa, qué teme, qué desea, qué sueña, por ejemplo. Sea lo más sincero y abierto que la sombra le permita.

Hay otro camino para descubrir a este personaje interno: Imagine que su vida está amenazada y que para escapar del peligro debe crear otra identidad, una apariencia falsa.
Esta fachada debe ser perfecta, una identidad tan parecida a sí mismo y, sin embargo, tan diferente, que le permita estar completamente disfrazado mientras da vida a ese personaje. Ese personaje tendrá cualidades completamente ajenas aunque confortables y familiares. ¿En quién se convertiría si tuviera que disfrazarse para salvar su vida? Imagínese invisible y escoltando a ese personaje día tras día, observándole en su soledad y en su relación con los demás. ¿Qué es lo que piensa cuando sigue sin dormir a las tres de la madrugada?
¿Qué secretos y pesares le afligen? ¿Cuál es la parte esencial de su Yo que se oculta tras ese personaje?

No le quepa duda de que si es escrupuloso y amable la sombra aparecerá. Por consiguiente, pregunte, observe, interésese y acepte todo lo que vea y llegue a conocer. Sea cuidadoso y trate de que sus juicios, sesgos y temores no terminen contaminando o destruyendo sus descubrimientos.
Cuando crea que sabe tanto -o más - de la sombra como de usted mismo imagine que este personaje es un hermano suyo, alguien nacido del mismo padre y madre. Describa sus relaciones con él. «Recuerde» cómo fue su infancia, describa algún momento en el que haya sentido una gran afinidad con él. ¿Cuándo comenzaron a separarse sus vidas? Elabore una historia que exprese el momento en que se distanciaron.
Imagine a su padre y a su madre evocando el pasado de sus dos hijos y hablando de sus similitudes y de sus diferencias.

Finalmente permita que ese hermano/otro/enemigo/fachada le observe. Deje que ese personaje hable con su propia voz de usted mismo. ¿Cuál es su aspecto desde esta perspectiva? Dialogue con ese personaje. ¿Qué es lo que quiere saber?
En la medida en que este familiar, este otro, esta sombra penetre en su vida, en su familia, por decirlo así, permita que su imaginación y su vida real se fundan. Tenga cuidado de la necesidad de ser literal porque esto siempre oculta el conocimiento profundo. Por otra parte, no permita que la imaginación le distraiga o le distancie de la forma en que la sombra es, de hecho, su familia, su otro, su Yo.
Este Yo oscuro no está, en modo alguno, separado de nosotros, ni siquiera como lo está un hermano. Esta es la sombra que proyectamos, la única que permanece siempre con nosotros. Observe la imagen de esa persona, reflexione en su vida tanto desde fuera como desde dentro. Entre en esta ironía: la única persona con quien hemos creado una isla común de comprensión mutua es absolutamente otra o, lo que es lo mismo, la única persona absolutamente ajena es aquélla a quien podemos comprender perfectamente. Imagínese a sí mismo viviendo su vida.

Imagine, por último, la muerte de su sombra. ¿Conociendo ya como ha sido su vida, como supone que morirá?
La sombra, por supuesto, nunca muere, la sombra siempre nos acompaña. Pero nuestra forma de relacionarnos con ella y viceversa depende de nuestro conocimiento. Este conocimiento implica la inevitable pérdida de una inocencia que jamás recuperaremos y la comprensión de la complejidad de nuestra naturaleza. Este conocimiento es el que puede despertar la amabilidad y la tolerancia por los demás e incluso, en ocasiones, por nosotros mismos.
A fin de cuentas, lo que permanece con nosotros es aquello que sólo podemos conocer cuando estamos solos, desnudos, y la luz está en nuestro interior.

Entro en el bosque y me asiento en el silencio.
En torno a mí las inquietudes se sosiegan
como las ondas sobre la superficie del lago,
y las preocupaciones se aquietan
como el ganado que pace tranquilo.
Entonces aparece aquello que me teme
y permanece un instante ante mis ojos
para desaparecer un momento después
llevándose consigo sus temores.
Canta y escucho su canción
Luego surge aquello a lo que temo
y perdura un instante ante mis ojos
para desaparecer un momento después
llevándose consigo mis temores.
Canta y escucho su canción.
WENDELL BERRY

lunes, 7 de abril de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 59


46. DIBUJANDO
LA SOMBRA
Linda Jacobson

Es una artista residente en Los Ángeles y profesora en una delegación de UCLA.

