miércoles, 29 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 6


Jack Banfield (1944)

Conferenciante y escritor en temas de desarrollo personal. Es autor de “Sopa de pollo para el alma”

1. No te preocupes por los fracasos, preocúpate por las posibilidades que pierdes cuando ni siquiera lo intentas.
El hecho de intentar algo, con independencia del resultado final, nos proporciona experiencia y nos coloca en mejor posición para ulteriores retos y, en cualquier caso, siempre un paso delante de aquellos que no intentaron nada. Puedes evitar fallar no arriesgando, pero a costa de lo más importante: evolucionar y crecer. (119)

2. Todo lo que quieres está ahí fuera esperando que lo pidas. Todo lo que quieres también te quiere a ti. Pero tienes que actuar para conseguirlo.
Si quieres algo, tienes que actuar. No te demores porque nada tarda tanto como lo que no se empieza. Ya lo decía Karen Lamb: “Dentro de un año te arrepentirás de no haber empezado hoy”. Lo único importante en la búsqueda de tus sueños es que sean tuyos. Decide lo que quieres en la vida, empieza a actuar y date tiempo, las cosas acabarán funcionando.

3. Defendemos nuestro malos hábitos como beber o fumar con lógica indefendible, e ignoramos los consejos útiles, dejamos de aprender nuevas habilidades, desperdiciamos el tiempo en los aspectos triviales de la vida, nos entretenemos en conversaciones inútiles, comemos alimentos poco saludables, no practicamos ningún ejercicio, gastamos más dinero de lo que ganamos, no invertimos en nuestro futuro, evitamos conflictos necesarios, nos abstenemos de decir la verdad, no pedimos lo que queremos, y luego nos preguntamos por qué nuestras vidas no funcionan.
Nuestra vida es un reflejo de nuestros hábitos. Y si tu vida no es como te gustaría que fuese, probablemente tienes que modificar algunos de esos hábitos. Y ello exige esfuerzo. Porque implica luchar contra nosotros mismos, hasta que, a fuerza de repetir una y otra vez el comportamiento deseado, se interioriza y pasa a formar parte de nosotros. Cambiar de hábitos exige un plan, acciones concretas para materializarlo y disciplina férrea para cumplirlo.

4. La vida es demasiado corta para permanecer atascado en un trabajo que no se disfruta.
El mismo Jack Banfield apunta: “Creo que hay en nosotros una genialidad interior, algo que nos encanta hacer, y que lo hacemos tan bien que prácticamente no creemos que debamos cobrar por hacerlo. Es algo que no nos cuesta trabajo y nos divierte. Si tu trabajo es sólo un trabajo, entonces no es tu trabajo. No desperdicies tu talento. Si eres bueno en algo, de lo que se trata es de ponerlo en valor, de profesionalizar tu pasión. El éxito consiste en llenar el frigorífico haciendo lo que a uno le gusta.

5. Para poder tener éxito es necesario aprender a manejar el rechazo. El rechazo es parte normal de la vida. La gente que no acepta ser rechazada nunca logra nada.
¿Cuál es el principal miedo a la hora de vender? El miedo al rechazo. ¿Cuál es el principal miedo que se esconde a la hora de pedir ayuda? El miedo al rechazo. Debes saber que un “no” no es nada personal. Siempre habrá ocasiones en que te van a decir “no”. No le des más vueltas, y llama a otra puerta. Es bueno acostumbrarse pronto porque, después de cada vez que ocurre, la siguiente duele menos, y luego llega un momento en que ya no afecta. Además, ¿cuál es el riesgo de que te digan que “no”? quedarte como estabas, o sea, ningún riesgo. (121)

6. La persistencia es probablemente la cualidad más común de quienes alcanzan grandes logros.
Todos los que han logrado algo grande se han topado con obstáculos desalentadores que invitaban a abandonar. Pero han hecho suya la frase de Robert Frost: “Todo lo que he aprendido en esta vida se resume en dos palabras: sigue adelante”. La perseverancia no es otra cosa que un compromiso firme que hacemos con nuestras metas.

