jueves, 13 de septiembre de 2012

Anatomía del Espíritu, parte 5

Cada elección que hacemos, cada pensamiento y sentimiento que tenemos, es un acto de poder que tiene consecuencias biológicas, medioambientales, sociales, personales y mundiales. Estamos donde están nuestros pensamientos, y así, en nuestra responsabilidad están incluidas nuestras aportaciones energéticas.
¿Qué elecciones haríamos si pudiéramos ver sus consecuencias energéticas?

Comprender las consecuencias energéticas de nuestros pensamientos, creencias y actos podría obligarnos a tener un nuevo grado de sinceridad. Nos sería imposible mentir, ya sea a nosotros mismos o a otras personas. La curación auténtica y completa exige ser sincero con uno mismo. La incapacidad de ser sincero obstaculiza la curación tan seriamente como la incapacidad de perdonar. La sinceridad y el perdón rescatan nuestra energía, o espíritu, de la dimensión energética “del pasado”.

Tener fe en alguien entrega una parte de nuestra energía a esa persona; tener fe en una idea entrega una parte de nuestra energía a esa idea; tener fe en un miedo entrega una parte de nuestra energía a ese miedo. Mediante esta entrega de energía quedamos imbricados -mente, corazón y vida - en sus consecuencias.
Nuestra fe y nuestro poder de elección son, de hecho, el propio poder de la creación. Somos los canales por medio de los cuales la energía se convierte en materia en esta vida.
Por lo tanto, la prueba espiritual inherente a toda nuestra vida, es el reto de descubrir que nos motiva a hacer las elecciones que hacemos, y si tenemos fe en el miedo o en lo Divino.
Sigan el enlace:
https://www.dropbox.com/s/7tp332fsd6dqw85/Anatom%C3%ADa%20del%20esp%C3%ADritu%205.mp3?m

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