"Una enorme y oscura figura aparece de pronto en mi idílico jardín. Estoy aterrada. Me doy cuenta temblando de que estoy a su disposición. Yo soy suya. Es mi padre, el hombre que me violó repetidas veces cuando era una niña. Conteniendo a duras penas las lágrimas dibujo una imagen de ese hombre lascivo que está dispuesto a devorarme a menos que haga lo que desea. Entonces dibujo la sombra de esta figura que ha atormentado y ha puesto una mortaja sobre toda mi vida."
Este es el resumen de la experiencia de N. R., una de mis alumnas, durante un ejercicio de visualización guiada orientado a dibujar la sombra. El trabajo con la visualización pretende que las imágenes puedan emerger espontáneamente del inconsciente, la fuente de tanto arte.
Las imágenes que se «ven» mediante las técnicas junguianas de imaginación activa puede servirnos para acceder a aquellos aspectos de nosotros mismos que permanecen alejados de nuestra conciencia vigílica. Estas imágenes representan a personajes imaginarios, a facetas oníricas o a personas de nuestra vida cotidiana que simbolizan aquellas partes de nosotros mismos que nos resultan más inquietantes y menos atractivas. Con mucha frecuencia suele tratarse de aspectos completamente opuestos a la imagen que tenemos de nosotros mismos. No se trata de facetas exclusivamente negativas sino que representan aquellas cualidades que nos hemos visto obligados a reprimir.

El dibujo facilita la toma de conciencia de nuestros aspectos más enajenados al permitirnos verlos en el marco seguro y objetivo de un pedazo de papel. Cuando podamos reconocer estas cualidades oscuras también podremos integrar otras facetas más positivas -tales como el poder, la sexualidad, la asertividad y la ternura, por ejemplo- y de ese modo expandir nuestra identidad.
Antes de llevar a cabo esta visualización conviene crear un entorno acogedor mediante el uso ritual de velas, flores o música, por ejemplo. Entonces cerremos los ojos, prestemos atención a la respiración y digámonos:
Estás en un hermoso jardín, un paraje que ya conocías anteriormente o un lugar completamente desconocido. Mientras caminas sientes la textura del camino de piedra bajos tus pies. Adviertes el fascinante color de las flores y las plantas, la claridad azul del cielo, la suavidad de las nubes blancas y la brisa del aire en tu rostro. ¿Hace frío o calor? Toma nota de todos los detalles sensoriales.

Siente entonces que estás en un lugar sagrado, un lugar seguro o poderoso. Siente también que estás lleno de una radiante luz, que eres un ser humano pleno.
A continuación ves a la única persona que no desearías ver. (Pausa) Ese individuo te saca de tus casillas y te molesta terriblemente sin que sepas siquiera por qué. En muchos sentidos se trata de alguien completamente opuesto a tí ¿Se trata de alguien a quién conoces o es acaso una mezcla de diferentes personajes? ¿Qué aspecto tiene? ¿Qué colores y estados de ánimo rodean su presencia? ¿Sientes enfado, temor, pavor, odio, respeto, amor o fastidio?
¿Qué es lo que tanto te desagrada? ¿Cuál es el sonido de su voz? ¿Qué es lo que dice? ¿Es exigente, egoísta, cruel, tímido, provocativo o arrogante?
Tómate tiempo para llegar a sentir plenamente esta figura oscura. Deja que sus sentimientos penetren profundamente en todas las células de tu cuerpo hasta que su ser te resulte evidente. (Pausa).

Entonces, con los ojos cerrados, comienza a bosquejar tus sensaciones. Luego abre lentamente los ojos y sigue dibujando durante unos quince minutos.
Tras esta visualización guiada puedes tratar de dar forma a la experiencia utilizando materiales fáciles como ceras u óleo. Sé espontáneo y permite que las imágenes vayan surgiendo ante tu visión interna sin criticarlas.

