martes, 17 de noviembre de 2015

Ejercicios de bioenergética, parte 13

                                               Trabajo con Cabeza y Cuello

Estos ejercicios están destinados a aflojar algunas de las tensiones del cuello, y a liberar la cabeza. Si tu cabeza es mantenida muy rígidamente sobre el cuello, puedes experimentar algún mareo a causa de este ejercicio. Si así sucede, detente y aguarda. Cerrar los ojos durante el ejercicio puede impedir el mareo, al eliminar la movilidad del campo de visión.

Ejercicio 47. Estiramiento del cuello

Coloca las manos en la parte de atrás de la cabeza, entrelazando los dedos.
Presiona hacia abajo con las manos, permitiendo que la cabeza se rinda plenamente a la presión.
Mantén tus rodillas ligeramente dobladas y tu espalda recta pero no rígida. Tu peso debería ir hacia delante. Respira profundamente. Mira la figura 34.



  •  ¿Pudiste sentir el estiramiento del cuello? ¿Sentiste algún dolor en la espalda o en los hombros?
  • ¿Sentiste que te plantabas más recto una vez terminado el ejercicio?


Ejercicio 48. Masaje del cuello

Con las manos en la misma posición que en el ejercicio precedente, utiliza tus pulgares para sentir y masajear los músculos que unen la cabeza con el cuello. Tu cabeza debería estar inclinada hacia delante.

  • ¿ Pudiste sentir lo tenso que estaban los músculos?

Ejercicio 49. Cabeceo hacia delante

En este ejercicio la cabeza es levantada y echada hacia atrás, luego se le deja caer hacia delante con un gruñido. Haz este ejercicio con soltura al principio, hasta que te sientas completamente a gusto con él.

Ejercicio 50. Girando la cabeza

Deja que tu cabeza caiga ligeramente hacia delante, luego gira en círculo de izquierda a derecha, respirando lenta y fácilmente mientras lo haces. Mantén tus ojos abiertos, enfocados sobre los diferentes objetos que pasan ante tu línea de visión. Pestañea a menudo. Haz esto al menos tres veces, y repite luego en dirección opuesta.
Que tus hombros cuelguen lo más bajo posible.

Si te sientes mareado, detén el movimiento y dóblate como en el ejercicio de toma de tierra (ejercicio 1), de modo que tus pies y las puntas de los dedos hagan contacto con el suelo. Este ejercicio puede asimismo hacerse en la posición de sentado, lo que proporciona mayor seguridad.

  •  ¿Respirabas con facilidad?
  •  ¿Oíste algún sonido crujiente en el cuello? No te preocupes; son causados por la descarga de la presión entre las superficies articulares de las vértebras del cuello.


 

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