lunes, 15 de octubre de 2012

El Poder de las Emociones, parte 3

Todo cuanto sentimos tiene su origen. Nacemos con cierta “programación” genética que nos da un cierto color de piel, de cabellos, ojos, etc. Conforme crecemos, constituimos nuestra personalidad, creamos hábitos, costumbres, y nos convertimos en nuestros programadores: proyectamos nuestro estilo personal con los pensamientos, actos y sentimientos. Y así continuamos programándonos hasta nuestra última etapa.

Las enfermedades pueden generarse ya sea por herencia, y porque uno las crea.

Es posible que no nos demos cuenta de las partes negativas que heredamos de la familia. Los malos hábitos y manías se aprenden por imitación, pero decimos que “se heredan”. De manera que si, por ejemplo, el papá es gruñón, el hijo sigue esa tendencia porque lo ha aprendido y lo ve “normal”.

Así como aprendimos a dejar las cosas fuera de su lugar, también hemos aprendido a tragarnos los corajes o las lágrimas. Y lo que puede resultar de eso es una colitis, afecciones de la garganta o un malestar ocular.

Tu forma de ser se configura con tu forma de pensar, de actuar y con tus hábitos alimentarios.

Cuando ciertos padecimientos se presentan en forma frecuente, nuestro cuerpo quiere decirnos que estas condiciones son consecuencia de que no estamos aceptando del todo nuestra realidad.

En buena medida, una enfermedad tiene origen emocional.

Las enfermedades no son del todo negativas. Lo arriesgado radica en que estamos desconectados de la sabiduría que nos ofrecen las alarmas instaladas en el cuerpo.
https://www.dropbox.com/s/9w8fye0b2zhpwgk/El%20Poder%20de%20las%20emociones%203.mp3?m

No hay comentarios:

Publicar un comentario