7. Siempre que se disponga a mejorar sus capacidades, cambiar su comportamiento o mejorar su vida, comience por incrementos pequeños. Querer hacer demasiado en poco tiempo sólo conseguirá desanimarlo.
Hay que evitar a toda costa las experiencias negativas. Si te exiges demasiado desde el primer día, fracasarás. Si te marcas metas pequeñas y las cumples, te sentirás bien contigo mismo. Ese poco sin importancia, unido a otro poco, más otro poco…. acabará convirtiéndose en mucho. No te precipites. El amanecer llega.

8. La autoestima es un sentimiento basado en sentirse querido y sentirse en paz.
La autoestima, la opinión que tenemos de nosotros mismos, es muy importante para el éxito. Una autoestima saludable significa que uno siente que tiene las capacidades y los recursos internos para salir adelante con independencia de cuáles sean las circunstancias. Y para ello son fundamentales dos cosas: primero, sentirse querido, que tiene que ver con la calidad de las relaciones que tenemos; segundo, sentirse capaz, que tiene que ver con la preparación y con los logros que alcanzamos. El éxito refuerza la autoestima y sirve de estímulo para nuevos retos.

9. La regla del 18/40/60: a los 18 uno se preocupa por lo que los demás piensan de él; a los 40 años a uno le da igual lo que los demás piensen de él; a los 60 años uno se da cuenta de que nadie nunca ha pensado en él.
Si eres de los que se preocupan por lo que los demás piensan de ti, no te preocupes tanto. La gente está tan centrada en sus asuntos como para pensar en los demás, y si piensan en uno simplemente es para saber que opinan de ellos. Así que, relájate, has lo que te apetece y disfruta.

10. Hay esencialmente dos cosas que te harán sabio: los libros que lees y la gente que conoces.
Mucha gente ha dejado su sabiduría impresa en papel. Leer no es otra cosa que incrementar los recursos para materializar nuestros objetivos.
Y por otra parte, es aconsejable aumentar tu red de contactos. Cultívala y cuídala. En esta vida todo son relaciones. Si no tienes una actitud positiva hacia las personas, si no eres cordial en el trato, si no mantienes el contacto, no llegarás muy lejos.(123)




viernes, 24 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 5

Gandhi (1869-1948)


Mejor conocido como “el Mahatma” fue abogado, pensador y activista político. Se caracterizó por la defensa de la no violencia activa. Considerado héroe nacional.

1. La persona que no está en paz consigo misma, será una persona en guerra con el mundo entero.
El universo refleja lo que tu irradias, y es un espejo de tu yo más profundo, de lo que alimentas dentro de ti. Tu “mundo exterior, no es más que una proyección de tu “mundo interior”. Para reconciliarse con el mundo, primero hay que reconciliarse con uno mismo. Todo se produce de “dentro” hacia “fuera, aunque creamos que es al revés y nos afanemos en echarle la culpa a las circunstancias o a los demás. “La vida es como un espejo -afirmaba el líder pacifista- te sonríe si la miras sonriendo.

2. Perder la paciencia es perder la batalla.
La paciencia es la prueba de fuego de la resistencia emocional. Es difícil de hallar, ya que hablar de paciencia es hablar de futuro, y el futuro nadie nos lo puede garantizar. Hablar de futuro es hablar de FE, de tener la convicción de que, si uno no pierde de vista el objetivo y trabaja duro, el futuro acabará llegando. Y conviene no confundir paciencia con pasividad. Paciencia no es esperar quieto a que sucedan las cosas. Paciencia es actuar insistentemente en una determinada dirección provocando que ocurran cosas.

3. Perdonar es el valor de los valientes. Solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar, sabe amar.
El perdón no cambia el pasado, pero si el futuro. Es un regalo que te das a ti mismo. Cuando no se perdona, uno alimenta sentimientos de rencor, odio e ira, que producen infelicidad. El perdón es la respuesta más inteligente contra el mal. El propio Gandhi decía: “Ojo por ojo y el mundo acabaría ciego”. El perdón es, quizá, la actitud que mejor deja al descubierto la grandeza de una persona.