Trata de permanecer en contacto con la sensación sin prestar atención a los aspectos formales, sin juzgar la calidad del dibujo sino guiándote exclusivamente por la expresión emocional.
No importa que el dibujo sea abstracto o representativo, no importa que comprendas o no el significado de la imagen, lo único que importa es que la imagen se adecue a tu sensación. El simple hecho de dibujar es curativo porque careces de una imagen consciente de tu sombra para trabajar con ella.
Si aparece una imagen espantosa, tal como la víctima de un abuso o un tirano enojado, por ejemplo, sigue dibujando. El dolor puede incentivar nuestra energía creativa y ofrecernos una gran oportunidad de renovación.
A partir de este dibujo original puedes desarrollar también una serie de imágenes de la sombra. La imagen y los colores pueden cambiar y asumir muchas formas reflejando, de este modo, el proceso curativo.

N. R., como muchos de mis discípulos descubrió que el hecho de afrontar el aspecto paterno de su sombra y su dañado niño interno favorece la comprensión creciente de nuestra propia fortaleza y el logro de una mayor confianza en nosotros mismos. Veamos ahora otros ejercicios para trabajar con la sombra:

· Haga un dibujo que integre la sombra con el resto de su persona.
. Dialogue por escrito con su sombra tratando de descubrir cuáles son sus necesidades.
. Dibújese a usted mismo desde el punto de vista de la sombra.
De este modo es posible que usted también llegue a descubrir que el hecho de dibujar la sombra puede convertirse en una fecunda experiencia creativa.

viernes, 4 de abril de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 58

45. EL APRENDIZAJE DE
LA IMAGINACIÓN ACTIVA
Barbara Hannah

Nació en Inglaterra y vivió en Suiza donde ejerció como psicoterapeuta, analista y profesora del C. G. Jung Institute. Es autora de Striving Towards Wholeness; Jung: His Life and Work, a Biographical Memo ir y Encounters with the Soul.

Recuerdo que una mujer muy sabia me dijo que, durante un viaje por países que siempre había querido visitar, se vio obligada a compartir la habitación con una mujer que le resultaba muy antipática. Al enterarse creyó que esa circunstancia iba a arruinarle el viaje pero pronto comprendió que si permitía que esa circunstancia le arruinara el viaje echaría a perder uno de los momentos más interesantes y satisfactorios de su vida. Pero para ello tuvo que desidentificarse de sus sentimientos negativos, aceptar a su antipática compañera y mostrarse atenta y amable, una técnica que funcionó maravillosamente y le dispensó la posibilidad de disfrutar de un viaje extraordinario.
Esto es precisamente lo que ocurre con los contenidos inconscientes que nos desagradan y nos resultan particularmente antipáticos ya que si permitimos que estos sentimientos nos afecten malgastaremos nuestro viaje a lo largo de la vida. Si, por el contrario, podemos aceptarlos tal como son y somos amables con ellos descubriremos, no obstante, que no son tan malos como parecen y evitaremos su hostilidad.
La primera figura que emerge de nuestro inconsciente es la sombra personal. La sombra -aquello que hemos rechazado de nosotros mismos- suele resultar tan desagradable como la compañera de viaje del ejemplo anterior. Si somos hostiles a nuestro inconsciente éste será cada vez más insoportable pero si lo tratamos con amabilidad -comprendiendo que está bien tal como es- cambiará notablemente.

En cierta ocasión, y a raíz de un sueño especialmente desagradable que había terminado aceptando, Jung me dijo: «Ahora su conciencia es menos brillante pero mucho más profunda que antes. Ahora sabe que es una mujer indiscutiblemente honesta pero que también puede ser deshonesta. Esto quizás le resulte desagradable pero realmente es un gran logro». Cuanto más avanzamos más claro nos resulta que el principal avance consiste en la ampliación de la conciencia. Casi todas las dificultades de nuestra vida, provienen del hecho de tener una conciencia demasiado estrecha como para comprenderla y nada contribuye más a comprender estas dificultades que aprender a conectar con ellas mediante la imaginación activa.

