martes, 9 de junio de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 12

Osho (1931- 1990)

Místico hindú, filósofo, profesor y maestro espiritual. Sus enseñanzas enfatizan la importancia de la meditación, el amor, la valentía, la creatividad t el sentido del humor. Autor de numerosas obras.

1.No os resignéis a la mediocridad porque es un pecado contra la vida
A menudo, adoptar una actitud conformista ante la vida es producto de la cobardía, porque, para evitar fallar, muchos no se atreven; del egoísmo, porque, cuando no das lo mejor de ti, no estás contribuyendo con tu verdadera esencia y tus talentos a cumplir tu misión en la vida. Vas en contra de la existencia si no la embelleces, si no la dejas mejor de cómo te la encontraste.

2. Nunca pidáis que la vida carezca de riesgos, y jamás pidáis seguridad, porque eso es pedir la muerte.

Cuando uno deja de asumir riesgos, deja de vivir. Es el misterio de la incertidumbre el que hace interesante el viaje de la vida. La vida es un continuo apostar, un no saber nunca lo que va a ocurrir por anticipado. La certidumbre nos instala en la comodidad y nos vuelve esclavos. La gente huye de la incertidumbre por miedo al fracaso, pero el fracaso no existe. Hacemos depender en exceso nuestra satisfacción del resultado final. Lo vemos todo como una maldición o una bendición, y de lo que se trata también es de disfrutar mucho el camino. Toda experiencia es una enseñanza si uno sabe darle un sentido.

3. La gratitud prepara el camino para la abundancia. Sentíos tan agradecidos a la existencia como os sea posible; y también por cosas pequeñas, no sólo por las grandes; por el simple acto de respirar.

“Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud”. La gratitud tiene el poder de eliminar todo tipo de negatividad de nuestra vida y traer abundancia. Cuando no eres agradecido, enfocas la vida desde la carencia, y atraes más de eso a tu vida. A la ley de la atracción le da igual lo que quieras, simplemente refleja aquello en lo que te concentras.

4. Cuando buscáis, el futuro es importante, el objetivo es importante. Y cuando no buscáis, el momento presente es todo lo que hay. No hay futuro, de modo que no podéis postergar cosas. No podéis decir: ¡mañana seré feliz!

La búsqueda de la felicidad, genera infelicidad. No se trata de no tener metas, sino de que no te esclavicen y te pierdas el momento presente. Osho lo explica así: “La iluminación no es un logro, es comprender que no hay ningún sitio al que ir. No hay forma de conocer lo que es la vida más que viviendo, fluyendo, discurriendo con ella. La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro, no es una meta que hay que alcanzar, está aquí y ahora, en tu respirar, en el latir de tu corazón“.

5. Cuanto más obscura es la noche, más brillan las estrellas.

La adversidad puede ser una aliada muy útil en nuestro desarrollo personal si se gestiona bien. En ocasiones despierta talentos adormecidos; a veces ayuda a encontrarle sentido a la vida; sirve para aprender a ser agradecido y valorar todo lo que se tiene; impulsa a encontrar nuestra verdadera vocación; nos permite afrontar el futuro con menos miedo; y, muy a menudo, facilita distinguir lo importante de lo accesorio.

6. En el momento en que os ilumináis, toda la existencia se ilumina. Si estáis en la obscuridad, entonces toda la existencia está a obscuras. Todo depende de vosotros.

El viaje es siempre hacia adentro. El problema es que buscamos en el exterior lo que sólo podemos resolver en el interior. Tu vida no refleja otra cosa que el respeto que te tienes a ti mismo. Osho dice: “Tu eres lo único que falta en tu vida”. Cambiar de actitud lo cambia todo, por eso, aunque nada cambie, si uno cambia, todo cambia.

7. No hay muchos caminos. Hay muchos nombres para el mismo camino, y este camino es la conciencia.

Tomar conciencia no es otra cosa que despertar a la vida, comprender su profundo significado. Por eso, a mayor conciencia, mejores decisiones, mejores comportamientos. La conciencia nos dice qué merece y qué no merece la pena. La conciencia nos libera; su ausencia nos esclaviza.

8. Pensar no es otra cosa que un hábito de interpretación. Cuando el pensar desaparece, el lago queda silencioso, en calma y sereno. No hay olas ni ondas… nada se distorsiona, la luna se refleja a la perfección.

Y todo cobra otro sentido. Osho también apunta: “La vida es muy sencilla. Hasta los árboles la están viviendo. ¿Por qué se ha vuelto tan complicada para el hombre? Porque el hombre puede teorizar sobre ella”. El pensamiento existe porque cumple su función, el problema se da cuando esa función se desvirtúa y empieza a categorizar, a etiquetar, a establecer como deben o no deben ser hacer las cosas. “La mejor forma de perder la vida -precisa Osho- es tener una cierta actitud ante ella”.

9. Empezad a establecer tantos contactos con la existencia como os sea posible. Sentaos junto a un árbol, abrazadlo y sentid que os estáis fundiendo y reuniendo con él. Nadad, cerrad los ojos y sentid que os estáis fundiendo con el agua, dejad que haya unión.

El universo es un todo del que todos participamos y en el que todos estamos interconectados. La naturaleza está en constante comunicación con nosotros aunque no le prestemos atención. El mar habla, la montaña habla y los animales hablan, aunque no utilizan el lenguaje de la palabra. Maltratar al mundo en el que uno vive es un signo de que se está desvinculado de él.

10. No creéis ningún conflicto entre extraviaros y permanecer centrados. Flotad. Si sentís miedo de extraviaros, entonces existe la posibilidad de que lo hagáis, porque aquello que intentas suprimir adquiere importancia.

La flexibilidad nos hace más felices. Flexibilidad es fluir con la vida. Querer que las cosas sean de una determinada manera en cada momento genera mucha frustración. Osho señala: “Desprendeos de vuestras ideas fijas. Entonces, podréis disfrutar más de la confusión. Y no os confundirá, será un caos creativo. Un hombre necesita caos creativo en el corazón para dar nacimiento a danzantes estrellas. La vida consiste en explorar, en ir hacia lo desconocido. Se valiente y sacrifica todo por la vida. No sacrifiques tu vida por pequeñas cosas: dinero, seguridad, estabilidad. Nada de ello tiene valor. Uno tiene que vivir su propia vida tan totalmente como sea posible; entonces, la alegría llega. Sólo entonces es posible una desbordante dicha”. Y añade: “Aquellos que quieren vivir realmente tienen que afrontar muchos riesgos. Tienen que adentrarse más y más en lo desconocido. Tienen que aprender que la vida es un peregrinaje sin principio ni fin. Si, hay lugares donde puedes descansar, pero son simplemente para pasar la noche, y a la mañana siguiente te tienes que ir de nuevo. La vida es un continuo movimiento, nunca llega a ningún final“.

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