viernes, 20 de marzo de 2015

Aprendiendo de los Mejores, parte 1

APRENDIENDO DE LOS MEJORES
TU DESARROLLO PERSONAL ES TU DESTINO
Francisco Alcaide Hernández, Ed. Alienta. Barcelona. 2013

Prólogo

Detrás de cualquier razonamiento conciso suele haber mucho trabajo previo. Miguel de Cervantes, apuntaba “Un proverbio es una frase corta fruto de una larga experiencia”. Hay que saber mucho para expresar los asuntos de manera breve y clara.

Más de quinientas reflexiones, cuidadosamente seleccionadas y sobre los más variados temas, se nos presentan en este libro. Aprendiendo de los mejores es un libro para tener encima de la mesa, junto a la cama, un libro para llevarlo de compañero, para releer e interiorizar sus reflexiones.
La variedad de personalidades incluidas es muy estimulante. Speakers motivacionales, empresarios famosos, pensadores del Management, prestigiosos inversores; o maestros espirituales.
El desarrollo personal nunca termina, siempre hay aristas que limar, pero eso es lo que hace interesante la aventura de vivir.
Alejandro González Pozo

Introducción

Tu desarrollo personal es tu destino. Por eso, no hay mejor inversión que la que se hace en uno mismo. El aprendizaje es el comienzo de la salud, la espiritualidad y la riqueza. En buscar y aprender es en donde los milagros tienen sus comienzos. (19)
No importa dónde estabas antes, ni dónde estás ahora, sino donde quieres estar. “El pasado -como decía Shakespeare- es sólo un prólogo”
La experiencia enseña que los seres humanos pecamos a menudo de orgullo. Nos cuesta mucho solicitar ayuda porque se identifica pedir ayuda con ser débil. En realidad es todo lo contrario. Se necesita humildad
para reconocer que necesitamos aprender y mejorar.
Es cierto que ninguna vida es igual a otra, sin embargo, hay principios universales que se repiten una y otra vez. El éxito deja huellas.

No es un libro para leer de un tirón. Cada frase tiene su enjundia y conviene interiorizarla. No hay nada mejor que un mensaje breve y contundente para el inconsciente. Un pensamiento no es más que una gota de agua. Pero una gota más otra y otras, acaban llenando el vaso. Un pensamiento no produce ningún cambio en tu vida, pero un pensamiento repetido una y otra vez, acaba pasando a formar parte de ti.
En mi experiencia, el mayor pecado que se comete en los procesos de desarrollo personal es querer ir demasiado rápido. La gente quiere resultados inmediatos, y si no es así, se frustran y abandonan. (22)
Siempre me ha gustado el ejemplo del bambú chino como metáfora de los procesos de cambio y transformación personal. Después de plantada la semilla, pasan aproximadamente cinco años sin que se vea nada, salvo un brote diminuto. Todo su crecimiento es subterráneo; se está construyendo una compleja estructura de raíces. Entonces, al final del quinto año, crece velozmente hasta alcanzar una altura de veinticinco metros.

Algo muy similar ocurre con los procesos de desarrollo personal. Un buen día, uno sale a perseguir sus vocación, su pasión, sus sueños y siembra y trabaja, pero no obtiene resultados. Y así un día tras otro. Aparecen las dudas, los bajones, los momentos de debilidad emocional, que invitan a tirar la toalla. Sin embargo, un grupo pequeño decide seguir adelante y se mantiene firme a pesar de los duros vientos en contra. Y un buen día todo se precipita; algo empieza a germinar y a crecer exponencialmente. Como apunta la sabiduría popular, “la hora más obscura de la noche es justo la que precede al alba”.

Todos tenemos límites, pero esos límites no son nuestros, sino el resultado de nuestro entorno. Una especie de software instalado en nuestro cerebro durante los primeros seis años de vida. Tus creencias (limitantes o posibilitadotas) reflejan tu autoestima. Vivir con baja autoestima es como ir por el mundo atado de pies y manos.
Tu autoestima no es otra cosa que la reputación que tienes de ti mismo, cómo te ves como producto. El como te tratan otras personas es un reflejo de cómo te tratas a ti mismo.
Tu vida es un reflejo de tu inconsciente, por eso, el primer reto de la voluntad debería ser cultivar hábitos mentales sanos. La incredulidad nos frena y es aliada de la mediocridad.

 
Bertrand Russell (1872-1970)

Fue un filósofo, matemático y escritor británico. Entre sus obras destacan “La conquista de la felicidad” y “Los caminos de la libertad” .

