lunes, 14 de septiembre de 2015

Ejercicios de bioenergética, parte3

Capítulo III

Respiración 


Una buena respiración es esencial para la salud vibrante. A través de la respiración obtenemos oxigeno necesario para mantener ardiendo nuestros fuegos metabólicos, los cuales nos proporcionan la energía que necesitamos.
A pesar de su importancia, la bioenergética no se concentra fuertemente en los ejercicios respiratorios. Nuestro foco está en ayudarte a sentir y descargar las tensiones que te impiden respirar de un modo natural. Un animal o un niño respiran correctamente, y no necesitan instrucciones ni ayuda para hacerlo así. Los adultos en cambio, tienden a tener patrones respiratorios perturbados, a causa de tensiones musculares crónicas que distorsionan o limitan su respiración. Estas tensiones son el resultado de conflictos emocionales que se han desarrollado en el curso de su maduración.
Los ejercicios respiratorios ayudan algo, pero no hacen nada por reducir las tensiones y restaurar los patrones respiratorios naturales.

El patrón de la respiración relajada (cuando no estamos en un estado de gran esfuerzo o de fuerte emoción) es hacia abajo y hacia afuera en la inspiración. El diafragma se contrae y desciende, permitiendo que los pulmones se expandan. De esta forma inhalamos la máxima cantidad de aire con el menor esfuerzo.
La respiración saludable es una acción corporal total; todos los músculos del cuerpo se hallan envueltos en algún grado. Especialmente los músculos pélvicos profundos, que rotan la pelvis ligeramente hacia atrás y hacia abajo durante la inspiración para ampliar el vientre. La expiración, sin embargo, es mayormente un proceso pasivo, cuyo mejor ejemplo es un suspiro.

Estos movimientos pélvicos son ilustrados en la figura 7, que acompaña a un ejercicio de respiración. En dicho ejercicio se te pedirá que rotes la pelvis para sentir el efecto de este movimiento sobre la respiración.
Deberíamos considerar los movimientos respiratorios como ondas. La onda inspiratoria comienza en la profundidad de la pelvis y fluye ascendentemente hacia la boca. Conforma pasa hacia arriba, las grandes cavidades del cuerpo se expanden para succionar el aire. Estas cavidades incluyen el abdomen, el tórax, la garganta y la boca. La garganta es especialmente importante: a no ser que se expanda con la inspiración, no podremos hacer una respiración profunda. En demasiadas personas, sin embargo, se halla severamente constreñida para estrangular los sentimientos, especialmente los de grito y llanto.

La onda expiratoria comienza en la boca y fluye hacia abajo. Cando alcanza la pelvis, dicha estructura se mueve ligeramente hacia adelante. La expiración  induce una relajación  de todo el cuerpo. Le gente temerosa de “soltarse” tiene dificultades para expirar plenamente. Incluso después de una expiración forzada su pecho permanece algo inflado.
El pecho inflado es una defensa contra el sentimiento de pánico, que se relaciona con el temor a no ser capaz de obtener suficiente aire. La persona tiene miedo de perder una ilusoria seguridad. Por otro lado, la gente que tiene miedo de acercarse al mundo activamente, tiene dificultades para inhalar. Pueden aterrorizarse si abren sus gargantas ampliamente para acoger una respiración profunda. Es, pues, una buena regla al hacer estos ejercicios, no forzar la respiración. Mira qué es lo que puedes hacer sin someterte a esfuerzo.

Hay otro patrón respiratorio que entra en juego cuando la necesidad de oxígeno se vuelve urgente, por ejemplo en caso de una actividad muy esforzada. Ahora la persona respira abdominal y torácicamente, como resultado de lo cual su respiración es más profunda y más plena.
Estos patrones son perturbados cuando una parte del cuerpo se mueve en oposición a la otra. En algunas personas, cuando el pecho se expande en la inspiración, el vientre es succionado. Esto produce un severo trastorno, pues a pesar del considerable esfuerzo, se obtiene poco aire. Más comúnmente, los movimientos respiratorios están limitados al área del diafragma, con poca participación del abdomen o del pecho. Esta es una típica respiración superficial.

