jueves, 7 de marzo de 2013

De la Dictadura a la Democracia, parte 7



SIETE
Planificando la Estrategia   

Es crítico determinar el verdadero propósito de la lucha.
En particular, los estrategas tienen que dar respuesta a muchas interrogantes fundamentales como estas:

-¿Cuáles son los principales obstáculos para lograr la libertad?

-¿Qué factores facilitarían el alcanzarla?

-¿Cuáles son los puntos fuertes de la dictadura?

-¿Cuáles son las diversas debilidades de la dictadura?

-¿Hasta que punto son vulnerables las fuentes de poder de la dictadura?

-¿Cuáles son los puntos fuertes de las fuerzas democráticas y de la población en general?

-¿Cuáles son los puntos débiles de las fuerzas democráticas y de la población en general, y cómo pueden corregirse?

-¿Cuál es la posición de terceraspersonas no inmediatamente involucradas en el conflicto que están ayudando, o podrían ayudar, bien a la dictadura, bien al movimiento democrático y cómo podrían hacerlo.

Escogiendo los medios
Para llevar a cabo esta selección, los estrategas necesitan considerar interrogantes como las siguientes:

-¿Estará el tipo de lucha que se escoja dentro del marco de las capacidades de los demócratas?

-¿Utilizará la técnica escogida la fuerza de la población?

-¿Enfoca la técnica escogida las debilidades de la dictadura, o busca golpearla donde está más fuerte?

-¿Los medios que se usen ayudarán a los demócratas a cobrar más confianza en sí mismos, o dependerán de terceras personas o de proveedores externos?

-¿Qué historial tienen los medios escogidos de haber servido para el derrocamiento de otras dictaduras?

-¿Producirán un aumento, o una disminución en la cantidad de víctimas y otras perdidas que podrían ocurrir en el conflicto venidero?

Es necesario excluir los tipos de acción que se consideren contraproducentes para el desarrollo de la gran estrategia. Los estrategas tendrán que analizar la dinámica de sus conflictos particulares, y determinar si el desafío político responde afirmativamente a las interrogantes anteriores.

Planificando para la democracia 

Debemos recordar que el objetivo de la gran estrategia contra la dictadura no es simplemente la caída de los dictadores sino establecer un sistema democrático y hacer imposible el surgimiento de una nueva dictadura. Para alcanzar estos objetivos será necesario que los medios de lucha que se escojan contribuyan a cambiar la distribución del poder efectivo de la sociedad. Si no se corrige el desequilibrio , la nueva camarilla, si así lo quisiere, podría se tan dictatorial como la anterior. Una “revolución palaciega” o un golpe de estado, por consiguiente, no es bienvenido.

El desarrollo de una capacidad de lucha noviolenta significa que la capacidad de represión violenta de la dictadura ya no va a producir la intimidación ni la sumisión de la población tan fácilmente. Ésta va a tener a su disposición poderosos medios de acción para contrarrestar y, a veces, hasta bloquear el ejercicio del poder de los dictadores. Además, la movilización de poder popular por medio del desafío político va a fortalecer las instituciones independientes de la sociedad. La experiencia de haber ejercido alguna vez un poder efectivo no se olvida fácilmente. El conocimiento y adiestramiento que se adquieren en la lucha harán que la población sea menos propensa a que los futuros dictadores la dominen en el futuro. Este cambio en las relaciones de poder hará mucho más probable el establecimiento de una sociedad democrática duradera.

Ayuda del exterior
Como parte de la preparación de la gran estrategia, se necesita calcular que papel han de jugar la resistencia interna y las presiones externas en la desintegración de las dictaduras.
Como un complemento muy limitado, se pueden hacer esfuerzos por movilizar la opinión pública mundial contra la dictadura desde un punto de vista humanitario, moral o religioso.
Se puede trabajar para lograr que los gobiernos y las instituciones internacionales apliquen sanciones diplomáticas, políticas y económicas contra la dictadura.

Formulando una gran estrategia
Las siguientes interrogantes, de una manera más específica que antes, plantearán los considerandos que han de tenerse en cuenta al diseñar una gran estrategia para una lucha mediante el desafío político.

-¿Cuál es la mejor manera de empezar una lucha a largo plazo?

-¿Cómo podría la población oprimida acumular suficientes fuerzas y confianza en sí misma para desafiar la dictadura, aunque inicialmente sea de manera limitada?

-¿Cómo puede aumentarse con el tiempo y la experiencia la capacidad de la población de aplicar la no cooperación y el desafío político?

-¿Cuáles deberán ser los objetivos a alcanzar en una serie de campañas limitadas, dirigidas a recuperar el control democrático de la sociedad y a limitar el de la dictadura?

-¿Quedan aun instituciones independientes que hayan sobrevivido la dictadura y que puedan usarse en la lucha por establecer la libertad?

-¿Cómo puede desarrollarse la fuerza organizacional de la resistencia?
¿Cómo puede adiestrarse a los participantes?

-¿Qué recursos (financieros, materiales, etc.) se requerirán a lo largo de la lucha?

-¿Qué simbolismos se usarán para movilizar a la población?

-¿Cómo puede la población que resiste persistir en el desafío y a la vez mantener la necesaria disciplina noviolenta?

