lunes, 19 de junio de 2017

Cuenta Contigo, parte 8


8
El sentido de lo que haces

He encontrado el significado de mi vida ayudando a
los demás a encontrar en sus vidas un significado.

Viktor Frankl

He leído la biografía y parte de la obra de Viktor Frankl. Él sobrevivió a los campos de concentración nazis, donde fue sometido a todo tipo de vejaciones, humillaciones y trabajos forzados. Cuando fue liberado, su familia había muerto. Regresó a Viena sin nada. Antes de la persecución nazi, ya era un joven brillante, colega de los afamados psiquiatras Sigmund Freud y Alfred Adler y jefe del departamento de Neurobiología del Hospital Rothschild.

No se dio por vencido, encontró trabajo y empezó a escribir. Y a partir de ahí se convirtió en un referente en el mundo entero, no solo por su logoterapia, sino también por su experiencia vital. Publicó más de treinta libros y fue doctor honoris causa por veintinueve universidades. Murió con 92 años.

En sus libros manifestó que en varias ocasiones, en los campos de concentración, se le pasó por la cabeza acabar con su vida. ¿Por qué no lo hizo? En su obra se pueden obtener algunas claves: tener esperanza, fijarse una misión, soñar, elegir las emociones, conservar el sentido del humor, mostrar curiosidad, sentir aceptación, preservar la vida espiritual, no renunciar al amor y mantener la libertad interior.

Esperanza

Tener esperanza nos mantiene vivos porque nos lleva a pensar que hay un futuro mejor. Cuando pierdes tu empleo o a tu pareja, no solo tienes que gestionar las emociones durante el proceso, sino que debes fantasear  con el tipo de vida que deseas para el futuro. Las ilusiones activan en nosotros una fuerza interior que nos permite soportar el sufrimiento del presente.

Una misión

Viktor Frankl, durante su confinamiento, se dedicó a investigar y retener en su cerebro -dado que sus escritos fueron destruidos- cómo afectaba la vida de un campo de concentración a la psicología de las personas.
Tener una misión es tener un norte. ¿Cuál es el tuyo? Quizás sea formarte mientras esperas otra oportunidad, o mejorar una marca para tener una beca.

Soñar

Los recuerdos agradables son capaces de aliviar el alma. En el caso de Viktor Frankl, los recuerdos de una cama, de tener ropa limpia o de un baño caliente eran suficientes para que se sintiera bien.
Muchos son los deportistas que durante una lesión visualizan mentalmente jugadas exitosos, recuerdan partidos y se emocionan con lo que ahora no pueden tener. Este ejercicio les fortalece la seguridad y, a la vez, trabajan la atención, su toma de decisiones, su memoria deportiva y su concentración. Soñar con volver a ser el mismo y verte en tu mejor forma da sentido a la rehabilitación de tu lesión.

Elegir tus emociones 

El horror del día a día en el campo de concentración convertía la atrocidad en algo normal. Frankl lo llamó anestesia emocional.
En nuestra vida confortable, elegir nuestras emociones permite escoger nuestras batallas. Debemos dar importancia a lo que tiene sentido y alejarnos de lo que no. Sucumbimos a discusiones o a personas tóxicas o perdemos los nervios en situaciones que no lo requieren. Elegir tu estado emocional permite vivir de forma intensa y positiva en los momentos decididos y distanciarte de aquello que no te aporta nada. A ti te podrán robar momentos de tu vida, pero la forma en que quieres vivirlos la eliges tú.

Sentido del humor

Nadie se creería que en un campo de concentración podía haber lugar para la risa. La risa es un protector de la salud mental.
En los momentos más macabros de nuestras vidas siempre aparece el humor. Es una respuesta que nos ayuda a sobrevivir. ¿Recuerdas los momentos graciosos en un velatorio? La risa nos protege del miedo y nos da una visión alternativa de la realidad.
¿Recuerdas la película La vida es bella? Ese padre consiguió que su hijo sobreviviera utilizando el humor y el juego. Encontró el sentido a su estancia en medio del horror. (94)

Curiosidad
 
El interés por saber más. La curiosidad mantiene activa, atenta y despierta la mente. Cuando algo te despierta el interés, la mente fantasea con hacer algo distinto, con obtener experiencia de un momento nuevo.
Cuando mis pacientes me dicen que se desconcentran, o que los entrenamientos les parecen duros, trato de que sean curiosos: ¿qué supone aprender esta historia, o que siento en este ejercicio, en qué medida mejorará mi rendimiento? Tener curiosidad y confiar en lo que haces es bueno para ti, da sentido a los momentos más extremos.