4. Mi vida es mi mensaje. Tú debes ser el camino que deseas ver en el mundo.
Si tu mejoras, el mundo mejora. No somos lo que decimos, somos lo que hacemos. No hay nada más inspirador que el ejemplo. No hay nada más cautivador que la coherencia entre discurso y conducta. Las palabras sirven como estímulo, pero si no van acompañadas de los hechos, producen una tremenda decepción. Gandhi también señalaba: “La felicidad se da cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces están en armonía“. (102)

5. Tu trabajo es descubrir tu trabajo y luego entregarte a él con todo tu corazón.
Pero tu trabajo no es la profesión que realizas, tu trabajo es aquel en el que pones tu alma. No estás en el mundo por accidente. Tienes una misión que cumplir y sólo tu la puedes realizar; el resto de los papeles pertenecen a otras personas. Sólo entonces es posible hacer un auténtico servicio a la comunidad y estar bien con uno mismo. Si te dejas seducir por el glamour, nunca estarás satisfecho.

6. Nunca podrás saber que resultados se obtienen de tus acciones, pero si no haces nada, no habrá resultados.
Hay que actuar y tener fe, ponerse en movimiento y confiar. Roosevelt decía: “Haz lo que puedas, con lo que tienes y donde estés”.

7. Sólo soy un hombre corriente con una habilidad inferior a la media. Soy un idealista práctico y no reconozco ningún otro talento para explicar lo que he logrado. No tengo ninguna duda de que cualquier hombre o mujer pueden hacer lo mismo que yo he hecho, si tienen la misma paciencia y cultivan la misma fe que yo he cultivado.
Gandhi reflexionaba aún más sobre esta idea: “Las personas suelen convertirse en lo que creen ser. Si estoy convencido de que puedo hacerlo, adquiriré con seguridad la capacidad de hacerlo, aunque pueda no tenerla al principio”. Con la actitud adecuada, con la paciencia requerida y con una fe inquebrantable, cualquier meta es posible.

8. No hay camino para la paz, la paz es el camino.
La paz, como la felicidad, no es una estación de llegada. La paz tiene que ver con cada gesto cotidiano. Si el mundo está enfermo, es porque nosotros estamos enfermos. El estado natural del universo es de armonía, y casi todos los desajustes existentes los introduce el ser humano con su comportamiento. Pero siempre hay esperanza, porque en cualquier instante podemos cambiar nuestro comportamiento. Gandhi precisaba: “No debemos perder la fe en la humanidad, que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.

9. El que quiera mantener una firme amistad con Dios debe permanecer solo o bien hacer del mundo entero su íntimo amigo.
“Tu y yo no somos más que una sola cosa: no puedo herirte sin hacerme daño”. Todos somos uno y todo es la misma cosa. Una actitud negativa hacia los otros sólo trae más negatividad hacia la propia vida. Nuestra atención crea la realidad. Las personas somos energía vibrando en distintas frecuencias, y si esa energía es positiva, se traduce en circunstancias positivas. Para decirlo de otro modo: la vida no te sucede, la vida te responde.

10. La verdad nunca daña una causa justa.
La verdad sólo tiene un camino, aunque duela. Toda verdad ignorada acaba preparando su venganza. No traiciones a los demás ni tampoco a ti mismo. Gandhi precisaba también: “Mucha gente, especialmente la ignorante, desea castigarte por decir la verdad, por ser correcto, por ser tú. Nunca te disculpes por ser correcto p por estar años delante de tu tiempo. Si estás en los cierto y lo sabes, que hable tu razón. Incluso si eres minoría de uno solo, la verdad sigue siendo la verdad“.

martes, 14 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 4

Deepak Chopra (1948)
 
Médico, escritor y conferenciante hindú, que ha escrito extensamente sobre espiritualidad y el poder de la mente en la curación del cuerpo. Esta influenciado por las enseñanzas de las medicinas antiguas, las doctrinas filosóficas y las escrituras sagradas de la India.

1. El ego no es lo que realmente somos. El ego es nuestra autoimagen, nuestra máscara social, el papel que estamos desempeñando. A la máscara social le gusta la aprobación, quiere controlar y se apoya en el poder porque vive en el temor.

