martes, 26 de enero de 2016

Ejercicios de bioenergética, parte 23



Capítulo XII
Técnicas de masaje

 El masaje es una parte importante de la bioenergética. Es una contraparte a los ejercicios activos en los que se requiere un esfuerzo para producir resultados. En el masaje, no haces nada sino relajarte y gozar del tacto y la presión de las manos del masajista. A veces, sin embargo, cuando se tiene una cierta tensión muscular, el masaje puede ser doloroso. Generalmente, tras varios masajes, el dolor desaparece y el área queda más blanda al tacto.
El masaje sirve a diversos fines. Todos necesitamos que nos hagan algo bueno a y para nosotros. El masaje satisface en parte esta profunda necesidad oral, lo que es uno de sus atractivos. Pero también tenemos una necesidad adulta de ser tocados de un modo placentero sin sobretonos sexuales, y el masaje satisface igualmente esta necesidad. Asimismo es importante el trabajo sobre los músculos tensos. Las manos del masajista pueden llegar a tensiones inaccesibles a nuestras propias manos, y que no son directamente afectadas por los ejercicios. Las contracciones musculares en la base del cráneo y en el fondo de la boca responden a esta descripción.

Gran parte del valor del masaje depende de la sensibilidad, destreza y manos de la persona que hace el masaje. Ha de saber exactamente la cantidad de presión a aplicar. Un exceso de presión te hará demasiado tenso; y si es poca pues el efecto será pequeño. Dado que el masaje es una función del tacto, hay que estar en contacto con los sentimientos de la persona masajeada. ¿Está asustada? La gente tiene miedo de ser tocada, y miedo a ser dañada. ¿Respira, o contiene la respiración? Contener la respiración hará todo el proceso más doloroso que agradable. La habilidad de un masajista consiste en ser capaz de sentir los músculos tensos en el cuerpo de una persona, y saber que presión o manipulación los aliviará. También se necesita la experiencia de haber sido masajeado. Finalmente, la cualidad de nuestro tacto, de nuestra mano, resulta crítica. Unas manos frías y sin vida harán que una persona se contraiga en vez de relajarse y expandirse ante el tacto. Y unos dedos débiles y flácidos no ofrecen estimulación alguna.

Tocar es un proceso energético de contacto. A través del tacto, la energía fluye de una persona a otra. Es por ello que el tacto de algunas manos puede tener un efecto curativo. Si das un masaje, debes mantenerte relajado y cargado. Debes mantener tu respiración profunda y plena, para tener energía que poner en tus manos. Y no deberías dar ningún masaje si no gozas con ello, pues tu tacto no será una experiencia positiva para la otra persona.
Este no es un libro sobre masaje, que es un arte en sí mismo. Y aunque el masaje no puede hacer lo que los ejercicios, utilizamos regularmente algunas técnicas de masaje en nuestras clases de ejercicios. El masaje es hecho por los participantes entre sí. Ayuda a poner a la gente directa y literalmente en contacto una con la otra. En el presente capítulo describimos estas técnicas, que pueden ser hechas por personas sin entrenamiento previo.

Por añadidura, puede hacerse en casa una cierta cantidad de masaje. Un esposo puede ayudar a su esposa a relajarse trabajando en unas pocas áreas críticamente tensas. Una esposa puede hacer lo mismo con su esposo. A veces podemos aliviar un dolor de cabeza si conocemos unas pocas maniobras simples. Describiremos el modo en que puede hacerse esto.
Tenemos también un buen paseo por la espalda, el cual es muy relajante.

Ejercicio 95. Masaje de espalda y hombros

La persona a trabajar se sienta en el suelo con las piernas cruzadas. Es mejor que tenga los hombros al descubierto.
La persona que da el masaje se pone detrás, de pie o de rodillas. Ambos deberán estar relajados y respirando con facilidad.

Las siguientes instrucciones van dirigidas a la persona que da el masaje.
Coloca ambas manos ligeramente sobre los hombros de tu pareja, y mueve los dedos sobre éstos y hacia la espalda, presionando gentilmente para sentir cualesquiera músculos tensos. Estos darán bajo tus dedos la impresión de nudos duros.
Tocando suavemente con los dedos, utiliza los pulgares para amasar estos nudos. Si resulta demasiado doloroso para tu pareja, hazlo más gentilmente. Trabaja en toda la parte superior de la espalda.

Coloca las manos en los hombros y presiona hacia abajo con fuerza y persistencia hasta que la persona deje caer sus hombros. No lo fuerces; una presión persistente con tu peso detrás será suficiente. Asegúrate de que tu pareja respira profundo.

Si tu pareja quiere un tratamiento más fuerte, utiliza los nudillos. Recuerda que estás haciendo esto para que tu pareja se sienta bien, no para dañarla.
Ahora, con la punta de los dedos, masajea de nuevo toda el área, pasando por las articulaciones del hombro a la mitad superior del brazo, y hacia abajo a lo largo de la espalda. Las áreas críticas se encuentran alrededor de y en las paletillas.



  •  ¿Pudiste sentir algún músculo contraído? Pocas personas carecen de ellos.
  •  ¿Cayeron y se relajaron los músculos de tu pareja con el masaje?
  •  ¿Se profundizó su respiración, y gozó de tu masaje?