La imaginación activa nos ayuda a armonizarnos con el Tao y, de ese modo, fomentar el desarrollo correcto de las cosas. Hablar del Tao chino quizás resulte demasiado exótico pero el lenguaje coloquial está plagado de expresiones que aluden al mismo hecho en nuestra experiencia cotidiana. La frase «Esta mañana saltó de la cama con la pierna izquierda» (o, como dicen los suizos: «con el pie izquierdo»), por ejemplo, describe muy precisamente una condición psicológica en la que no estamos en armonía con nuestro inconsciente. De la misma manera que la noche sigue al día, el hecho de estar enfadados y de mal humor tiene un efecto disgregador sobre nuestro medio ambiente.
Todos nosotros hemos experimentado el hecho de que nuestras intenciones conscientes se ven interferidas de continuo por motivaciones desconocidas -o relativamente desconocidas - procedentes del inconsciente.

Quizás la definición más simple de la imaginación activa consista en decir que nos brinda la posibilidad de entablar negociaciones -y, a su debido momento, llegar a un acuerdo- con las fuerzas y figuras del inconsciente. En este sentido la imaginación activa difiere del sueño porque, en este último caso, no tenemos el menor control sobre nuestra conducta.
En la mayoría de los casos basta con analizar nuestros sueños para restablecer el equilibrio entre la conciencia y el inconsciente pero existen algunos casos, no obstante, en las que eso no es suficiente. Antes de seguir adelante, sin embargo, convendría describir sucintamente las técnicas que suelen utilizarse en la imaginación activa.

La primera condición consiste en estar a solas y sin posible perturbación. Entonces debemos sentarnos y concentrarnos en cualquier imagen o sonido procedente del inconsciente. Cuando esto ocurre -y tal cosa no suele ser sencilla- debemos evitar que regrese de nuevo al inconsciente dibujando, pintando o escribiendo lo que hayamos visto u oído (aunque, en ocasiones, quizás resulte más adecuado recurrir al movimiento o la danza). Hay personas que tienen dificultades para conectar directamente con el inconsciente. Para ellas quizás resulte más apropiado escribir una historia sobre otras personas, una historia que, en definitiva, revela invariablemente facetas totalmente inconscientes del psiquismo del narrador.
En cualquiera de los casos, el objetivo consiste en llegar a establecer contacto con el inconsciente, lo cual supone una oportunidad para que éste se exprese. (Quien esté convencido de que el inconsciente no tiene vida propia debería probar este método alguna que otra vez.) Para ello casi siempre resulta necesario superar un mayor o menor nivel de «dificultad consciente» y permitir que las fantasías -que de un modo u otro siempre pueblan el inconsciente- emerjan en la conciencia. (En cierta ocasión Jung me dijo que, en su opinión, el sueño siempre está presente en el inconsciente pero que para registrarlo plenamente en la conciencia debemos dormir y retirar nuestra atención del exterior). La primera regla de la imaginación activa consiste pues en aprender, por así decirlo, a ver o escuchar el sueño mientras estamos despiertos.

Jung también incluye, en ocasiones, el movimiento y la música entre las distintas modalidades que nos permiten descubrir estas fantasías aunque también señala que con el movimiento -de una importancia extraordinaria a veces para disolver el bloqueo de la conciencia- existe la dificultad adicional de registrar los movimientos ya que, si no existe registro externo, es asombrosa la velocidad con la que las cosas que brotan del inconsciente desaparecen de nuevo en él.
Jung propone la repetición de los movimientos liberados hasta que se hayan fijado realmente en la memoria y aún entonces conviene dibujar el patrón de la danza o el movimiento o describirlo en pocas palabras para impedir que vuelvan a desaparecer a los pocos días.