_¿Cómo podrá la población satisfacer sus necesidades básicas durante el curso de la lucha? ¿Cómo se podrá mantener el orden social en medio del conflicto?

-¿Qué hará la resistencia democrática, a medida que se aproxime la victoria, para seguir construyendo las bases de la sociedad de la post-dictadura y lograr que la transición sea lo menos brusca posible?

Cuando la gran estrategia para la lucha ha sido cuidadosamente planificada, hay razones de peso para darla a conocer ampliamente.
Las grandes cantidades de gente que hace falta que participen estarán más dispuestas y aptas para actuar si entienden la concepción general así como las  instrucciones específicas.

Cuando haya abundante evidencia de que la gran estrategia escogida fue mal concebida, o cuando las circunstancias de la lucha hayan cambiado fundamentalmente, es posible que los planificadores tengan que alterar la gran estrategia. Aún entonces, deberá hacerse solamente después de que el cálculo  fundamental se haya hecho de nuevo, y se haya desarrollado y adoptado una estrategia nueva más adecuada.

Planificando las estrategias de campaña    
Una gran estrategia desarrollada para acabar con la dictadura no se ejecuta por sí sola. Hará falta que se desarrollen estrategias particulares para orientar las principales campañas orientadas al socavamiento del poder de los dictadores. Las tácticas y los métodos de acción específicos deben escogerse cuidadosamente para que contribuyan a alcanzar los objetivos de cada estrategia particular.

Los estrategas del desafío político tienen que considerar varios puntos y problemas, entre los cuales se encuentran los siguientes:

-Determinación de los objetivos específicos de la campaña y de cómo éstos contribuyen a hacer efectiva la gran estrategia.

-Consideración de los métodos específicos o armas políticas que mejor se puedan emplear para implementar la estrategia escogida. El alcanzar los objetivos mayores vendrá como resultado de haber escogido cuidadosamente, e implementado específicamente, los pasos menores.

-Determinación de como los asuntos económicos  deben relacionarse con la lucha total, que es esencialmente política.

-Determinación de qué clase de estructura de liderazgo y sistema de comunicaciones funcionaría mejor al comienzo de la lucha de resistencia.

-Comunicación de las noticias de la resistencia a la población, las fuerzas del dictador y la prensa internacional.

-Planes sobre actividades constructivas independientes -económicas, sociales o educativas- que aumenten la confianza de las personas en sí mismas, para que sean capaces de responder a las necesidades de su propia gente durante el conflicto que va a producirse.

-Determinación de qué clase de ayuda exterior es deseable para apoyar una campaña específica o la lucha de liberación en general.

Difundiendo la idea de la nocooperación 
Para un desafío político exitoso contra una dictadura, es esencial que la población capte la idea de la nocooperación. Como se ilustró en el cuento del “Amo de los Monos” (ver cap.3), la idea básica es sencilla. Si un número suficiente de subordinados se rehúsa a seguir cooperando por un tiempo suficiente a pesar de la represión, el sistema opresivo se debilitará, y acabará por desplomarse.
Las fuerzas democráticas deben deliberadamente difundir y comunicar a todos los estratos sociales la idea de la nocooperación. Así, la gente podrá entender la relevancia que van a tener en el futuro los llamados a practicar la nocooperación contra la dictadura.

Ya con la ventaja de una planificación estratégica previa, se pueden preparar los lineamientos para la resistencia y diseminarlos. Estos pueden indicar los motivos por los cuales y las circunstancias en que la población debe protestar y suspender la colaboración, y cómo puede esto llevarse a cabo.

La represión y las contramedidas
Los planificadores de la estrategia tienen que calcular las posibles respuestas y la represión, especialmente el umbral de violencia de la dictadura de cara a las acciones de la resistencia democrática. Será preciso determinar cómo enfrentarlas y contraatacarlas, o evitar el posible incremento de la represión sin someterse.
Los planificadores han de considerar qué medidas han de tomarse para mantener la disciplina noviolenta, y para sostener la resistencia a pesar de las brutalidades. Los dirigentes tienen que estar siempre alerta ante la presencia de agentes provocadores cuya misión será incitar a los manifestantes a la violencia.

Adhiriéndose al plan estratégico
Una vez que un concienzudo plan estratégico se pone en marcha, las fuerzas democráticas no deben dejarse distraer por los movimientos menores que emprendan los dictadores, y que pueden tentarlos a abandonar la gran estrategia o alguna campaña en particular. Tampoco deben permitir que la emoción del momento -quizás en reacción a las nuevas barbaridades efectuadas por la dictadura- permita desviar la resistencia democrática de su gran estrategia o de su estrategia de campaña. Las barbaridades pueden haber sido perpetradas precisamente para provocar que las fuerzas democráticas abandonen su plan bien fundado y hasta lleguen a cometer actos violentos, a fin de que los dictadores puedan derrotarlos más fácilmente.

En tanto el análisis básico se considera acertado, la tarea de las fuerzas pro-democráticas es la de llevarlo adelante paso a paso. Por supuesto que van a producirse cambios de táctica y de objetivos intermedios. La minuciosa implementación de la gran estrategia que se haya decidido y de las estrategias de las campañas particulares, va a contribuir grandemente a la victoria.  



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