martes, 9 de febrero de 2016

Ejercicios de bioenergética, parte 25

Parte III
Estableciendo un plan
regular de trabajo

Capítulo XIII
Ejercicios en el hogar

En el capítulo 7 ofrecimos algunos consejos acerca de hacer estos ejercicios solos y en casa. Aquí querríamos hacer algunas sugerencias respecto a los más fáciles de hacer, y los que producen mejores resultados.
Digamos que solo tienes tiempo de hacer un ejercicio al día. Entonces recomendamos que hagas el ejercicio 1. Es el ejercicio en el que te inclinas hacia delante y tocas el suelo con las puntas de los dedos. Este ejercicio está destinado a inducir vibraciones en las piernas. Si tus piernas vibran, respiras con más facilidad y profundidad. Pero tanto si aparecen vibraciones como si no, este ejercicio te ayudará a entrar en tus piernas y pies y a sentir más el contacto con el suelo. Es un ejercicio excelente para comenzar el día, pero puede hacerse en cualquier tiempo y lugar si sientes la necesidad de abandonarte ante un estado de tensión. Como mucho, este ejercicio solo lleva uno o dos minutos.

Si deseas hacer dos ejercicios, haz también el arco referido como ejercicio 4 de la serie. Comienza con el arco y mantenlo durante un minuto, respirando en el vientre. Luego sigue con la inclinación hacia delante (ejercicio 1) para poner tus piernas en vibración. Es más fácil que vibren si comienzas con la posición del arco.

La gente joven suele tener pocas dificultades para poner sus piernas en vibración. A la gente de más edad le resulta más difícil, pues sus piernas se han endurecido. Si ésta es tu condición, sugerimos que hagas el ejercicio 19 del grupo estándar tras los ejercicios precedentes. Aquí, desplazas el peso de una pierna, doblando plenamente esa rodilla. Permite que el peso descanse en ese pie hasta que la posición se vuelva incómoda, luego desplázalo al otro pie. Haz esto dos veces con cada pierna, y encontrarás una mayor sensación de viveza en tus piernas, y que tu centro de gravedad ha descendido. Te sentirás más cerca del suelo.

No hagas mecánicamente estos ejercicios simples. Lee las instrucciones y presta atención a las preguntas y comentarios después de cada ejercicio. Estás haciendo estos ejercicios para entrar en contacto con tu cuerpo, y eso requiere que dirijas tu conciencia a lo que está sucediendo en tu cuerpo. También has de mantener tu respiración en marcha, así que es importante que estés atento a dicha función.
Con estos tres simples ejercicios haciéndolos regularmente por la mañana, comenzarás el día con un mejor sentido de ti mismo y con mayor energía.
De aquí en adelante, la elección está abierta, y debería variar con tu sentimiento, tu necesidad y tu tiempo. Puedes, por ejemplo, desear aflojar la parte superior de tu cuerpo. No necesitas hacer el mismo ejercicio cada vez. Una vez te hayas familiarizado con estos ejercicios, haz los que te ayuden con tus tensiones particulares.

La mayoría de la gente tiene un montón de tensión en sus espaldas. Puede que te comportes como si cargaras un peso. El taburete es una gran ayuda para esta clase de problemas. Recomendamos el uso del taburete para todas las personas que siguen la terapia bioenergética. Intenta el primer ejercicio dado en la sección de trabajo con el taburete. Si eres nuevo en estos ejercicios, coloca el taburete contra la cama por razones de seguridad. Hazlo así hasta que adquieras seguridad con la práctica. Recuerda, tras utilizar el taburete, que debes inclinarte hacia delante en la posición de vibración.

Por otro lado, si estás en buena forma física y tu interés en estos ejercicios es el de ver si tu cuerpo puede sentirse más vivo. Puedes intentar todos los ejercicios del taburete, supuesto que no intentes probar que estás por encima de necesitarlos y de que puedes hacerlos a toda prisa. No hay nadie en nuestra cultura que esté libre de tensión. Si te sobrepasas al principio, puedes acabar sufriendo malestar y dolor. Se cuidadoso y procede lentamente. Si te mantienes en contacto con lo que está sucediendo en tu cuerpo, no hay peligro en ninguno de los ejercicios. Y con la práctica, las personas de más edad pueden hacerlos tan bien como otras más jóvenes.

Casi todo el mundo necesita una mayor autoexpresión. Dos de los ejercicios del capítulo 9 sobre ejercicios expresivos pueden ser hechos en casa con considerable provecho. Uno es el ejercicio de patear, el otro es el de golpear la cama. Estos ejercicio te ayudarán a desarrollar tu agresividad y autoafirmación. Deberían ser incluidos en tus ejercicios caseros si tienes tiempo. Lee las instrucciones y comentarios sobre estos ejercicios cuidadosamente antes de hacerlos.

Los ejercicios sexuales no resolverán tus problemas sexuales. Harán mucho, sin embargo, por aumentar tus sentimientos sexuales y tu placer. Puedes añadir cualquiera de estos ejercicios a tu repertorio, pero hazlos una vez hayas hecho los ejercicios preliminares que hemos recomendado aquí.

El tiempo y la energía que inviertas en tu cuerpo es la mejor inversión que puedas hacer. Te recompensarán en salud y placer, lo que es más valioso que el dinero o el poder. Estás realmente invirtiendo en ti mismo, pues tú eres tu cuerpo. Utilizamos la palabra ejercicio para describir cómo trabaja uno con su propio cuerpo para ayudarle a volverse más vivo. Pero ejercicio es una expresión errónea para estos procedimientos bioenergéticos. Lo que estás haciendo realmente es cuidar de tu cuerpo, y cuidar implica estar interesado y sentir con afecto. No ejercites tu cuerpo como si fuera una máquina. Sé tu cuerpo en sus movimientos, acciones y expresiones. Es de esto que trata este libro.


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