Existe otra forma de tratar con el inconsciente mediante la imaginación activa que siempre he considerado sumamente útil: la conversación con contenidos personificados del inconsciente.
¡Obviamente, resulta muy importante saber a quien estamos hablando y no considerar cualquier cosa que escuchemos como la voz del Espíritu Santo! Con la visualización esto resulta relativamente sencillo pero también resulta posible sin ella porque podemos aprender a identificar las voces o la forma de hablar como para no cometer ese tipo de errores. Además, esas figuras son muy paradójicas: las hay positivas y las hay negativas y con frecuencia se interrumpen mutuamente. En tal caso también podemos juzgarlas por el contenido de sus mensajes.
Al trabajar con la imaginación activa debemos recordar una regla muy importante. En cada ocasión en que entremos en nosotros mismos debemos prestar una atención plena y consciente a lo que decimos o hacemos, tanta -o incluso más todavía- de la que prestaríamos a cualquier situación externa importante. De este modo impediremos que se convierta en una fantasía pasiva. Pero una vez hayamos dicho o hecho todo lo que queramos debemos también ser capaces de mantener nuestra mente en blanco para poder escuchar o ver lo que el inconsciente quiera hacer o decirnos.

La técnica visual o auditiva consiste fundamentalmente en dejar que las cosas sucedan. Pero no debemos permitir, sin embargo, que las imágenes cambien caleidoscópicamente. Si la primera imagen es un pájaro, por ejemplo, no debemos permitir que se transforme en un león, un barco en medio del océano, el escenario de una batalla, etcétera. La técnica consiste en mantener nuestra atención sobre la primera imagen y no permitir que el pájaro desaparezca hasta que nos haya explicado porqué apareció, qué mensaje nos trae del inconsciente o qué es lo que quiere saber de nosotros. Resulta evidente la necesidad de entrar en la escena o de participar en la conversación. Si no lo hacemos así, aunque hayamos aprendido a dejar que las cosas sucedan, la fantasía podrá transformarse del modo que describimos o -incluso en el caso de mantener la primera imagen- permanecer pasivos ante ella como lo hacemos en el cine o al escuchar la radio. Ser capaz de permitir que las cosas sucedan es muy necesario pero resulta perjudicial si nos mantenemos en ello durante mucho tiempo. El único objetivo de la imaginación activa consiste en llegar a un acuerdo con el inconsciente y para ello debemos dejar que el inconsciente salga a la luz, lo cual nos obligará, necesariamente, a mantener un punto de vista suficientemente consolidado.

miércoles, 2 de abril de 2014

Encuentro con la Sombra, parte 57

44. EDUCAR A NUESTRA
VERGONZOSA VOZ
INTERNA
John Bradshaw

Vive en Houston donde, aparte de ser consejero familiar, es profesor y monitor de talleres grupales. Su famosa serie de televisión de la BPS le ha hecho tan conocido que sus libros se han convertido en auténticos best-sellers. Es autor de Bradshaw: On the Family; Healing the Shame that Binds You y Homecoming: Reclaiming and Championing Your Inner Child.

Como persona tímida que era he debido trabajar duro para llegar a aceptarme plenamente. Gran parte de esa tarea ha consistido en integrar los sentimientos, las necesidades y los deseos ligados a la vergüenza porque las personas tímidas suelen sentirse separadas de muchos sentimientos esenciales y están avergonzadas de necesitar ayuda, de sentir rabia, tristeza, miedo o alegría, de sentir que su conducta es asertiva, de sentirse excitados sexualmente, etcétera.
Los tímidos, en consecuencia, tratamos de no sentir lo que estamos sintiendo y de actuar como si no tuviéramos necesidades. Recordemos, por ejemplo, las veces que hemos dicho que estábamos bien cuando, en realidad, estábamos tristes o enfadados. Del mismo modo, ignoramos nuestra sexualidad y nos comportamos de una manera puritana o bien, por el contrario, la utilizamos para evadirnos de otros sentimientos y necesidades. En cualquiera de los casos, nos hallamos separados de nuestras facetas más vitales  especialmente la sexualidad y los instintos naturales- las cuales, no obstante, tienden a reaparecer en nuestros sueños y en nuestras proyecciones.
Jung denominaba sombra a todos los fragmentos enajenados de nosotros mismos, que debemos integrar para poder volver a ser completos.