Ejercicio 96. Masaje de los músculos del cuello

El cuello es un área donde la tensión se desarrolla temprano en la vida y luego persiste. Un cuello rígido denota falso orgullo y obstinación. Un cuello corto, generalmente debido a la contracción de los músculos, puede ser interpretado como un temor “a sacar el cuello hacia fuera”.
Un cuello delgado indica una falta de comunicación plena entre la cabeza y el resto del cuerpo, un estrechamiento del canal, como si dijéramos. En todos los casos, la tensión del cuello expresa una necesidad de aferrarse a la propia cabeza, el temor a abandonar la cabeza. Cuando una tensión así es severa y dura largo tiempo, puede conducir a una condición artrítica en las vértebras cervicales.

El masaje en los músculos del cuello no eliminará la tensión, pero puede ayudar considerablemente. A menudo se requieren maniobras bastante fuertes para que una persona abandone su cabeza.
Con tu pareja sentada con las piernas cruzadas, arrodíllate a su lado izquierdo. Coloca la mano izquierda sobre su frente para proporcionar un soporte más firme, y con la mano derecha sobre su cuello. Al hacer este masaje, sigue todas las precauciones arriba indicadas.
Con los dedos de la manos derecha, palpa (siente) los músculos del cuello desde la base del cráneo hasta la raíz del cuello. Siente la cualidad de los músculos; algunos pueden estar contraídos como bandas de acero, otros tensos como el alambre, y algunos pueden sentirse duros y nudosos.

Utilizando tus dedos, amasa los músculos tensos mientras sostienes la cabeza con la mano izquierda.
Es importante decirle a tu pareja que siga respirando, y que haga algunos sonidos, de modo que puedas parar si resulta doloroso.

  •  ¿Puedes sentir las tensiones en la base del cráneo? ¿Y a lo largo de la espalda y los lados del cuello? ¿Y en la raíz del cuello?
  •  ¿Siente tu pareja que su cabeza está más suelta como resultado de tu trabajo?
  •  ¿Respiraste con facilidad mientras trabajabas?
  •  Nota: los zurdos deberían trabajar desde el lado opuesto, dado que su mano izquierda es más fuerte para el masaje.

Ejercicio 97. Aliviando un dolor de cabeza por tensión

La posición es la misma que en el ejercicio precedente. Comienza el masaje en la base del cráneo y trabaja hacia arriba hasta la cima de la cabeza.
Coloca la mano izquierda sobre la frente de tu pareja, y la mano derecha en la articulación de cabeza y cuello.
En primer lugar, siente la tensión a lo largo de toda esta área hasta llegar al hueso mastoideo detrás de las orejas. Para sentir la tensión, presiona firmemente y mueve las puntas de los dedos.
Con los tres primeros dedos, masajea fuertemente los músculos. Debería producirse un ligero dolor si estás trabajando correctamente.
Con todos tus dedos, masajea lentamente hacia arriba, moviendo el cuero cabelludo hasta juntar ambas manos.

Ahora pásate al otro lado de tu pareja. Coloca la mano derecha por encima de las cejas, con los dedos rodeando la corona de la cabeza. Coloca la mano izquierda en la parte de atrás de la cabeza. Deberías tener todo el cuero cabelludo en tus manos. Con los dedos, mueve el cuero cabelludo hacia atrás y adelante, liberándolo. Si puedes aflojar el cuero cabelludo, el dolor de cabeza generalmente desaparecerá, pues es causado muy probablemente, por una tensión que rodea la cabeza justo por debajo de la corona.

Aunque esta técnica se desarrolló como un medio para eliminar los dolores de cabeza, se ha convertido en parte de la rutina de masaje bioenergético. Una vez hecha, la mayoría de la gente siente su cabeza más ligera.
Si solo hay un alivio parcial, puedes intentar la maniobra de nuevo. Sin embargo, si no funciona, no persistas. Si el dolor de cabeza es una migraña, no se rendirá ante este procedimiento.

Ejercicio 98. Masaje de la parte inferior de la espalda

Este masaje se hace con la persona tumbada plana sobre su vientre en una colchoneta o cama. Su pareja se pone a la altura de las rodillas, con una rodilla entre las piernas de la persona tumbada. (ver fig. 64)
Coloca ambas manos en la cintura de la persona, con los pulgares apuntando hacia la línea del medio.
Con los pulgares, procura sentir los músculos en el área lumbosacra, esto es, entre las costillas y las nalgas.
Amasa estos músculos con los pulgares, presionando firmemente y moviendo arriba y abajo.
Asegúrate de que tu pareja respira profundamente mientras trabajas.
También puedes utilizar los puños contra estos músculos. Coloca ambos puños en la región lumbar de tu pareja, y presiona hacia  abajo fuertemente mientras tu pareja exhala. Esto se hace una serie de veces para aflojar estos músculos, muy fuertes y a menudo muy tensos.

También puedes trabajar hacia arriba sobre la espalda con los puños, presionando hacia  abajo sobre los músculos que hay a los lados de la espina dorsal, mientras tu pareja exhala. La presión facilitará su exhalación.


Este ejercicio no debería hacerse si la persona se halla en un estado de dolor agudo en la parte inferior de la espalda. Es un ejercicio valioso, sin embargo, si la persona sufre de dolor crónico de bajo grado en esta área.

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