viernes, 24 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 5

Gandhi (1869-1948)


Mejor conocido como “el Mahatma” fue abogado, pensador y activista político. Se caracterizó por la defensa de la no violencia activa. Considerado héroe nacional.

1. La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.
El universo refleja lo que tu irradias, y es un espejo de tu yo más profundo, de lo que alimentas dentro de ti. Tu “mundo exterior, no es más que una proyección de tu “mundo interior”. Para reconciliarse con el mundo, primero hay que reconciliarse con uno mismo. Todo se produce de “dentro” hacia “fuera, aunque creamos que es al revés y nos afanemos en echarle la culpa a las circunstancias o a los demás. “La vida es como un espejo -afirmaba el líder pacifista- te sonríe si la miras sonriendo.

2. Perder la paciencia es perder la batalla.
La paciencia es la prueba de fuego de la resistencia emocional. Es difícil de hallar, ya que hablar de paciencia es hablar de futuro, y el futuro nadie nos lo puede garantizar. Hablar de futuro es hablar de FE, de tener la convicción de que, si uno no pierde de vista el objetivo y trabaja duro, el futuro acabará llegando. Y conviene no confundir paciencia con pasividad. Paciencia no es esperar quieto a que sucedan las cosas. Paciencia es actuar insistentemente en una determinada dirección provocando que ocurran cosas.

3. Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar, sabe amar.
El perdón no cambia el pasado, pero si el futuro. Es un regalo que te das a ti mismo. Cuando no se perdona, uno alimenta sentimientos de rencor, odio e ira, que producen infelicidad. El perdón es la respuesta más inteligente contra el mal. El propio Gandhi decía: “Ojo por ojo y el mundo acabaría ciego”. El perdón es, quizá, la actitud que mejor deja al descubierto la grandeza de una persona.

4. Mi vida es mi mensaje. Tú debes ser el camino que deseas ver en el mundo.
Si tu mejoras, el mundo mejora. No somos lo que decimos, somos lo que hacemos. No hay nada más inspirador que el ejemplo. No hay nada más cautivador que la coherencia entre discurso y conducta. Las palabras sirven como estímulo, pero si no van acompañadas de los hechos, producen una tremenda decepción. Gandhi también señalaba: “La felicidad se da cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía“. (102)

5. Tu trabajo es descubrir tu trabajo y luego entregarte a él con todo tu corazón.
Pero tu trabajo no es la profesión que realizas, tu trabajo es aquel en el que pones tu alma. No estás en el mundo por accidente. Tienes una misión que cumplir y sólo tu la puedes realizar; el resto de los papeles pertenecen a otras personas. Sólo entonces es posible hacer un auténtico servicio a la comunidad y estar bien con uno mismo. Si te dejas seducir por el glamour, nunca estarás satisfecho.

6. Nunca podrás saber que resultados se obtienen de tus acciones, pero si no haces nada, no habrá resultados.
Hay que actuar y tener fe, ponerse en movimiento y confiar. Roosevelt decía: “Haz lo que puedas, con lo que tienes y donde estés”.

7. Sólo soy un hombre corriente con una habilidad inferior a la media. Soy un idealista práctico y no reconozco ningún otro talento para explicar lo que he logrado. No tengo ninguna duda de que cualquier hombre o mujer pueden hacer lo mismo que yo he hecho, si tienen la misma paciencia y cultivan la misma fe que yo he cultivado.
Gandhi reflexionaba aún más sobre esta idea: “Las personas suelen convertirse en lo que creen ser. Si estoy convencido de que puedo hacerlo, adquiriré con seguridad la capacidad de hacerlo, aunque pueda no tenerla al principio”. Con la actitud adecuada, con la paciencia requerida y con una fe inquebrantable, cualquier meta es posible.

8. No hay camino para la paz, la paz es el camino.
La paz, como la felicidad, no es una estación de llegada. La paz tiene que ver con cada gesto cotidiano. Si el mundo está enfermo, es porque nosotros estamos enfermos. El estado natural del universo es de armonía, y casi todos los desajustes existentes los introduce el ser humano con su comportamiento. Pero siempre hay esperanza, porque en cualquier instante podemos cambiar nuestro comportamiento. Gandhi precisaba: “No debemos perder la fe en la humanidad, que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.

9. El que quiera mantener una firme amistad con Dios debe permanecer solo o bien hacer del mundo entero su íntimo amigo.
“Tu y yo no somos más que una sola cosa: no puedo herirte sin hacerme daño”. Todos somos uno y todo es la misma cosa. Una actitud negativa hacia los otros sólo trae más negatividad hacia la propia vida. Nuestra atención crea la realidad. Las personas somos energía vibrando en distintas frecuencias, y si esa energía es positiva, se traduce en circunstancias positivas. Para decirlo de otro modo: la vida no te sucede, la vida te responde.

10. La verdad nunca daña una causa justa.
La verdad sólo tiene un camino, aunque duela. Toda verdad ignorada acaba preparando su venganza. No traiciones a los demás ni tampoco a ti mismo. Gandhi precisaba también: “Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú. Nunca te disculpes por ser correcto p por estar años delante de tu tiempo. Si estás en los cierto y lo sabes, que hable tu razón. Incluso si eres minoría de uno solo, la verdad sigue siendo la verdad“.

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