Dejamos de dar valor y sentido a muchos de nuestros hábitos y actividades porque se han convertido en parte de nuestra “normalidad”. Si lo hicieras todo por primera vez, o si te comportaras como si fuera la primera vez que pisas, por ejemplo, un campo de primera división, ¿con qué ojos lo mirarías?, ¿qué crees que sentirías?

Aceptación

Viktor Frankl dice en El hombre en busca de sentido: “Me abandoné sin resistencia al curso de los acontecimientos; un comportamiento que repetí en varias ocasiones durante mi internamiento”.
Aceptar aquello que no depende de ti permite ahorrar energía física y mental para invertirla cuando la necesitas. Quejarse, enfurecerse o victimizarse no le habrían proporcionado más que reprimendas o incluso, la muerte.

¿Cuántas veces te quejas al día, cuánto tiempo pierdes en criticar, y rechistar por aquello que no tiene remedio? Además, cada vez que te quejas, te “avinagras”.

Vida espiritual y creencias religiosas

Se necesita la fe, en lo que sea, en ti, en Dios, en un futuro… porque la fe permite sobrevivir en un estado en el que te encuentras muerto en vida. La fe está relacionada con la ilusión y con la esperanza. Perder esta última hará que dejes de invertir la fuerza que necesitas para alcanzar tus metas.

El amor

Viktor Frankl decía que fue en el campo de concentración donde llegó a entender la poesía y el pensamiento filosófico sobre el amor. “La salvación del hombre solo es posible en el amor y a través del amor”, escribió.
El amor por las personas y por lo que hacemos, la pasión que sentimos, son una fuente de satisfacción y felicidad, y ese sentimiento puro da sentido a la vida. El amor y la pasión caminan de la mano.

Libertad interior

Viktor Frank podía estar sometido a las órdenes y humillaciones de los guardias de las SS pero era libre de interpretar el entorno a su manera. Él decía que, incluso en esas circunstancias, las personas son capaces de elegir un camino, de conservar su dignidad y no abandonarse a la muerte.

Tu decides, incluso en las condiciones más extremas, quien quieres ser. Hay personas que son capaces de obtener un aprendizaje, una lección de vida, de una vivencia traumática. Encuentran sentido al sufrimiento, porque, si no lo hacen, su vida pierde sentido.
Mientras dura el sufrimiento, es muy difícil encontrar sentido, lo mejor es aceptarlo. Pero el sentido aparece más tarde, miras atrás y empiezas a encajar les piezas. Siempre puedes elegir derrumbarte o superar la situación.

Todos pasamos por esa parte aparentemente injusta de la vida que te golpea sin esperarlo. Nos gusta creer que ser buena persona nos lleva a una vida placentera, pero estamos equivocados. Porque el destino, las circunstancias y el azar también juegan sus cartas, y no suelen contar con tu opinión para tomar decisiones.

Frankl siempre preguntaba a sus pacientes cuando se encontraban deprimidos: ¿Y usted, por qué no se ha suicidado?; y la respuesta a esa pregunta era la clave, el sentido de sus vidas.
En este capítulo no pretendemos, como Frankl, buscar el sentido de la existencia humana. Pero sí darle importancia al sentido que tiene para nosotros los pasos que damos, las decisiones que tomamos, los cambios con los que nos queremos involucrar. Porque cuando algo tiene sentido, posees motivación.
Cuando hallas el sentido, el porqué, no necesitas tirar de tanta fuerza de voluntad ni de tanto sufrimiento.

Frankl quiso transmitir a las personas desesperadas que “en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de nosotros. Piensa por un momento quién te necesita, tus hijos, tu pareja, tus amigos o tus padres. O qué están esperando de ti en tu club o en tu trabajo. Siempre hay alguien que te necesita. Es un motivo generoso y altruista para seguir luchando.

Es triste comprobar como la sociedad en la que vivimos no cultiva la pasión y los valores, pero si lo hace con las compras, las marcas la eterna juventud y otras superficialidades que dejan vacía el alma. Son muchos los jóvenes que no saben qué estudiar, que no leen, que viven sin apasionarse de nada.

El sentido está relacionado con la pasión, con aquello que nos arrastra y nos despierta. En un estudio se preguntó a estudiantes universitarios qué deseaban para el futuro. Los que respondieron ganar dinero o tener prestigio resultaron, con el tiempo, tener peor calidad de vida que los estudiantes que contestaron que su deseo era dedicarse a una profesión que les fascinara. Estos segundos habían encontrado el sentido. (99)


                                       Momento libreta…
Trata de ver que quieres conseguir y por qué hasta ahora no lo has logrado. Quizá la meta no era motivadora, quizá no le has encontrado el sentido. Analiza cada uno de los puntos tratados e indaga cómo puedes desarrollar los que consideres que tienes más débiles.

Decía Nietzche que: el que tiene un porqué vivir, puede soportar casi cualquier cómo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario