lunes, 13 de julio de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 17


11. Tú eres un niño y quieres ganar una pelea contra un gigante. La mejor manera de ganar esa pelea es motivar a los gigantes para que huyan, en lugar de luchar.
Clayton M. Christensen, profesor de la escuela de negocios de Harvard.
Mejor que usar la fuerza bruta, es ser inteligentes. Actuar de tal manera que los grandes de la industria no les sea rentable competir y decidan acudir a otro mercado. Para ello es bueno actuar en nichos de mercado especializados.

12. La acción de confiar es el factor clave que les permite a las personas vulgares alcanzar altos niveles de rendimiento a través de rutinas que promueven su talento.
Robert Moss, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard.
La confianza es el auténtico alimento del talento. La evidencia así lo demuestra. En 1968, se realizó un experimento en la U. de Harvard, dónde se practicó un test de inteligencia a unos alumnos, se manipularon los datos, y se eligieron un 20% al azar, y a los profesores y alumnos se les dijo que ese 20% tenía un coeficiente intelectual superior al resto. Después de unos meses, se volvió a realizar la prueba, y resultó que ese 20% elegido al azar había obtenido un desarrollo intelectual más destacado. Es decir, las expectativas positivas o negativas sobre las personas determinan su rendimiento en un sentido u otro. Esta investigación es conocida como “efecto Pigmalión”, en honor al personaje de la mitología griega, quién buscó por mucho tiempo a la mujer perfecta con quién casarse. Desesperado, renunció a su deseo y se encerró a esculpir la estatua de la mujer más hermosa. Su pasión y dedicación fue tal que la escultura acabó cobrando vida.

13. Es más importante para el directivo recibir la información de forma rápida y eficaz que formalmente.
Henry Mintzberg, profesor de la U. McGill, en Montreal.
Antes el pez grande se comía al pequeño, ahora, el rápido se come al lento. La burocracia y el exceso de formalismos desactivan múltiples iniciativas. El diseño de estructuras organizativas flexibles que provoque la comunicación es una ventaja competitiva para actuar con agilidad y adelantarse a la competencia. (333)

14. Podemos hacer cualquier cosa, pero no todo.
David Allen, consultor en productividad.
La productividad no consiste tanto en hacer muchas cosas como en dejar de hacer cosas improductivas, en eliminar todo aquello que no conduce a nuestros objetivos. Así lo explica D. Allen: “El valor de un sistema de gestión personal radica en su capacidad de liberar recursos para trabajar mejor, a niveles superiores, ya que su apoyo genera confianza en la psique”.

15. Todo lo que necesitas hacer es aceptar plenamente este momento. Entonces podrás sentirte cómodo en el aquí y en el ahora y a gusto contigo mismo. Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.
Eckhart Tolle, escritor y conferenciante sobre temas de espiritualidad.
A menudo divagamos entre el presente y el futuro, y así se nos escapa lo único que poseemos, el presente. Estar en el ahora significa sentir el presente sin juzgar, sin etiquetar. E. Tolle escribe: “Pase lo que pase, por más que cambie tu vida, hay una cosa segura: siempre es ahora. Date cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tienes. Haz del ahora el enfoque principal de tu vida. Nada existe fuera del ahora”.

16. El yo necesita el nosotros para ser yo.
Charles Handy, profesor de la Escuela de Negocios de Londres.
Todo cambiaría a mejor si tomáramos conciencia que todos somos uno y que todo está interconectado. El yo sólo se reconoce en el tú, de otro modo es un yo vacío, insatisfecho. Lo que haces a los demás, te lo haces a ti mismo; lo que haces por los demás, lo haces por ti mismo.

17. Vivimos en la sociedad del exceso, con un exceso de empresas parecidas, que emplean gente parecida, con educación parecida, con ideas parecidas, produciendo cosas parecidas, con precios parecidos, con calidad parecida.
Jonas Ridddersträle, de la Escuela de Economía de Estocolmo.
Hay mucho de lo mismo, y poca diferenciación. Y sin diferencia el éxito es muy complicado. Diferenciarse no tiene que ver necesariamente con inventar algo nuevo, a veces basta con identificar un nicho de mercado no explotado. A veces es una diferenciación emocional, en cómo los demás nos perciben como marca y en lo que hacemos sentir a los clientes.

18. Nuestra experiencia nos pone fronteras, que se pueden llamar “fronteras de la razonabilidad”, lo que significa que si uno permanece dentro de sus límites, es razonable. La historia muestra que muchas ideas surgieron cuando una persona salió de las fronteras de la razonabilidad.
Edward de Bono, experto en creatividad y fundador del World. Center. for New Thinking.
El pensamiento “lógico” analiza muy bien el mapa, mientras que el pensamiento “creativo” va más allá, a lo que puede ser. El pensamiento “lógico” está permanentemente juzgando y tratando de señalar contradicciones. El pensamiento “creativo” cambia ese enfoque; apuesta por la construcción y acepta posibilidades. No es casual que en alguna ocasión se haya dicho que “no hay nada peor que un experto para evitar el progreso de un campo”. Dice el monje S. Suzuki: “la mente del principiante tiene muchas posibilidades; la del experto, sólo unas pocas”.

19. Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo.
Buda, (560-480 a.C.) líder religioso, fundador del budismo.
La principal batalla que debe librar el ser humano es consigo mismo. En primer lugar, hay que dominar la mente. Los pensamientos son la materia prima de la que están hechas nuestras acciones. Los pensamientos negativos nos destruyen, mientras que los positivos nos despliegan las alas. Quien no controla la mente acaba boicoteándose. En segundo lugar, hay que ser capaz de hacer de la voluntad nuestra mejor compañera de viaje. La pereza siempre está acechando. Todo el mundo es disciplinado en los primeros días de cualquier actividad, lo difícil es mantener la disciplina a largo plazo. Eso es el éxito.

20. No me preocupa el no ser conocido. De lo que trato es de hacerme digno de ser conocido.
Confucio (551-479 a.C.), pensador y filósofo chino.
Hoy día, con Internet y las redes sociales, ser notorio no es complicado. Basta con ser extravagante y llamar la atención. Pero si detrás de esa imagen no hay algo más, todo se viene abajo como un castillo de naipes. Antes que nada, lo primero es ofrecer algo de valor, y sólo después tratar de hacer que brille. No se trata de ser conocido (fama), sino de ser conocido por algo valioso

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