martes, 19 de junio de 2012

“Un Tiempo para mí”

¿Qué es de nosotros si no tenemos tiempo para dedicárnoslo? El vertiginoso ritmo de la vida nos arrastra y no hay tiempo ni de descanso. Quien ya no es dueño de sus decisiones, ya no es libre, (es más bien un esclavo).

Es necesario hacer un alto. ¿hacia dónde voy? ¿Quién soy y que tengo que hacer? ¿Cuál es el sentido de mi vida? Caminamos y hasta corremos hacia ninguna parte.

Esperamos que algo o alguien venga al rescate, pero se sabe que la salvación es personal, y que lo que no hagamos por nosotros, nadie lo va a hacer. La solución no ha de venir del exterior, sino de nuestro propio desarrollo interior.

Actualmente se habla mucho de la pérdida de valores, de la decadencia de la cultura y del triunfo de un materialismo sin sentido. Sin embargo, no debemos perder de vista que evidentemente, estamos cruzando por un umbral cultural tan complejo y trascendente como el que cruzó el hombre en la Edad de Piedra. Este proceso, doloroso por cierto, no es el ocaso sino el comienzo de una nueva fase evolutiva en la especie humana.
Primero tengo que ordenarme yo, y así, ordenarme después con todos aquellos que vayan despertando a la verdad eterna: “todos somos uno”. Si no es así, todas nuestras percepciones estarán equivocadas y no podremos organizar nada.

Si cada uno de nosotros se compromete a trabajar a fin de despertar su conciencia, y con ello, acceder al orden de los valores morales, entonces, cada uno de nosotros libres de resentimientos, culpas, vergüenzas, podremos considerarnos como semejantes.
No hay que lamentarse por la situación mundial, hay que agradecer el ser una generación promotora del cambio.
El hombre es más grande y más profundo de lo que hoy se supone. Estamos en transito evolutivo. Este hombre en proceso requiere de un ámbito más amplio, y es preciso procrearlo

Quizás ya no nos amenace tanto la posibilidad de una destrucción por guerra nuclear, pero la deshumanización hacia donde nos dirigimos, nos acerca cada vez a la desesperación y frustración. Lo advierte claramente Erich Fromm en
El Arte de Amar:la única salida válida al problema de la existencia humana es el amor. Si no somos capaces de establecer sólidos lazos fraternales, nos destruiremos entre nosotros.

“Primero Uno. Después, todos juntos.” Tenemos que empezar por nosotros
mismos. Pues no sabemos bien a bien, ni ¿Quién soy?, ni ¿Para dónde voy?. Y nos conformamos con seguir una corriente, que evidentemente nos lleva a la deshumanización.
Como seres humanos, no nos hemos aun desarrollado completamente. Nos falta dar el salto hacia el mundo de los valores. Algún día, hemos de ser capaces de cultivar lazos de amor.
Si aprender a amar fuera una prioridad, pero no lo es. Todos corremos tras la fama y el dinero, no importa pisotear a quién.

Porque además, para aprender a amar, hay que amar también a nuestra sombra, y esto es lo que nos atemoriza, y ya no somos capaces de dar un paso más. Posponemos eternamente el encuentro con la parte obscura de nosotros mismos, que no queremos ver.
Vuelvo a citar a Erick Fromm:
"Los que se preocupan seriamente por el amor como única respuesta al problema de la existencia humana deben, entonces, llegar a la conclusión de que para que el amor se convierta en un fenómeno social, nuestra estructura social necesita cambios importantes y radicales. En nuestra sociedad, todas las actividades están subordinadas a metas económicas, los medios se han convertido en fines; el hombre es un autómata. Si el hombre quiere ser capaz de amar, debe colocarse en su lugar supremo. La máquina económica debe servirlo, en lugar de ser él quien esté a su servicio.

El Movimiento de cambio, ha de comenzar con una juicio sobre sí mismos, con un compromiso hacia la sociedad, de trabajar para limpiar nuestras intenciones, buscar un comportamiento fraterno. Aprender a convivir.
Se necesita la conciencia de que todos somos todos, de que estamos conectados a la vida indisolublemente, y que por lo tanto, nuestras acciones repercuten en el todo.
Siguiendo con Fromm:
"Creo que podemos y debemos trabajar por una sociedad madura que fomente la capacidad del hombre de amar a sus semejantes, de crear, de desarrollar su razón y un sentido real de sí mismo basado en la experiencia de su energía positiva.

Creo que podemos y debemos trabajar por la recuperación colectiva de una salud mental caracterizada por la necesidad de amar y crear.

Creo que cada vez más individuos sentirán la necesidad de asociarse y colaborar con quienes comparten sus preocupaciones.
Creo posible la realización de un mundo en que el hombre sea mucho, aunque tenga poco; un mundo donde el móvil dominante de la existencia no sea el consumo; un mundo en que el hombre pueda encontrar la manera de dar un fin a su vida, y con la fortaleza para vivir libre y desengañado.

He ahí la intención de este blog. Actualmente no existe un ambiente que favorezca el desarrollo sano del hombre, y es preciso irlo preparando.
Sufrimos una esclavitud psicológica desde la infancia. Nos programan, no para crecer armónicamente, sino para que se nos pueda manejar fácilmente, para condicionarnos. Por tal camino, la humanidad no tiende a su felicidad, sino a su destrucción. Sólo podremos sobrevivir si logramos relacionarnos sin violencia. Si logramos reconocernos como humanos, aprendiendo a convivir y a vernos como semejantes. Trabajando sobre nuestras culpas, vergüenzas y miedos e integrándonos poco a poco como personas.

Hay soluciones:
Sí cambias tu, cambia el mundo. Si cada uno de nosotros, se compromete a purificar sus intenciones, a avanzar en el camino de los valores éticos, a reconectarse con la verdadera vida, el cambio podrá hacerse en forma pacífica.

Si cada uno de nosotros se dedicara, con su mejor esfuerzo posible, a aprender el arte del amor, la humanidad accedería a una nueva etapa de convivencia fraternal
Nadie podrá ser completamente feliz, sin la satisfacción que proporciona el comportamiento fraterno, sin aprender a amar, sin comunión con su prójimo.

Es así, que decidí la creación de este blog, no con la intención de tirar “rollo”, sino de practicar, mediante lo que llamo “mensajes al subconsciente”, que son grabaciones de voz, acompañadas de música, utilizadas de forma similar a la meditación.

Las grabaciones son en su mayoría, resúmenes de libros que me han parecido especialmente significativos, son audiolibros resumidos.
Se aconseja descargar las grabaciones y escucharlas mediante audífonos diariamente al acostarse y/o al despertar.

Eso es tomarnos un tiempo para nosotros. Abrir un paréntesis para reorientarnos, asentarnos, alinearnos, relajarnos.¡ Mucha suerte en la experiencia!

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