"Nuestro verdadero yo, que es nuestro espíritu, nuestra alma, está completamente libre de esas cosas. Es inmune a la crítica, no le teme a ningún desafío y no se siente inferior a nadie. Y sin embargo, es humilde y no se siente superior a nadie, porque es consciente de que todos los demás son el mismo yo, el mismo espíritu con distintos disfraces“.

El ego está relacionado con vivir de acuerdo a las expectativas de los demás, al patrón social. El ego es confundir lo que uno es (esencia), con lo que tiene (dinero), con lo que hace (trabajo), o con cómo lo valoran (reconocimiento). Cuando uno se desentiende de la necesidad de aprobación externa, todo cambia. Chopra añade: ”Debes aprender a ponerte en contacto con la más profunda y pura esencia de tu ser. Esta esencia verdadera va más allá del ego. No es inferior ni superior a nadie, y está llena de magia, misterio y encanto“.

2. Escucha la sabiduría de tu cuerpo, que se expresa por señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas cierta conducta, pregunta a tu cuerpo qué siente al respecto. Si tu cuerpo envía una señal de inquietud física o emocional, ten cuidado. Si tu cuerpo envía una señal de comodidad y anhelo, procede.
Los sentimientos son el lenguaje del alma y constituyen un buen indicador de si estamos o no en el camino correcto.
Cómo te sientes en cada momento muestra tu grado de conexión o desconexión en la vida. Si te muestras tranquilo y relajado, , el vínculo con el universo está limpio; si tus sentimientos son de incomodidad, el vínculo está oxidado y hay que introducir cambios. Chopra lo expresa así: “Confíe en lo que siente más que en lo que piensa”. (88)

3. Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobra conciencia de que estás reconectándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que te conviene o no te conviene.
El silencio es muy curativo porque nos permite conectar con nuestra auténtica esencia. Cuando no ocurre así, actúas desde el ego, desde el personaje creado por los pensamientos. Entonces se vive en un estado de frustración permanente, porque satisfacer al ego no es fácil.
Tú eres algo más grande que eso, y cuando lo reconoces y conectas con ello, la visión de la vida y la satisfacción personal cambian a mejor.

4. Cuando abrazas la incertidumbre, el miedo desaparece.
La consecuencia de convertir a la incertidumbre en aliada es básicamente una: desapego del resultado. El miedo existe cuando uno anticipa que las cosas deben ser de una determinada manera: la de pensar y hacer propia. Quién no abraza la incertidumbre, está agarrotado y no tiene la actitud adecuada para descubrir, no deja que nuevas preguntas entren en su cabeza y se aferra a respuestas conocidas que le condicionan. “Estar plenamente en el momento presente es abrazar la incertidumbre“. (89)

5. No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea por la comida, la bebida o por emociones tóxicas. Tu cuerpo no es sólo un sistema de mantenimiento de la vida. Es el vehiculo que te llevará en el viaje de tu evolución. La salud de cada célula contribuye directamente a tu estado de bienestar; porque cada célula es un punto de conciencia dentro del campo de la conciencia que eres tú.
Mente y cuerpo son un todo. Ambos se retroalimentan. Por tanto, hay que cuidar la salud emocional y la física. Si uno no duerme bien, está cansado, no come bien,; y si uno no tiene actividad física, el cuerpo no se oxigena lo suficiente. Baja energía = Resultados pobres.

6. Vive en el presente, que es el único momento que tienes. Mantén tu atención en lo que existe aquí y ahora. Busca la plenitud en todo momento. Acepta lo que viene a ti total y completamente para que puedas apreciarlo y aprender de ello. Luego déjalo pasar.
Este momento es como es porque el universo es como es. Puedes negarlo o enfadarte, pero eso no cambia nada. El universo tiene sus leyes, cuando las aceptas, todo fluye mejor. No te pelees con la vida, es agotador y no soluciona nada.

