viernes, 22 de marzo de 2013

De la Dictadura a la Democracia, parte 10


Diez
Trabajo Preliminar para una
Democracia Duradera

La desintegración de la dictadura es, por supuesto, causa de gran celebración. La gente que por tanto tiempo ha sufrido y ha pagado un precio tan alto, merece un tiempo de gozo, relajamiento y reconocimiento.
Desafortunadamente, esta no es una oportunidad para reducir la vigilancia. Se deben tomar muchas precauciones para impedir que surja un nuevo régimen opresivo durante la confusión que acompaña al derrumbamiento del viejo. Es necesario establecer las bases constitucionales y legales así como las normas de comportamiento de una democracia duradera.

Nadie debe creer que con la caída de la dictadura inmediatamente va a aparecer una sociedad ideal. Los serios problemas políticos, económicos y sociales seguirán durante años, y hará falta la cooperación de muchas personas y grupos para buscarles solución.

Amenazas de una nueva dictadura

Aristóteles advirtió hace tiempo “……que la tiranía puede cambiar y convertirse en tiranía”. La Historia nos da muchos ejemplos de cómo algunas personas o grupos consideraron el derrumbamiento de un régimen opresivo meramente como la oportunidad de convertirse en los nuevos amos. La nueva dictadura puede ser aún más cruel que la anterior y ejercer un control más asfixiante.

Cerrándoles el paso a los golpes de estado

Hay maneras de derrotar los golpes de estado que se intenten contra una sociedad recientemente liberada. A veces basta un conocimiento previo de esa capacidad de defenderse para impedir el intento.
El primer principio básico que hay que esgrimir para defenderse contra el golpe es negarles la legitimidad a los golpistas.
Los golpistas también necesitan que los líderes civiles y la población los apoye, que estén confundidos o que sencillamente se mantengan pasivos. También requieren que multitud de personas que manejan el sistema político, las instituciones sociales, la economía, la policía y las fuerzas militares se le sometan pasivamente y lleven a cabo sus funciones habituales tal como las hayan modificado las órdenes y políticas de los golpistas.

El segundo principio de la defensa contra el golpe de estado es el de resistir a los golpistas por medio de la nocooperación y el desafío político. Debe negársele la cooperación y asistencia que necesitan. El golpe muere de inanición política, y se habrá restaurado la oportunidad de construir una democracia.

Redactando una constitución

El nuevo sistema democrático va ha requerir de una constitución que establezca la estructura deseada del gobierno democrático.
La redacción de la constitución debe ser fácilmente comprendida por toda la población. No debe ser tan compleja ni tan ambigua como para que sólo los abogados u otras élites puedan decir que la comprenden.  

Una política democrática de defensa

El país liberado puede tener que enfrentarse a una amenaza extranjera, para lo cual se necesita una capacidad defensiva.
Debemos recordar que algunos grupos van a ignorar cualquier disposición constitucional en su afán de convertirse en los nuevos dictadores. Por consiguiente, la población necesita asumir la tarea permanente de aplicar el desafío político y la nocooperación  contra cualquier dictador en potencia y de preservar las estructuras, los derechos y los procedimientos democráticos.

Una responsabilidad meritoria

Los efectos de la lucha noviolenta son no solamente debilitar y quitar al dictador sino también dotar de poder al oprimido. Esta técnica habilita a las personas que previamente sentían que no servían más que como víctimas. Esta experiencia de lucha tiene consecuencias psicológicas importantes que contribuyen a aumentar la autoestima y la confianza en sí mismos entre los que antes carecían de todo poder.
La sociedad  estará más apta para manejar los problemas recurrentes y futuros. La población, experimentada en el uso del desafío político, será menos vulnerable a la acción de una dictadura en el futuro.

Los pensamientos expresados en este examen del desafío político o la lucha noviolenta tienen como fin tratar de ayudar a todas las personas y grupos que buscan liberar a sus pueblos de la opresión dictatorial y establecer un sistema democrático duradero que respete las libertades humanas y la acción popular para mejorar la sociedad.
Tres conclusiones principales se derivan de las ideas bosquejadas aquí:

-Es posible liberarse de las dictaduras;

-Una reflexión cuidadosa y una planificación estratégica muy meticulosa son indispensables para lograr la liberación y:

- Se necesita vigilancia, mucho trabajo arduo y una lucha disciplinada a veces a un precio muy alto.

Es cierta la multicitado frase: “La libertad no es gratis”. La gente tendrá que aprender cómo conseguir esa libertad por sí misma. No será fácil.
La libertad que se gana por medio de una lucha de este tipo puede ser duradera y ser mantenida por un pueblo tenaz comprometido a conservarla y enriquecerla.





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