1. La mejor prueba de que algo puede hacerse es que antes alguien ya lo hizo.
Entre una persona y otra no hay desventajas, sólo existe la determinación, la voluntad, el método y la paciencia. Don Quijote ya se lo decía a su fiel escudero: “Sábete Sancho, que no hay un hombre que sea más que otro, sino que hace más que otro”.

2. Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito.
Deja de conformarte con menos de lo que deseas. ¿por qué hacerlo? Vive tu sueño si no quieres acabar soñando tu vida. Conformarte es renunciar a todo el potencial que albergas dentro de ti. Te instala en la senda de lo rutinario.

3. Conquistar el miedo es el inicio de la riqueza.
Porque, cuando se conquista el miedo, cualquier logro está a nuestro alcance. Lo peor del miedo es que te derrota antes de luchar, y sin siquiera haberlo intentado. Y eso es triste. El miedo te hace ver cualquier dificultad mucho más grande de lo que es. El miedo nos hace sentirnos más pequeños de lo que somos. Y genera una gran frustración al no atrevernos a hacer muchas cosas que nos gustaría hacer. Pero no niegues el miedo, nunca desaparece; teme el no lanzarte a conquistarlo. Si conquistas el miedo, el mundo te abre sus brazos.

4. El entusiasmo es un motor sencillamente indispensable para la perfección.
Sin entusiasmo, nada grande se ha logrado en la vida. Si no te brillan los ojos, es complicado que te ocurran cosas extraordinarias. Si tu espíritu está alicaído, ¿qué esperas conseguir? Cuando la ilusión no está inmersa en el proyecto que se tiene entre manos, es el momento de empezar a buscar otro. El entusiasmo es lo que invita a seguir cuando todo anima a abandonar.

5. Los educadores, más que cualquier otra clase de profesionales, son los guardianes de la civilización.
El futuro esta en manos de la juventud, pero la juventud está en manos de quien la forme. La educación marca, modula, perfila y esculpe nuestra forma de ser. En gran medida, uno es lo que es su niñez. En Utopía, Tomás Moro escribía: “si vos toleráis que vuestro pueblo esté mal educado y sus modales corruptos desde la infancia, y después los condenáis por los crímenes a los que su primitiva educación los ha abocado, se llega a la terrible conclusión de que primero los hacéis ladrones y los castigáis después”. Formar niños es mas inteligente que enderezar adultos.

6. Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y que puente hay que quemar.
Y eso sólo lo aporta la experiencia. Las respuestas se van encontrando a medida que uno va haciendo camino. Si evitas equivocarte, nunca crecerás. Tienes que exponerte a la realidad, vivirla y sufrirla. No evites situaciones incómodas, si lo haces, quedarás estancado. No hay crecimiento sin un cierto sufrimiento. Existen situaciones parecidas, pero nunca repetidas. La verdad tiene que ser vivida, nunca puede ser enseñada.

7. Carecer de algunas de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad.
Porque si uno lo tuviese todo, se acabarían los retos. Y los retos son los que tiran de nosotros hacia delante. Una persona sin ilusión no vive, sobrevive, está derrotada de antemano, disecada de espíritu. Sin alicientes, la sensación de vacío es grande. La persona existe en “cuerpo”, pero no en “alma”.

8. Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas.
Hay que aprender a creer más en uno mismo, porque otros con menos habilidades y conocimientos, pero con más seguridad, acaban ocupando la pole position. Ningún logro está fuera de nuestro alcance cuando se tiene fe.

9. Nunca moriría por mis creencias, porque podría estar equivocado.
Estar dispuesto a cambiar es de personas inteligentes. El inconsciente gobierna nuestra vida, y el inconsciente está formado de nuestras creencias, muchas de las cuales son falsas aunque las tengamos por ciertas. Como ya dijera Keynes, “lo más difícil del mundo no es que la gente acepte nuevas ideas, sino que olvide las antiguas”. Estar abiertos al “desaprendizaje” es absolutamente imprescindible para que el verdadero aprendizaje tenga lugar. (42)

10. Quienes dejan de fijarse en el polvo que la criada no ha limpiado, en las patatas que la cocinera no ha cocinado o en el hollín que el deshollinador no ha deshollinado, notarán que la vida es mucho más agradable que cuando se sentían constantemente preocupados o irritados por esas cosas.
Revitalizar es especialmente recomendable para el bienestar emocional. La perfección resulta a menudo una carga demasiada pesada para la felicidad. Relajarse y tomarse las cosas con más calma, tanto con uno mismo como con los demás, nos hace disfrutar más la vida. El arte de vivir es el arte de no amargarse la existencia.

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