7. Comprende que el mundo físico es sólo la proyección de una inteligencia más profunda. La inteligencia es la organizadora invisible de toda la materia y toda la energía. Como una parte de esta inteligencia reside en ti, participas del poder organizador del cosmos.
Somos “conciencia creadora”. No somos “observadores” de la realidad, sino “creadores” de la realidad. Somos parte de un todo y cada acción nuestra genera consecuencias. Chopra señala: “ No puedes permitirte contaminar el aire o el agua del planeta, y, en un plano más profundo, no puedes permitirte vivir con una mente tóxica, porque cada pensamiento - que es un impulso de energía e información- crea una impresión en el campo total de la inteligencia“.
Sólo hay dos tipos de pensamientos: los basados en el amor y los basados en el miedo. Los primeros construyen; los segundos destruyen. (91)

8. Recuerda que el mundo de allí fuera refleja tu realidad de aquí adentro. Las personas ante las cuales tu reacción es más fuerte, sea de amor u odio, son proyecciones de tu mundo interior. Lo que más odias es lo que más niegas en ti mismo. Lo que más amas es lo que más deseas dentro de ti.
La conclusión es clara: usa las relaciones como espejo para guiar tu evolución y tu proceso de mejora personal. El objetivo es un total conocimiento de uno mismo. Conocerse es vivir mejor.
Cuando te percates de que estás reaccionando con enojo desmedido, recuerda que estás luchando contigo mismo. Carl Jung lo expresó con claridad: “Lo que más nos irrita de los demás es aquello que puede conducirnos a un mejor entendimiento de nosotros mismos”.

9. Libérate de la carga de los juicios. Al juzgar impones el bien y el mal a situaciones que simplemente son. Todo se puede entender y perdonar, pero cuando juzgas te apartas de la comprensión y anulas el proceso de aprender a amar. Al juzgar a otros revelas tu falta de auto aceptación. Recuerda que cada persona a la que perdones aumente tu amor a ti mismo.
Chopra agrega: “El juzgar es la constante evaluación de las cosas como correctas o incorrectas, esto crea mucha turbulencia en el diálogo interno". Etiquetar genera frustración y lucha.
Por el contrario, el no juzgar crea silencio en la mente, genera tranquilidad y cooperación y favorece el proceso creativo del universo.

10. Si quieres felicidad, dale felicidad a otros; si quieres amor, aprende a amar a los demás; si quieres atención y apreciación, aprende a dar atención y apreciación; si quieres abundancia material, ayuda a otros a tener abundancia.
Dar y recibir son la misma cosa. Aristóteles afirmaba que: “la generosidad es un egoísmo inteligente”. La práctica efectiva consiste en dar lo que se quiere recibir. Cuando creas que el mundo no te está dando algo, presta atención y observa si se lo estás dando tú al mundo. La idea equivocada es: “cuando me vaya bien, daré”. La idea correcta es: “ cuando doy, recibo”. Esto supone un cambio de paradigma de ciento ochenta grados. (93)

lunes, 6 de abril de 2015

Aprendiendo de los mejores, parte 3


 
David Henry Thoreau (1817-1862)

Escritor, poeta y filósofo estadounidense vinculado al trascendentalismo. Artífice de prácticas de desobediencia civil.

1. Lo que un hombre piensa de sí mismo, más que cualquier otra cosa, es lo que determina su destino.
Nuestros pensamientos gobiernan nuestra vida. Si realmente fuéramos conscientes del poder que tienen en nuestra vida, jamás volveríamos a tener un pensamiento negativo. A lo largo del día, tenemos entre 60 000 y 70 000 pensamientos, la mayoría de ellos derrotistas. ¿Conclusión? Llevamos vidas muy por debajo de nuestro verdadero potencial. Cambia tu forma de pensar, cambia tu forma de actuar; al cambiar tu forma de actuar, cambiarán los resultados que obtengas. 

2. Casi todas las personas viven en una silenciosa desesperación.
El primer mal es la educación que nos uniformiza y nos mete a todos en el mismo saco. Al que no pinta dentro de las líneas, se le da un tirón de orejas; al que se aparta de la fila, se le castiga. La finalidad no es otra que reconducir a las personas al redil, ya que controlar a la masa siempre es más fácil que controlar a las personas una a una. Esta fábrica de niños al por mayor, arrebata la singularidad para pasar a formar parte del rebaño. Resultado: vidas pret a porter cortadas por el mismo patrón que desenbocan en una insatisfacción crónica.

3. Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos.
Todo empieza por un sueño. Eso es lo que nos hace ponernos en movimiento. Es cuestión de ir probando por aquí y por allá hasta que finalmente se encuentre el sendero oportuno. Nunca renuncies a tus sueños por el tiempo que te llevarán, porque el tiempo transcurrirá igualmente.

4. ¡Cuán vano es sentarse a escribir cuando todavía no te has levantado a vivir!
La pregunta es: ¿Hablas de lo que has leído o hablas de lo que has vivido? Estamos “borrachos” de teoría. Sólo se puede convencer desde la experiencia personal, cualquier otra cosa huele a postizo. Primero vive y luego escribe, serás más creíble. Lo que hay que aprender, hay que vivirlo. Sólo entonces se está en condiciones de transmitírselo a terceros.

5. ¡Como si se pudiera matar el tiempo sin insultar a la eternidad!
El tiempo es el bien más democráticamente repartido en el mundo. Todos tenemos la misma cantidad. Es el bien más valioso con el que contamos las personas, porque no se puede recuperar, reciclar, ni conseguir más. O se aprovecha o se desaprovecha, no hay más alternativas. (77)

6. Las cosas no cambian; cambiamos nosotros6. Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.
Si no te gusta tu vida y quieres que mejore, tienes que introducir cambios para que así ocurra. Y no te refugies en el “es que yo soy así” para no pasar a la acción y salir de tu zona de confort. El mero paso del tiempo casi nunca cambia nada, eres tu el que tiene que introducir cambios en tu vida: establecer metas, diseñar planes y concretar acciones específicas para materializarlas.

7. Si no logras convencer a una persona de lo malo que está haciendo, procura hacer entonces lo bueno. La gente cree sólo lo que ve.
La gente siempre podrá dudar de lo que dices, pero no de los hechos. La credibilidad se fundamenta, sobre todo, en el ejemplo. Por eso, la mejor manera de decir, es hacer. Ya lo decía Albert Schweitzer: “El ejemplo no es una de las formas de influir en los demás, es la única”.

8. El mundo no es sino un lienzo para nuestra imaginación.
“Lo hicieron, porque no sabían que era imposible”. Los límites no son sino límites mentales. No hay más secretos: fe + acción + persistencia. Julio Verne dijo un día: “Todo lo que un hombre es capaz de imaginar es capaz de hacerlo realidad”.

9. Si uno avanza confiadamente en la dirección de sus sueños y se esfuerza por vivir la vida que ha imaginado, se encontrará con un éxito inesperado en algún momento.
El universo siempre apoya cuando uno se atreve a ir de manera incondicional en busca de sus sueños. Paulo Coelho escribe: “Cuando deseas algo de verdad, todo el universo conspira para que se haga realidad. Es la ley de la “sincronicidad”, por la cual irán apareciendo las personas y las circunstancias precisas. Lo verdaderamente relevante es tener fe. Decide lo que quieres, cree que es posible y acepta el precio que hay que pagar por conseguirlo.

10. El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir.
No se trata de renunciar a todos aquellos placeres que nos brinda la vida, sino de no depender de ellos. A menor dependencia, mayor libertad. Las dependencias nos atan y condicionan nuestra vida. El propio Thoreau afirmaba: “Un corazón grande se llena con poco. La mayoría de los lujos y muchas de las llamadas comodidades de la vida no sólo no son indispensables, sino que resultan un obstáculo evidente para la elevación espiritual de la humanidad”. (79)
 
David J. Schwartz (1927- 1987)

Escritor, coach y conferenciante estadounidense sobre desarrollo personal. Su obra más conocida es La magia de pensar en grande.

1. Lo importante no es dónde estabas, ni dónde estás, sino dónde quieres estar.
Que el pasado no sea tirano del futuro“, escribía Unamuno. La capacidad del ser humano para reinventarse es fabulosa. La posición de partida condiciona, pero no determina. La meta está a tu alcance. Tu decides si pagas o no el peaje.