La voz interna
Robert Firestone denominaba «voz interna» a esa especie de «diálogo interno» que sostenemos con nosotros mismos. Diversos autores han descrito esta voz interna de muy diferentes modos. Para Eric Berne se trata de una especie de cassettes que recogen unas veinticinco mil horas de grabaciones familiares. Según Fritz Perls y la Gestalt son «voces familiares introyectadas». Aaron, por su parte, las denomina «pensamientos automáticos». Pero sea cual fuere el nombre que les adjudiquemos, lo cierto es que todos nosotros mantenemos este tipo de diálogo interno que, en el caso de los tímidos, suele ser francamente autocrítico.
La voz interna de las personas tímidas suelen afirmar que son despreciables, indignos y malvados, contribuyendo, de este modo, a alimentar la imagen de que son niños malos. La voz puede ser experimentada como si fuera un pensamiento consciente pero, en la mayoría de los casos, sin embargo, se trata de un pensamiento parcial o totalmente inconsciente. Es por ello que la mayoría de nosotros sólo somos conscientes de la voz en aquellas situaciones tensas en las que nos sentimos avergonzados. Después de cometer un error, por ejemplo, uno puede decirse «¡Qué tonto eres!», «¡Otra vez igual!», «¡No aprenderás nunca!», etcétera.

Antes de una importante entrevista para solicitar trabajo, por ejemplo, la voz puede atormentarnos con pensamientos del tipo: «¿Cómo puedes pensar que estás preparado para asumir las responsabilidades de un trabajo así? Además, estás muy nervioso y ellos, sin duda, van a darse cuenta».
Resulta extraordinariamente difícil desembarazarnos de la voz interna debido a la ruptura original del vínculo interpersonal y el establecimiento de esa mediación imaginaria. Cuando éramos niños nos sentimos abandonados (reprimidos, ofendidos, confundidos) y cuánto más severo fue ese abandono mayor fue la necesidad de crear una conexión ilusoria con nuestros padres. Esta conexión es lo que Robert Firestone denomina el «vínculo imaginario».
Pero para poder llegar a establecer este «vínculo imaginario» -cuyo único propósito es la supervivencia- el niño, que depende irremediablemente de sus padres, no puede culparlos porque, en tal caso, no podría sobrevivir y, por consiguiente, se ve forzado a idealizarlos y a autoinculparse, a volverse «malo». De este modo, el vínculo imaginario (que hace buenos a los padres y malo al hijo) cumple la misma función que los espejismos del desierto y proporciona al niño la ilusión de que en esta vida puede hallar alimento y sustento.

Y no sólo esto, sino que con el correr de los años, cuando el niño crezca y deje a sus padres, la voz interna seguirá manteniendo ese vínculo imaginario que una vez fue externo. De este modo, la voz exasperada, represora y punitiva de sus padres termina por internalizarse. Por este motivo, el proceso de afrontar y transformar la voz interna crea una enorme ansiedad. Sin embargo, como apunta Firestone: «No es posible una trasformación terapéutica profunda que no vaya acompañada de esta ansiedad».
La voz está configurada principalmente por las herméticas defensas de la mentalidad pacata de nuestros primeros censores. Del mismo modo que unos padres tímidos no pueden aceptar su debilidad, sus anhelos, sus sentimientos, su vulnerabilidad y sus dependencias, tampoco pueden aceptar las necesidades, los sentimientos, la debilidad, la vulnerabilidad y la dependencia de sus hijos. Para Firestone la voz es el resultado del deseo profundamente reprimido de los «padres» de destruir la espontaneidad y vitalidad de sus hijos cuando esos sentimientos amenazan sus propios mecanismos de defensa.
Robert Firestone ha efectuado un trabajo pionero en la identificación de los orígenes y tendencias destructivas de la voz, desarrollando algunos métodos muy eficaces para traer a la conciencia de los padres esos pensamientos hostiles. Según él, «el proceso de formular y verbalizar los pensamientos negativos ayuda a paliar el efecto destructivo de la voz en la conducta de los padres».

