martes, 14 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 4

Deepak Chopra (1948)
 
Médico, escritor y conferenciante hindú, que ha escrito extensamente sobre espiritualidad y el poder de la mente en la curación del cuerpo. Esta influenciado por las enseñanzas de las medicinas antiguas, las doctrinas filosóficas y las escrituras sagradas de la India.

1. El ego no es lo que realmente somos. El ego es nuestra autoimagen, nuestra máscara social, el papel que estamos desempeñando. A la máscara social le gusta la aprobación, quiere controlar y se apoya en el poder porque vive en el temor.

"Nuestro verdadero yo, que es nuestro espíritu, nuestra alma, está completamente libre de esas cosas. Es inmune a la crítica, no le teme a ningún desafío y no se siente inferior a nadie. Y sin embargo, es humilde y no se siente superior a nadie, porque es consciente de que todos los demás son el mismo yo, el mismo espíritu con distintos disfraces“.

El ego está relacionado con vivir de acuerdo a las expectativas de los demás, al patrón social. El ego es confundir lo que uno es (esencia), con lo que tiene (dinero), con lo que hace (trabajo), o con cómo lo valoran (reconocimiento). Cuando uno se desentiende de la necesidad de aprobación externa, todo cambia. Chopra añade: ”Debes aprender a ponerte en contacto con la más profunda y pura esencia de tu ser. Esta esencia verdadera va más allá del ego. No es inferior ni superior a nadie, y está llena de magia, misterio y encanto“.

2. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo qué siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.
Los sentimientos son el lenguaje del alma y constituyen un buen indicador de si estamos o no en el camino correcto.
Cómo te sientes en cada momento muestra tu grado de conexión o desconexión en la vida. Si te muestras tranquilo y relajado, , el vínculo con el universo está limpio; si tus sentimientos son de incomodidad, el vínculo está oxidado y hay que introducir cambios. Chopra lo expresa así: “Confíe en lo que siente más que en lo que piensa”. (88)

3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás reconectándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que te conviene o no te conviene.
El silencio es muy curativo porque nos permite conectar con nuestra auténtica esencia. Cuando no ocurre así, actúas desde el ego, desde el personaje creado por los pensamientos. Entonces se vive en un estado de frustración permanente, porque satisfacer al ego no es fácil.
Tú eres algo más grande que eso, y cuando lo reconoces y conectas con ello, la visión de la vida y la satisfacción personal cambian a mejor.

4. Cuando abrazas la incertidumbre, el miedo desaparece.
La consecuencia de convertir a la incertidumbre en aliada es básicamente una: desapego del resultado. El miedo existe cuando uno anticipa que las cosas deben ser de una determinada manera: la de pensar y hacer propia. Quién no abraza la incertidumbre, está agarrotado y no tiene la actitud adecuada para descubrir, no deja que nuevas preguntas entren en su cabeza y se aferra a respuestas conocidas que le condicionan. “Estar plenamente en el momento presente es abrazar la incertidumbre“. (89)

5. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehiculo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar; porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.
Mente y cuerpo son un todo. Ambos se retroalimentan. Por tanto, hay que cuidar la salud emocional y la física. Si uno no duerme bien, está cansado, no come bien,; y si uno no tiene actividad física, el cuerpo no se oxigena lo suficiente. Baja energía = Resultados pobres.

6. Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora. Busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello. Luego déjalo pasar.
Este momento es como es porque el universo es como es. Puedes negarlo o enfadarte, pero eso no cambia nada. El universo tiene sus leyes, cuando las aceptas, todo fluye mejor. No te pelees con la vida, es agotador y no soluciona nada.

7. Comprende que el mundo físico es sólo la proyección de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía. Como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos.
Somos “conciencia creadora”. No somos “observadores” de la realidad, sino “creadores” de la realidad. Somos parte de un todo y cada acción nuestra genera consecuencias. Chopra señala: “ No puedes permitirte contaminar el aire o el agua del planeta, y, en un plano más profundo, no puedes permitirte vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento - que es un impulso de energía e información- crea una impresión en el campo total de la inteligencia“.
Sólo hay dos tipos de pensamientos: los basados en el amor y los basados en el miedo. Los primeros construyen; los segundos destruyen. (91)

8. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí adentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti.
La conclusión es clara: usa las relaciones como espejo para guiar tu evolución y tu proceso de mejora personal. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Conocerse es vivir mejor.
Cuando te percates de que estás reaccionando con enojo desmedido, recuerda que estás luchando contigo mismo. Carl Jung lo expresó con claridad: “Lo que más nos irrita de los demás es aquello que puede conducirnos a un mejor entendimiento de nosotros mismos”.

9. Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros revelas tu falta de auto aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumente tu amor a ti mismo.
Chopra agrega: “El juzgar es la constante evaluación de las cosas como correctas o incorrectas, esto crea mucha turbulencia en el diálogo interno". Etiquetar genera frustración y lucha.
Por el contrario, el no juzgar crea silencio en la mente, genera tranquilidad y cooperación y favorece el proceso creativo del universo.

10. Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y apreciación, aprende a dar atención y apreciación; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.
Dar y recibir son la misma cosa. Aristóteles afirmaba que: “la generosidad es un egoísmo inteligente”. La práctica efectiva consiste en dar lo que se quiere recibir. Cuando creas que el mundo no te está dando algo, presta atención y observa si se lo estás dando tú al mundo. La idea equivocada es: “cuando me vaya bien, daré”. La idea correcta es: “ cuando doy, recibo”. Esto supone un cambio de paradigma de ciento ochenta grados. (93)

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