2. No hay competencia entre los niveles de excelencia; la competencia la hay en los niveles de mediocridad.
O, dicho de otra manera: la pesca es mejor allí donde sólo se atreven a ir los más audaces. La mayoría de la gente suele optar por la alternativa más cómoda. Pero, cuanto mejor seas, menos competencia tendrás. La calidad siempre es una buena estrategia para diferenciarse.

3. Sólo hay una cosa cierta: eres más grande de lo que piensas.
Casi todo el mundo tiene problemas de autoestima. Y nuestra vida es, precisamente, un reflejo de nuestra autoestima. Para crecer personal y profesionalmente, la única obsesión debe ser la de cree en uno mismo. 
Son nuestras creencias las que nos limitan.

4. Nunca pierdas de vista tu objetivo. Eso es lo realmente importante, seguir avanzando a pesar de las circunstancias.
No importa si estas bajo de ánimo, si te has equivocado o tu cliente ha rechazado la propuesta. Todo eso es secundario. Lo realmente importante es que no desistas en tu empeño por lograr aquello que deseas. El juego no termina cuando pierdes; el juego termina cuando te das por vencido.

5. Los pensamientos negativos son una especia de suicidio espiritual.
La mente puede convertir el paraíso en infierno y el infierno en paraíso. Creer es crear. Los pensamientos negativos son esos monstruos mentales que nos torturan, nos reprimen, nos arrinconan, nos hacen sentir pequeños: no soy bueno, no me lo merezco, no va a salir bien. La mente es un arma muy poderosa, pero actúa en los dos sentidos: catapultándonos hacia el éxito o hundiéndonos en la miseria.

6. Pide opinión sobre tu idea a los demás y tendrás una idea mejor. Una mente que sólo se alimenta de sí misma se debilita.
En la creación de empresas y en el lanzamiento de nuevos proyectos, habitualmente se comete un error: Sobreproteger la idea, ser excesivamente celoso de ella. Las opiniones de terceras personas con credibilidad te permitirán ajustar el tiro con más precisión. Toda opinión se basa en unas creencias, las cuales conviene complementar con las de otras personas que tengan, eso si, buen juicio. (83)

7. Una persona entusiasta, con lo que dice y hace, siempre genera seguidores entusiasmados.
Nada se contagia tanto como el entusiasmo. Cuando una persona actúa con entusiasmo todo invita a unirse a ese proyecto que nos propone. Hay una energía que nos arrastra a acompañarle. El entusiasmo es vida y, tal como decía Gregorio Marañón, “signo de salud espiritual”.

8. Tu éxito depende del apoyo de la gente. No lo podrás lograr tu solo.
Grandes logros, grandes equipos. Todos tenemos carencias o defectos que debemos compensar con las virtudes de otras personas para construir algo digno. Un proverbio africano dice: “Si quieres ir rápido, ve solo; si quieres llegar lejos, ve con otros“. Y para ello se requieren dos cualidades: primero, humildad para saber que necesitamos de los demás; y segundo, generosidad para poner nuestras capacidades al servicio del resto. ¿El mayor enemigo de los equipos? El ego, cuando priman las individualidades y cada persona quiere ser la prima dona, o cuando se prefiere un éxito pequeño pero propio a un éxito grande pero colectivo. 

9. La actitud correcta y un brazo pueden superar a la actitud incorrecta y dos brazos.
Ésta es quizá la cualidad más importante para lograr cualquier cosa: actitud. La palabra actitud alberga en su seno un polinomio de factores: capacidad de trabajo, ganas de aprender, buen ánimo, flexibilidad, entre otros. Hay muchos caso de personas con talento pero con mala actitud que no lograron lo que querían, y pocos casos de personas que con buena actitud y voluntad no hayan conseguido lo que deseaban.

10. Una conversación generosa, escuchando mucho, es la forma más sencilla y segura de hacer amigos.
No hay nada más agradable para una persona que percibir que se le presta atención. Trata a cada persona como si fuese la más importante porque para ella es la más importante. Cualquier persona necesita sentirse especial, única, reconocida. Y escuchar con atención cumple esa función. Nos interesan los demás cuando éstos se interesan por nosotros. Anima a los demás a que hablen de sí mismos. (85)