En la terapia con la voz los pacientes aprenden a externalizar sus pensamientos internos más críticos y, al actuar así, sacan a la luz el acoso constante al que someten a su propia personalidad y desarrollan, a la postre, recursos para transformar su actitud negativa en una perspectiva más objetiva y menos prejuiciosa. A medida que se externaliza la voz a través de la verbalización se liberan intensos sentimientos que desembocan en una poderosa catarsis emocional acompañada de la correspondiente comprensión.

Irritabilidad cotidiana
Comenzaremos presentando una técnica que proviene de los primeros trabajos realizados por Firestone para analizar los factores que originan el surgimiento de la voz obsesivamente crítica. Para ello debemos empezar a prestar atención a nuestras reacciones desmedidas. Este trabajo da mejores resultados cuando se realiza en el seno de un grupo aunque también puede ser llevado a cabo en el contexto de nuestras relaciones interpersonales cotidianas.

Todas las noches antes de acostarnos debemos rememorar los acontecimientos del día. ¿Cuándo nos alteramos? ¿Qué nos hizo reaccionar desmesuradamente? ¿En qué contexto? ¿Con quién? ¿Cómo compararías lo que ella te dijo con lo que tú te dices a ti mismo?
Por ejemplo, el día 16 de diciembre mi esposa y yo estábamos considerando la posibilidad de hacer algunas reformas en casa. En un momento determinado de la conversación observé cómo mi voz se aceleraba y se
elevaba. Pronto, estaba vociferando sobre el estres que mi trabajo implica. Me escuché a mí mismo decir: «No esperes que supervise ese trabajo. Apenas si puedo hacer frente a mis obligaciones». Después, incluí este exabrupto en mi diario, dándole la siguiente forma:
Fecha: Miércoles. 16 de diciembre, 8:45 p.m.
Contenido: Discusión sobre las reformas en una habitación de nuestra casa.
Reacción Desproporcionada: Después que ella dijo, «voy a necesitar tu ayuda», respondí en un tono cada vez más agitado, «No esperes que supervise ese trabajo, etcétera».
Voz Interna: «Eres un marido despreciable. No sabes cómo organizar nada. Eres patético. Tu casa está desmoronándose ¡Qué farsante! Los hombres de verdad saben cómo arreglar y hacer las cosas. Los buenos padres cuidan del hogar».

Resulta crucial dedicar algún tiempo al estudio de las voces. Te recomiendo que adoptes una actitud relajada en un entorno tranquilo. Escucha atentamente tu diálogo interno, toma buena nota de él y luego repítelo en
voz alta con espontaneidad. Una vez que empieces a leer en voz alta puedes sorprenderte de la reacción automática que se desencadena.
Firestone recomienda que en el trabajo de grupo la persona exprese sus sentimientos en voz alta y con implicación emocional. Para ello puede insinuarles, por ejemplo: «Dílo más fuerte», «Déjalo salir», etcétera.
Te aliento a hacer lo mismo. Expresa espontáneamente todo lo que aparezca en tu mente. Dílo en segunda persona. Déjate llevar por el alto voltaje emocional que despierte la voz.

Responder a la voz
Una vez que hayas expresado en voz alta ese diálogo interno puedes empezar a responder. Contesta tanto al contenido como al tono de la voz. En mi diario, por ejemplo, escribí que yo era un buen marido que había sido capaz de comprar una buena casa. El que me considere un buen marido no depende en ningún caso de que haga esto o lo otro. Trabajo duramente y puedo pagar para que alguien arregle mi casa. Pagaría a alguien aunque yo mismo supiera hacer el trabajo. Tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo. Hay hombres admirables que son carpinteros o albañiles pero también hay muchos otros que no lo son.
Al día siguiente repetí este diálogo, respondiendo en todo momento tanto emocionalmente como racionalmente. Firestone recomienda que uno debe actuar sin oponerse ni convertirse en cómplice de la voz.
En mi caso, llamé a un carpintero conocido, le dije exactamente lo que quería y lo dejé solo. Me fui a jugar al golf y me sentía plenamente satisfecho por haber podido pagar a alguien para arreglar mi casa.