Decíamos que el vientre contenido es atribuible a una inhibición sexual. Pero el vientre también es contraído y contenido para suprimir sentimientos de tristeza. Succionamos el vientre para controlar nuestras lágrimas y sollozos. Si lo soltamos, podremos tener un verdadero llanto de vientre. Pero entonces también abrimos la puerta a la posibilidad de una verdadera risa de vientre.
Tanto si lloramos como si reímos, es en el vientre que experimentamos la vida a nivel instintivo. Aquí es donde la vida es concebida y transportada. Aquí es donde nuestros más profundos deseos tienen su comienzo.
Si pretendes suprimir tus sentimientos, mantén tu vientre tenso. Pero entonces deberás aceptar el hecho de que no serás una persona vibrantemente viva. Y si te quejas de un vacío interior, deberías comprender que estás bloqueando tu propia plenitud de ser.

Las lágrimas son como la lluvia del cielo, y un buen llanto es como una tormenta que aclara el aire. Llorar es el modo básico de descargar la tensión. Nadie tiene porque avergonzarse de llorar, pues en el fondo, todos somos niños. Todos tenemos buenas razones para llorar. Llorar es tan terapéutico, que si una persona deprimida puede llorar, su depresión se irá inmediatamente.

La respiración también está conectada con la voz. Para hacer un sonido debes mover el aire a través de la laringe. Y mientras seas capaz de hacer un sonido podrás estar seguro de respirar. Desgraciadamente, mucha gente se ve inhibida para hacer un sonido fuerte. Algunos son víctimas del adagio de que los niños deberían ser vistos pero no oídos. Otros, suprimieron su llanto y su sollozo porque estas expresiones encontraron una respuesta hostil de parte de sus padres. Suprimir estos sonidos produce una severa constricción en la garganta, lo que limita seriamente la respiración. Por estas razones, las personas que hacen terapia bioenergética, son a menudo animadas a vocalizar o hacer un sonido sostenido mientras llevan a cabo los ejercicios o respiran. Un sonido claro, resonando en el cuerpo, causa una vibración interna similar a las vibraciones que inducimos en la musculatura.
Hay otros dos mandamientos en el trabajo bioenergético. No contengas tu respiración. Permítete respirar. Aunque no queremos que fuerces tu respiración, queremos que te percates cuanto no respiras. Si te percatas de que estás conteniendo tu respiración, da un suspiro.
El otro mandamiento es hacer un sonido. Que se te oiga. Si das un suspiro, hazlo audible. Mucha gente ha llegado a tener problemas porque de niños se les ordenó severamente estar quietos. Esta negación del derecho de usar su voz puede haber conducido a la creencia de que n o tienen voz en sus propios asuntos.
Ahora te pedimos que hagas unos pocos ejercicios respiratorios simples para que conozcas tu propio patrón respiratorio. Permítete gemir o quejarte cuando sientas que son tensos o dolorosos. Hacer un sonido disminuye tanto la tensión como el dolor.



Tal vez encuentres que esta respiración produce sensaciones de hormigueo en algunas partes del cuerpo, conocidas como parestesias. Son signos de una hiperventilación. Si se volviesen fuertes, simplemente detén los ejercicios y desaparecerán.



La hiperventilación es un exceso de respiración. Bioenergéticamente diríamos que tu cuerpo está sobrecargado. Conforme tu cuerpo se haya ido habituando
A un nivel más profundo de respiración, ya no te encontrarás sobrecargado. Las parestesias desaparecerán también si alguna emoción estalla: si empezaste a llorar, el hormigueo se detendrá inmediatamente, pues habrás descargado la emoción.







La importancia de la respiración no puede ser exagerada. La respiración se halla tan estrechamente conectada con la vida que ha sido identificada con el espíritu vital. De acuerdo con la Biblia, Dios, al crear a Adán, tomo un trozo de arcilla y le insufló vida. El discípulo de yoga hace ejercicios especiales para controlar y regular su respiración. “La respiración es vida” dice un viejo proverbio sánscrito, “y si respiras bien tendrás larga vida sobre la tierra”.Sin embargo, nuestro objetivo no es darte une experiencia religiosa o mística, sino ayudarte a sentirte más vivo, y más consciente de ti mismo y de tu entorno. Nuestro foco, por tanto, se halla en la respiración natural, una respiración sencilla, profunda y espontánea. No es cuestión de que te obligues a ti mismo a respirar, sino de que te permitas a ti mismo respirar. Toda perturbación en la respiración natural se debe a patrones inconscientes de contención o a tensiones musculares. Puede que no respires plenamente por el temor a la erupción de un chillido. Si tal es tu problema, busca un lugar privado y déjalo salir. Un coche en una autopista es un excelente lugar para gritar. Chillar es una vieja técnica de descarga que las damas victorianas conocían muy bien. Todavía obra milagros.










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