Localización del crítico interno
La terapia gestalt nos proporciona otro método para sacar a la luz a la voz interna al que denominaré "Localización del crítico interno". En todas las personas tímidas tiene lugar un diálogo interno autocrítico. Se trata de un juego que ha sido llamado el juego de la «autotortura» y suele ser algo tan habitual que casi siempre es inconsciente.
El siguiente ejercicio -extraído del libro Awareness, de John O. Stevens- puede ayudar a hacer más consciente ese proceso y proporcionar herramientas para asumirlo e integrarlo.
Siéntate confortablemente y cierra los ojos... Imagina que estás sentado frente a una representación visual de ti mismo. ¿Cómo es esa imagen? ¿Cómo va vestida? ¿Qué expresión tiene su rostro?
Critica ahora en silencio a esta imagen como si estuvieras hablando con otra persona. (Si haces el experimento solo hazlo en voz alta). Comienza cada frase con las palabras:
«Tú debes...», «Tú no debes», o sus equivalentes. Toma nota de lo que observes y anota a continuación todas tus críticas.
Imagina ahora que asumes el lugar de la imagen. Conviértete en esa imagen y responde silenciosamente.
¿Qué tienes que responder a estas críticas? ¿En qué tono se expresa tu voz? ¿Cómo te sientes cuando contestas?
Invierte los papeles otra vez y adopta nuevamente el de crítico. Sé consciente de lo que dices, de cómo lo dices, de tus palabras, de tu tono de voz, etcétera. Detente, de vez en cuando, para tomar nota de lo que dices.
Intercambia los papeles cuantas veces quieras pero mantén vivo el diálogo. Date cuenta de todos los detalles que ocurren en tu interior a medida que lo haces. Advierte cómo te hace sentir físicamente cada papel.
¿Reconoces a alguien en la voz que te critica y te dice «No deberías...»? ¿De qué más cosas eres consciente en esta interacción? Continúa este diálogo silente durante varios minutos más. ¿Observas algún otro cambio a medida que el diálogo prosigue?

Ahora siéntate tranquilamente y revisa lo ocurrido. Es muy posible que experimentes alguna contradicción entre una parte autoritaria, poderosa, crítica de ti mismo y otra más débil que se mantiene a la defensiva, trata de evadirse e inventa excusas para justificarse. Parece como si te hubieras dividido en un padre «protector» que continuamente trata de mantener el control para hacerte «mejor», y un niño «desvalido» que pretende escapar de todo intento de ser cambiado. Quizás puedas reconocer en la voz que te critica a tus padres o alguien que te exige como tu mujer, tu jefe, o alguna otra figura autoritaria que trate de controlarte.
Esta voz crítica puede reactivarse en cualquier situación vulnerable. Una vez activada se pone en funcionamiento una espiral de vergüenza que funciona autónomamente. La externalización de este diálogo interno es imprescindible porque ese es uno de los principales motivos que te mantienen dividido y te impiden aceptarte a ti mismo. Así pues, el ejercicio ayuda a hacer consciente este diálogo interno, el primer paso en la externalización de la voz.

El segundo paso consiste en tomar cada uno de los mensajes críticos y traducirlo a una conducta específica concreta ya que cualquier afirmación crítica es una generalización y, como tal, es falsa. Así pues, en lugar de
repetirte que «eres un egoísta», di que «no puedes hacer favores», en lugar de insistir en que «eres idiota» piensa que «no sabes álgebra». Hay ocasiones en las que uno debe seguir su propio camino y existen áreas en la vida sobre las cuales todos estamos confundidos. De este modo, al referir estas generalizaciones (juicios, condiciones o méritos) a conductas específicas concretas puedes contemplar una imagen real de tí mismo y aceptarte de una manera más equilibrada e integrada.

El tercer paso consiste en tomar estas generalizaciones y formular afirmaciones positivas que las contradigan. Así, en lugar de decir, por ejemplo, «soy un egoísta», repítete, «no soy egoísta». Es importante verbalizar esto y que te escuches diciéndolo. También te recomiendo que te dirijas a otra persona, quizás alguien perteneciente a tu grupo de apoyo, tu mejor amigo, tu esposo o esposa, y verbaliza ante ella tu afirmación
pero asegúrate de que esa persona no esté condicionada por la vergüenza.